Las sociedades anónimas son la salvación del fútbol, dice uno. Van a llegar inversiones millonarias, se entusiasma otro. Se terminan los manejos turbios de los dirigentes, se ilusiona el ingenuo. El Chelsea (pronunciado de manera literal) está interesado en gerenciar seis clubes argentinos, inventa la ministra. Esta gente que repite eslóganes nos llevó a discutir en siglas: la AFA rechaza las SAD que propone el DNU. Un despropósito. Pero el mayor argumento para oponerse a la privatización de los clubes llegó esta semana de España. Se trata de Unionistas de Salamanca, un club de la Tercera División que metió un batacazo en la Copa del Rey. Aunque lo más interesante es su historia. Veamos.
El origen de todo es Unión Deportiva Salamanca, un modesto club donde jugaron, por ejemplo, Diego Latorre, Martín Cardetti y Brian Sarmiento. Su mejor época fue en los 70, cuando disputó siete temporadas en Primera División. Pero en los 80 no se pudieron sostener y cayeron dos categorías. Entonces recurrieron a la salvación: en el 92 lo convirtieron en una sociedad anónima. Ahora sí, se suponía. Pero no.
El impulso de los euros fue efímero: Unión Deportiva Salamanca volvió a Primera, volvió a descender, volvió nuevamente a Primera y volvió a descender. En la temporada 2010 la empresa quebró y llamó a concurso de acreedores. La crisis económica e institucional era insostenible. Y ocurrió lo inevitable: en junio de 2013 el club desapareció. La Justicia subastó los derechos de los jugadores y de la marca, el estadio y hasta el himno. De Unión Deportiva Salamanca no quedó nada.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
El club había sido fundado en 1923: resistió 69 años como asociación civil y 21 como sociedad anónima.
La desaparición del club sacudió a los socios. Habían perdido todo, pero aun así, a la deriva, conservaron la pasión y el sentido de pertenencia. Entonces se organizaron para crear un nuevo club en homenaje al UDS. El 26 de agosto de 2013 unos 500 hinchas fundaron Unionistas de Salamanca. La identidad no se puede gerenciar.
La pésima experiencia privatizadora convenció a los fundadores de que el nuevo club debía gestionarse con espíritu democrático y que las decisiones se debían resolver bajo una premisa innegociable: un socio, un voto. Así, por simple mayoría, eligieron los colores de las camisetas, el escudo, el himno y otras cuestiones determinantes.
A pesar de que Unionistas tiene apenas diez años de vida y de que juega en la Tercera División, esta semana eliminó al Villarreal de la Copa del Rey. Y pasó a octavos de final, donde enfrentará nada menos que al Barcelona. Histórico. El club que apenas gatea ante el gigante de España. Es el jueves a las tres y media de la tarde. Está claro por cuál equipo hay que hinchar.
