Cuando dos equipos se juegan en ofensiva permanentemente y crean situaciones, un 0 a 0 queda disimulado. Eso pasó anoche en el sur entre Temperley e Independiente. Si algo le sobró al primer tiempo fueron vértigo y emociones, aunque le faltaron goles. Y si no los hubo fue porque los arqueros, especialmente Josué Ayala, tuvieron intervenciones notables. Primero al Burrito Martínez, luego a Brian Romero y sobre el final en una doble tapada a Verón y al pibe Asís, el 1 de Temperley fue clave para hogar el festejo del Rojo, que bien merecido lo tenía. Albil fue determinante también en el Rojo en un mano a mano a Sánchez Sotelo, que demoró la definición.
En el arranque del partido, Temperley se mostró muy ordenado ante un Independiente que no tardó en apoderarse de la pelota, y en apenas 15 minutos, contó con tres situaciones claras de gol en los pies de Silvio Martínez, Leandro Fernández y Juan Manuel Martínez, que fueron abortadas por el 1 local, Josué Ayala, la figura de la cancha.
Los minutos pasaban y el Rojo era el que proponía a través de la interesante sociedad que construyeron Martínez, Gutiérrez y Fernández, pero Temperley se las arreglaba para tenerlos lejos de su arco.
Y en la única situación de riesgo que generó el Celeste en la primera etapa, Sánchez Sotelo se durmió en el mano a mano ante Albil, que le arrebató la pelota yendo al piso con los pies, justo cuando iba a convertir.
En el arranque del complemento, Holan metió en la cancha a Gigliotti con la intención de buscar un cabezazo salvadorLos dos intentaban, pero no lograban sacarse ventaja y el partido cayó en un pozo que dejó conformes a los dos.