San Lorenzo sacó provecho ayer a la tarde de la derrota del líder River Plate frente a Barracas Central (1-2), tras doblegar por 1-0 a Rosario Central, en la continuidad de la 22da. fecha del campeonato de la Liga Profesional (LPF).
En el estadio del Nuevo Gasómetro del Bajo Flores, el rendidor equipo del Gallego Rubén Darío Insúa completó una jornada perfecta, luego de la conquista del volante Malcom Braida, a los 4 minutos de la segunda etapa.
Además, la entidad de Boedo consiguió un record de imbatibilidad en condición de local, que estaba en poder de Racing Club, desde hace más de 100 años.
Con los arqueros del Ciclón, Sebastián Torrico, Facundo Altamirano y Augusto Batalla, la valla del elenco azulgrana acumuló hasta ayer un total de 1.400 minutos sin recibir un gol en casa, lo que dejó atrás la marca de 1.320 que había establecido el guardameta de la Academia, Marcos Croce, quien se mantuvo invicto entre agosto de 1916 y mayo de 1918, en pleno amateurismo.
En el contexto de un encuentro parejo, a San Lorenzo le costó imponer superioridad, más allá de que buscó presionar arriba. El elenco rosarino, a las órdenes del DT Miguel Russo, también intentó progresar en la ofensiva y mostró la primera chance de gol, con un remate de Malcorra que salió cerca del palo de Batalla.
El equipo local encontró espacios por izquierda en las asociaciones Barrios-Braida, pero el visitante intentó contraatacar con un rápido Jaminton Campaz.
A los 30 minutos del primer período, San Lorenzo pudo abrir la cuenta, pero el colombiano Rafael Pérez definió desviado, tras una serie de rebotes. El partido ya era trabado y cortado, muy impreciso. Y así se fueron al descanso.
En el arranque del segundo período, Central estuvo cerca de la apertura, a los 3 minutos con un tiro de esquina de Francis Mac Allister que encontró una volea del goleador Alejo Véliz y permitió una excelente respuesta de Batalla.
Y en la réplica, el Ciclón encontró el desnivel, luego de un centro de Iván Leguizamón desde la derecha que fue conectado de zurda por Braida, tras un rebote en el área chica.
Con la ventaja, el equipo de Boedo se replegó y le cedió balón a su adversario, que no tuvo la fluidez necesaria como para inquietar seguido, más allá de un envío del paraguayo Alan Coyote Rodríguez que fue cabeceado por Véliz y encontró muy bien parado a Batalla (29m.).
Sobre el final, la parcialidad del Ciclón cantó en favor del equipo, se ilusionó con la posibilidad de acercarse a la línea de River e hizo mostrar su disconformidad hacia la dirigencia del club, en una postura clásica en lo que va del presente certamen.
San Lorenzo sigue vivo en el torneo local, en la Copa Argentina y en la Sudamericana (enfrentará en un repechaje a Independiente Medellín de Colombia los miércoles 12 y 19 de julio).