El Índice de Condiciones Financieras de Argentina cayó por tercer mes consecutivo en abril, alcanzando su peor nivel desde julio de 2022. La pérdida mensual no fue peor gracias a la mejora de las circunstancias financieras internacionales, pero en el ámbito local el índice se desplomó el mes pasado.
La información se desprende de un documento realizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), el cual sostiene que el subíndice de condiciones locales registró una caída de más de 25 puntos respecto al mes anterior, ubicándose en -145.7 puntos, lo que representa el peor registro del ICF local desde que comenzó la serie en 2005.
El componente local del Índice de Condiciones Financieras ha estado en zona de estrés desde agosto de 2019, “llevando 45 meses seguidos en esta situación”, agrega el informe.
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En abril, ocho de los diez componentes del índice cayeron, mientras que solo dos mejoraron en la comparación intermensual. Las acciones y el riesgo de legislación local fueron las que consiguieron mejorar en un mes difícil. La variable que hizo desplomar el índice fue la depreciación esperada, mientras que el riesgo país fue la otra nota fuertemente negativa del mes.
Por otro lado, el subíndice de condiciones externas pasó de 8.5 a 15 puntos y así quedó por cuarto mes consecutivo en territorio positivo, es decir zona de confort. Seis de las diez variables que lo componen mejoraron su comportamiento en abril mientras que 4 de ellas cayeron.
Las acciones norteamericanas medidas por su volatilidad y las materias primas fueron las estrellas del mes, según el documento. En tanto que las acciones y monedas emergentes también tuvieron un buen abril.
El lado positivo del informe
A pesar del empeoramiento del índice local, hay dos variables que están en zona de confort, es decir con un valor positivo. Estas son la confianza en los bancos y la liquidez de largo plazo. De las ocho, sobresalen la depreciación esperada, la inflación y la tasa de interés.
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El documento sostiene que la economía argentina siempre creció en forma sostenida cuando las condiciones financieras se mantuvieron en zona de confort durante un lapso prolongado. “Los últimos años lo demuestran claramente”, concluye.
Sin embargo, el mundo se empieza a mostrar un lugar mucho más difícil, con problemas con los bancos en Estados Unidos y Suiza, temas geopolíticos y el riesgo de recesión en varios países. Además, los factores electorales agregan una dosis de incertidumbre adicional.
SE / LR
