River paso a Racing por encima: Le gano 6-1, el resultado mas abultado entre el millonario y la academia. Scocco, que volvio despues de cinco meses, marco el sexto.
Contraste. River festeja, Racing se lamenta. La diferencia entre los dos fue notable. |
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En la previa, el partido era más que prometedor ya que mientras Racing quería ganar su primer partido en el torneo, River llegaba al Cilindro de Avellaneda entonado tras la victoria ante Lanús y con el historial ampliamente a su favor.
Así, si bien fue el Millonario el que intentó tomar la iniciativa del partido y el que contó con dos claras oportunidades para abrir el marcador, una canchereada de Montiel en su intención de querer salir jugando desde el fondo, terminó con un gran quite de Soto que tiró un centro bajo que Lisandro López dejó pasar inteligentemente entre sus piernas, para que, finalmente, la pelota le quedara en bandeja a Solari, que definió con gran categoría al primer palo de Armani.
Pero la alegría le iba a durar muy poco al último campeón de la Superliga porque en una ráfaga de apenas tres minutos River dio vuelta la historia para pasar a ganar el partido 3-1 con autoridad y justicia: Borré por partida doble, tras dos contras letales, y Suárez, tras un grosero error defensivo de Zaracho, enmudecieron a los hinchas racinguistas que no salían de su asombro ante lo que estaba pasando con sus jugadores.
Lejos de reaccionar, los dirigidos por Chacho Coudet seguían haciendo agua en la mitad de la cancha ante un River que le manejaba la pelota a gusto y antojo. Aunque, en la última bola de la primera etapa, Armani se quedó con el descuento al desviar magistralmente al córner un tremendo zurdazo de Lisandro López que pedía red.
Si bien era una misión imposible, Racing sabía que, en el complemento, no le quedaba otra que salir a vender cara su derrota. Y a eso salió. Pero la tempranera e infantil expulsión de Sigali, sumado al penal convertido por Nacho González, tras un grosero penal de Pillud, y a los golazos de De La Cruz y de Scocco, de cabeza, hicieron que la historia terminara con una insólita e histórica goleada por 6-1.
River, aunque parezca mentira, seguía jugando como si estuviese perdiendo el partido, mientras que los jugadores de Racing no veían la hora de que terminara la peor pesadilla de los últimos años.
