DEPORTES
RACING GOLEO A PATRONATO

Una noche para entusiasmarse

Mientras piensa en la revancha con River por la copa, el equipo de Coudet paso por Paraná y se quedó con los tres puntos. Fernández, Centurion y Cuadra, los goles.

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Felicidad. Centurión convirtió el penal que le dio el segundo gol a Racing. Por momentos se asoción a Fernández y a Bou. | fotobaires

El partido que jugó y ganó Racing anoche en Paraná, para muchos de sus hinchas, incluso para sus dirigentes, fue un estorbo. Un compromiso que debía cumplirse, por supuesto, pero que no importaba demasiado. Y no porque el duelo contra Patronato no tuviera trascendencia, sino porque lo que viene –la revancha contra River por la Copa Libertadores– ya se convirtió en una obsesión, en un cuento de realismo mágico que concentra todas las energías en el círculo racinguista.  

Y quedó claro un rato antes de empezar, cuando el presidente Víctor Blanco dio los argumentos por los que el club pidió la eliminación de River y la clasificación directa a cuartos (ver recuadro). Pero después de todo eso hubo un partido que jugar y Racing lo jugó con solidez. Le alcanzó con los espasmos de talento de algunos de sus jugadores para superar con holgura a Patronato. “Pol” Fernández y Centurión desequilibraron en el ataque y fueron los jugadores en los que Racing cimentó su triunfo. Lo de Centurión quizás no sorprendió tanto. Pero lo de “Pol” Fernández fue una homologación: luego de su gol en la victoria contra Vélez, el mediocampista desequilibró y mostró un amplio repertorio: desde un tiro libre por derecha que se estrelló en el ángulo del arquero y concejal Bértoli, hasta la exquisitez que terminó en el primer gol de la noche: un toque suave desde la medialuna, con el pie abierto, que se metió al lado del palo derecho del arquero. A Fernández no le pesa jugar en Racing y lo dejó en claro luego del partido, cuando declaró que estaba “disfrutando mucho” de su presente.

Ese gol también condensó una de las mejores maneras que tiene Racing de hacer daño: con los desbordes y centros por derecha de Augusto Solari, que luego se perdió un insólito gol debajo del arco. La noche racinguista no sólo sirvió para solidificar el ataque. También Gabriel Arias, se lució en las pocas veces que avanzó el local. Una de las más claras fue un remate de Carabajal que Arias rechazó abajo.

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Después llegó el segundo tiempo, y más goles de Racing. En el inicio –un penal bien cobrado por el árbitro Espinoza y convertido por Centurión– y en el final, luego de que Cuadra robara la pelota en el medio y de que Bou, en vez de definir, se la devolviera.

Racing ya tenía los tres puntos asegurados. Y desde ahí, los jugadores y el técnico ya no tenían que disimular más: el Paraná se desdibujaba lentamente y la atención navegaba hacia el norte, donde el Río de la Plata es el fondo de un Monumental que el miércoles los recibirá en el partido más esperado. Por los hinchas, por los jugadores, por el técnico y por los dirigentes.