La Canasta Básica Total (CBT) que mide el INDEC creció en febrero un 3,3% respecto del mes anterior y un 28,3% interanual. En ambos casos la CBT superó a la inflación que, entre el segundo mes de 2017 e igual período de este año, fue del 25,4%.
Si bien el Gobierno destacó que en 2017 los salarios crecieron por encima de la inflación (la variación salarial promedió un 27,5) el desagregado permite hacer una lectura distinta: “El hecho de que la canasta básica haya crecido por encima de la inflación demuestra que hay un impacto diferencial en la evolución de los precios sobre los sectores de menores recursos, que destinan mayor parte de su ingreso a la compra de bienes salarios”, había explicado hace algunas semanas a PERFIL el coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA, Luis Campos.
A partir del informe del INDEC se desprende que en enero una familia tipo necesitó, para no estar debajo de la línea de pobreza, un ingreso global de $17.537,88. Por otra parte, el organismo emitió también los números de Canasta Básica Alimentaria (CBA), de los cuales se desprende que, para no caer en la indigencia, el grupo familiar requiere que sus ingresos alcancen los $6.987,20.
Los productos que se incluyen en la canasta de alimentos crecieron un 2,9% respecto de enero y acumulan un 24,2% desde el mismo mes del año anterior. Es decir, el comportamiento de la CBA se ubica un punto por debajo de la inflación
El Gobierno espera con interés los índices que difunde el INDEC esta semana: hay expectativas depositadas en que las mediciones de industria, pobreza, construcción y actividad económica (que se conocerán mañana) muestren importantes mejoras en todos los rubros.