San Lorenzo sigue. No juega bien, es cierto, pero sigue. Y cada vez está más cerca de River y de la cima de esta Liga Profesional que lo tiene como un protagonista inesperado, sobre todo por lo que había pasado en las últimas temporadas. Ayer, en un Gasómetro que hizo recordar las buenas épocas, venció 2-0 a Instituto de Córdoba.
Andrés Vombergar marcó los dos goles para el Ciclón desde el punto penal, a los 18 y a los 38 de la segunda etapa. Los dos fueron penales, y sirvieron para destrabar un partido que se presentó así desde el inicio.
Porque en un primer tiempo friccionado, San Lorenzo fue el que manejó el ritmo del partido junto al empuje de su gente, frente a un rival que se replegó y buscó atacar de contragolpe. Sin embargo, ese dominio tibio no le alcanzó para ponerse en ventaja.
La más clara del elenco local se dio a los 44 minutos, cuando Vombergar diseñó una media vuelta al borde del área chica y posibilitó una lucida intervención de Carranza. Sesenta segundos más tarde, el experimentado arquero le tapó otro disparo al delantero que juega para el seleccionado de Eslovenia.
La mala noticia para el Ciclón en esa etapa inicial resultó la salida del Perrito Barrios (lo reemplazó Ezequiel Cerutti), con un primer diagnóstico de traumatismo en el tobillo derecho.
En el segundo período, San Lorenzo buscó con más insistencia y tuvo su premio, con un penal que recién se sancionó a los 25, luego de que el VAR revisara la maniobra durante siete minutos. Fernando Alarcón le pegó en la cabeza a Vombergar en la disputa de una pelota parada y Nicolás Ramírez cobró penal para el local. En instancia del VAR lo validó, y el mismo delantero decretó el 1-0.
A los 38 minutos, el arquero del equipo cordobés Jorge Carranza saltó a agarrar una pelota llovida en el área a metros de Federico Gattoni y, al descender, levantó la pierna cometiéndole una fuerte infracción al defensor. Tras la revisión el VAR, el árbitro expulsó al portero y capitán de Instituto y sancionó penal que, nuevamente, Vombergar transformó en gol.
El Ciclón de Boedo, que se mantiene invicto en condición de local (siete triunfos, dos igualdades), llegó a las 35 unidades y quedó a dos de la línea de River, que hoy se enfrentará en el Monumental a Platense.
San Lorenzo ahora deberá visitar a Barracas Central para seguir prendido a una ilusión que parecía lejana y está cada vez más cerca de ser algo concreto.
