Con un gol en contra de Balboa en tiempo de descuento, River derrotó inmerecidamente a Patronato 1-0 en Paraná.
Con un ojo puesto en el súperclásico que disputará ante Boca el próximo miércoles en Mendoza por la final de la Supercopa Argentina, River, con un mix de titulares y suplentes, necesitaba cortar la racha de seis derrotas consecutivas y siete sin vencer como visitante por la Superliga que lo tiene fuera de la zona clasificatoria para las Copas Libertadores y Sudamericana de 2018, ante un Patronato que lo esperaba muy entonado no solo por el valioso 2-2 conseguido ante Belgrano, en Córdoba, la fecha pasada, sino por el historial a su favor, ya que el Patrón ganó tres de los cuatro partidos en los que se enfrentaron.
En el inicio del encuentro, Patronato le cedió la pelota a River para salir de contra y el partido se hizo de ida y vuelta y emotivo. Primero se lo perdió Quintero con un tiro libre desde afuera del área que Bértoli desvió magistralmente al córner y, precisamente, tras dos grandes contras, el Patrón casi se pone arriba. Pero, en ambas, Balboa no estuvo fino a la hora de definir y, por eso, más allá del bombazo sobre el final de la primera etapa de Rodrigo Mora desde 30 metros que Sebastíán Bértoli desvió magistralmente al córner por sobre el travesaño, lo de River del primer tiempo fue muy pobre, mientras que Patronato seguía fiel a su libreto, con Ribas y Balboa pivoteando y aguantando la pelota arriba, para esperar la llegada de los volantes.
Con esa simple fórmula era mucho más que un River en donde a excepción de las ganas del colombiano Juan Fernando Quintero en la mitad de la cancha, todo pasaba por la confusión y la falta de ideas: la apatía de Zucolini, Auzqui y Mora eran el ejemplo más claro de la impotencia que están sufriendo la mayorìa de los jugadores millonarios desde hace varias fechas.
Con el partido por demás aburrido y trabado, el local era el que seguía contando con las chances más claras para abrir el marcador. Y, cuando el partido se moría sin goles, River se encontró con una injusta victoria gracias a un gol en contra de Balbao que le permite llegar con una sonrisa a la final por la Supercopa.
