En las últimas semanas, diversas especies perdieron su vida dentro del Parque Nacional Iguazú, a causa del atropellamiento por parte de vehículos que traspasan los límites de velocidad permitido en la zona. Uno de los últimos casos fue la muerte de una ocelote preñada, en la ruta nacional 12, a la altura del kilómetro 36, en la segunda semana de agosto que se suma pumas, tapires, tamandúas y más.
Un análisis que realizó la Fundación Vida Silvestre en Misiones, donde trabajamos hace más de 20 años, estimó que más de 5.000 animales mueren al año por esta problemática en rutas que atraviesan áreas protegidas en Misiones, entre los que se encuentran desde lagartos, aves y pequeños mamíferos, hasta animales de gran tamaño. Y este número podría estar subestimado, ya que hay poco registro de algunos grupos como anfibios, que son muy impactados, pero no son reportados. Algunas de las especies que suelen encontrarse son ocelotes, coatí, osos melero, yaguaretés y guasús.
El mal uso de las rutas
Si bien las rutas son un elemento importante en el desarrollo socioeconómico de la sociedad (contribuyen a la economía local y regional, facilitan el turismo, fomentan el comercio y mejoran la calidad de vida de las personas), si no se hace un correcto uso de la infraestructura vial se generan impactos negativos en los ecosistemas naturales que los rodean, además de poner en riesgo la vida de personas.
A pesar de que las rutas conectan a las personas, de manera completamente opuesta, pueden dividir los ecosistemas y la fauna que la habita. A ello se lo llama “fragmentación de hábitat”, y sucede cuando un ambiente natural es transformado de manera tal que queda dividido en fragmentos o “parches” aislados entre sí. Es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad y puede conducir a algunas especies a la extinción.
Fragmentación del hábitat
Las rutas generan fragmentación de hábitat para algunas especies, y obligan a la fauna silvestre a atravesarlas en busca de agua, alimento, pareja, refugio o simplemente trasladarse de un lado a otro. Es por esa razón que hay ciertos tramos en las rutas que atraviesan áreas protegidas en nuestro país que poseen límites de velocidad establecidos.
Estos tramos están en áreas que son esenciales para conservar la diversidad natural y cultural, y brindar bienes y servicios ambientales que son imprescindibles para la sociedad. Por ejemplo, en Misiones el tramo que atraviesa el Parque Provincial Urugua-í posee una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora y la ruta que atraviesa el Parque Nacional Iguazú igual.
Atropellamientos de yaguaretés
Hay más de un caso conocido en la provincia, algunos de ellos tienen que ver con atropellamientos de yaguaretés, especie en peligro de extinción en nuestro país. En 2018 un auto que excedía los límites de velocidad atropelló a una hembra que estaba por dar a luz a dos crías, en 2014 un camión atropelló a un macho y en el 2012 un colectivo otra hembra.
Es más, una investigación de opinión pública realizada en la provincia reveló que para las personas el atropellamiento es una de las principales amenazas que enfrenta el yaguareté, tanto por las coaliciones contra la especie como de sus presas. Y para el 98% la extinción del tigre criollo sería muy grave. Por esa razón, durante el 2021 instalamos carteles sobre la Ruta Nacional N°12 elegida por lo transitada que es, su visibilidad, y casos emblemáticos de atropellamientos para fortalecer la concientización de la problemática.
Posibles soluciones
Es importante que trabajemos en conjunto, continuemos visibilizando esta problemática, y busquemos soluciones que nos permitan convivir en armonía con nuestra fauna. Es urgente implementar acciones concretas - multas, pasafaunas, ecoductos, señalización vertical y horizontal - y medidas para reducir al máximo el atropellamiento de fauna silvestre, como el reciente anuncio de radarización de las rutas que atraviesan el Parque Nacional Iguazú. Es fundamental, además, que todas las personas respetemos, y hagamos respetar, los límites de velocidad para reducir al máximo esta problemática. Recordemos: atropellarlos es extinguirlos, respetemos los límites de velocidad.
*Lucía Lazzari es coordinadora de paisajes terrestres de Fundación Vida Silvestre Argentina.