DOMINGO
Immanuel Kant

Guía para pensar

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En 2024 se cumplen trescientos años del nacimiento de Immanuel Kant. Uno puede preguntarse legítimamente por qué tres siglos después alguien puede considerar relevante seguir haciéndose preguntas a partir de los libros de Kant.

Leer y escribir filosofía es, en especial, hacerse preguntas. Los científicos tienen como fin obtener respuestas y explicaciones, y todo su trabajo gira en torno de esa meta. Los estudiosos de la filosofía, en cambio, nos demoramos más frecuentemente en el mero preguntar. Pero, ¿cómo puede ser que un autor que vivió en una ciudad que casi ha desaparecido, en un contexto social tan diferente al nuestro, tan cargado de acontecimientos y anterior a tantos cambios matemáticos y científicos cruciales, cómo puede ser, nos preguntamos, que un autor del Siglo de las Luces nos inquiete todavía? (…)

Pensamos que el pensamiento del siglo pasado es casi inconcebible sin el giro que Kant le dio a la filosofía. Y aun más, pensamos que numerosas inquietudes que han activado los teclados de este siglo también requieren el suelo teórico construido por Kant.

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Nuestra propuesta en este libro consiste en recorrer una de esas inquietudes, a nuestro juicio, una bastante interesante. Si quisiéramos resumirla en una frase, esta sería: el problema de las cosas, tal como son en sí mismas. Esa inquietud nos interesa por razones variadas.

Por un lado, parte de la filosofía actual intenta repensar la diferencia entre el modo como las cosas son en sí mismas y la naturaleza de las cosas en la medida en que las conocemos. La filosofía de Kant no solo introdujo esa diferencia, también alertó sobre los peligros de ignorarla. No contemplar la –a juicio de Kant, ineludible– diferencia entre los objetos de la experiencia y las cosas mismas conduce, según el filósofo de Königsberg, a construir una filosofía endeble, basada en confusiones y equívocos.

¿Es esto así? ¿No habrá avanzado el pensamiento desde entonces, de tal manera que hoy contemos con los elementos para sortear esas dificultades? Este tema tiene un valor histórico, en la medida en que nos permite volver a pensar en el aporte de Kant y situarlo en su tiempo, analizando los alcances y las limitaciones de su propuesta; también tiene un valor actual, pues volver a Kant puede ayudarnos a pensar, de una manera más crítica, los intereses y las propuestas del pensamiento contemporáneo; por último, nos permite posar la mirada sobre un momento de la historia de la filosofía que fue muy prolífico y, sin embargo, ha caído en el olvido, a nuestro modo de ver, injustamente.

Nos referimos a ciertos debates que tuvieron lugar a inicios del siglo XX, especialmente –aunque no de manera exclusiva– en Alemania. Ese momento y ese espacio constituyen un tesoro para la historia de la filosofía. Numerosas ideas sobresalientes surgieron en ese contexto, algunas de las cuales no siempre son recordadas.

El problema de la cosa en sí permite recuperar las voces de algunos pensadores muy inteligentes de ese momento, y esto constituye una razón adicional para detenernos en el tema.

En conformidad con estas apreciaciones, este libro se divide en tres partes. En la primera parte vamos a desarrollar, de manera precisa, pero no académica, el modo como algunos pensadores de nuestro siglo se plantean y pretenden resolver el problema de la cosa en sí. El hilo conductor será un ejemplo muy discutido de los pensadores que nos interesan, esto es, el llamado “archifósil”. La segunda parte es una suerte de resumen de la Crítica de la razón pura. Somos conscientes de que este resumen no alcanza para comprender el pensamiento kantiano: por un lado, por la extensión y complejidad de la obra; por otro, porque la filosofía de Kant es un sistema, es decir, un conjunto ordenado de conocimientos interconectados en el que la Crítica de la razón pura es solo un elemento. Este elemento tiene significado en su relación con otras dos “patas” de la filosofía kantiana: la que se refiere a la capacidad de la razón para determinar las acciones buenas (es decir, la filosofía práctica de Kant) y la que se refiere a una capacidad para juzgar que hace posible que pronunciemos juicios de belleza y que nos representemos los organismos. (…)

Consideramos que este filósofo es una buena guía, quizá la mejor disponible, para el pensar. En la tercera parte reconstruimos de una manera muy general algunas líneas de interpretación del problema de la cosa en sí que fueron formuladas en la primera parte del siglo pasado. Estas líneas de interpretación nos permiten advertir tanto la riqueza como la complejidad de este problema y pueden ayudarnos a pensar nuevamente nuestras preguntas o incluso a formular otras nuevas.

* y **Autoras de La cosa, en sí, editorial Herder. (Fragmento).