El gobernador Quirino Ordaz Coppel sabía que para sacarle el estigma de “estado narco” a Sinaloa, lo que había que hacer, entre muchas otras cuestiones, era apuntalar y profesionalizar a su pauperizado equipo de fútbol, que en siete fechas de la segunda división mexicana, empató tres partidos, perdió otros tres y tuvo un fin de semana libre. Quirino –como se lo conoce en México– se lo dijo hace unos meses a Jorge Alberto Hanks, el dueño de Dorados, en una reunión que tuvieron para hablar de los diversos negocios que tiene una de las familias más poderosas de México en la región que el funcionario gobierna desde el 1º de enero de 2017. El gobernador dio una muestra visible de esa intención a principios de agosto, cuando fue hasta el estadio de Dorados para supervisar las remodelaciones y sacarse las típicas fotos que publican los políticos cuando quieren publicitar una obra de su gestión.
Quirino no sabía que en ese lugar, un mes después, Diego Armando Maradona iba a ser presentado como flamante entrenador de los Dorados. Nadie sabe si el gobernador de Sinaloa aprobó la contratación de Diego, pero sí que su plan para esmerilar el preconcepto de Sinaloa-narcos-violencia tuvo en Maradona el mejor golpe de efecto. De repente, una parte del mundo posó su mirada sobre Culiacán. Y un club que casi nadie conocía hace 15 días, ahora será televisado para toda América Latina.
Maradona es uno de los pocos hombres en el mundo que, sin ser jugador, genera imantación en hinchas y en medios. Los cautiva, los hace fanáticos de algo que hace poco no conocían. Porque Culiacán, la capital, está revolucionada por el Diez. Y Sinaloa, que era noticia nacional cada vez que los grupos narcos se disputaban una zona, ahora aparece en los portales y en los diarios por tener a Maradona en el banco de su equipo.
La llegada de Maradona es una apuesta. Como siempre con Diego, puede salir muy bien. O muy mal. Lo saben la familia Hanks y Quirino, que en su campaña para lavarle la cara a su Estado había conseguido que el Tianguis 2018, el evento más importante de turismo, tuviera como sede a Mazatlán, en Sinaloa. Algo que no es menor para un país que invierte 500 millones de dólares por año en promocionar sus playas en el exterior.
Al menos en internet, la intención del gobierno ya empieza a dar resultados. En el buscador de Google, al escribir Sinaloa, en esa milésima de segundo en que los algoritmos ofrecen posibles segundas palabras, aparece primero Maradona antes que “narcos”, “cártel” o “Los Zetas”.
Todo en familia. Aunque Diego dijo en su presentación que había recibido propuestas de Argentina, el que pidió dirigir en Argentina fue él, cuando se juntó con Cristian Bragarnik, el representante al que Daniel Angelici llama “El método” y que acumula poder en cada receso. Además de casi la mitad de los clubes de la Superliga, Bragarnik digita las incorporaciones de dos equipos en México: el Xolos de Tijuana, donde actualmente dirige Diego Cocca, y el Dorados. Uno está en la Primera. El otro, en el ascenso. El Dorados, que tuvo un pésimo inicio, fue el haz de luz que vio Bragarnik para insertar a Maradona. El anterior técnico, Francisco Ramírez, fue despedido cuando la posibilidad de incorporar al Diez ya estaba prendiendo en todos los medios mexicanos. “La directiva deberá hacer un gran esfuerzo económico, porque no debe ser barato. El fútbol nacional enriquece el espectáculo”, dijo el profesor Ramírez, devorado por los malos resultados y los intereses que iban del sur al norte de América. Ramírez, casi al pasar, decodificó la intención: enriquecer el espectáculo, lavarle la cara a Sinaloa. “Tengo un amigo llamado Mohamed, que cada vez que nos comíamos un asado se me ponía a contar historias de Dorados. Tenía ya casi firmado con los bielorrusos, no llegamos por el tema de los jugadores, lo dejamos para mucho más adelante, porque yo me pienso quedar mucho tiempo acá”, dijo Maradona. Todo un anuncio.
Tambien una serie de Amazon. En la misma semana de su llegada a México, Diego Armando Maradona también fue noticia por Maradona, una serie autobiográfica que girará en torno a tres etapas de su carrera futbolística, desde su juventud, hasta su etapa como técnico de la selección argentina.
Los tres actores argentinos que encarnarán a Diego en esta coproducción entre BTF Media, Dhana Media y Raze que si bien todavía no tiene fecha de estreno confirmada, podrá verse por la plataforma Amazon Prime Video son Nazareno Casero, Juan Palomino y Nicolás Godschmidt, quienes tienen un asombroso parecido físico con el 10. En el elenco también estarán Julieta Cardinali y Laura Esquivel, en el papel de Claudia Villafañe.
“Es una serie biopic de una hora de duración en cada capítulo que seguirá los triunfos y los retos de este futbolista argentino legendario, así como los momentos claves tanto de su carrera profesional como de su vida personal”, explicaron desde Amazon, a través de un comunicado oficial.
