En el marco del cepo que implementó el gobierno de Macri para proteger el stock de reservas, hay una bomba de US$ 500 millones que formará parte de la pesada herencia económica que recibirá el presidente electo Alberto Fernández cuando asuma el 10 de diciembre. Fuentes del sistema bancario indicaron a PERFIL que esa es la cifra total que se acumuló en concepto de pagos de importaciones que se adeuda desde que comenzó la administración de reservas.
“Se deben pagos de importaciones por tratar de dejarle la mayor cantidad de reservas al BCRA y perjudican a la cadena de producción. Hay pagos frenados desde US$ 7 mil. El monto total llega a unos US$ 500 millones”, revelaron los referentes, y alertaron que “están destruyendo el comercio exterior, que es lo que quieren recuperar”.
De hecho, analistas del mercado también evaluaron que la plancha del dólar oficial en el primer mes de cepo recargado se debe no solo a la mayor oferta disponible por la aceleración de liquidación del campo para cubrirse de una eventual suba de retenciones a las exportaciones, sino a la escasez de demanda en un escenario donde se les complicó el acceso a la divisa a los importadores.
Leonardo Chialva, de Delphos Investment, planteó que “la gran conclusión del primer mes de cepo endurecido es un desplome de la actividad donde se dificultaron las importaciones, los giros al exterior” y “la contracara es un Banco Central recomponiendo reservas”. En sintonía, Diego Martínez Burzaco, de MB inversiones, consideró que “el dólar oficial es decorativo, no sirve más allá de la administración del comercio exterior, y es una administración un poco ficticia porque las importaciones están cayendo por la recesión y también se están aprobando muy pocas importaciones porque no hay dólares, al tiempo que hay una venta de dólares medio artificial producto de la aceleración de las exportaciones del agro por temor a que pongan nuevas retenciones”.
“Conozco empresas que les rechazaron el pago de importaciones pidiendo documentación extra que antes no les solicitaban, les dan vueltas y el tiempo pasa”, dijo el financista Christian Buteler. “Una trae máquinas italianas para hacer helados hace años y ahora le empezaron a pedir distinta documentación, con lo cual le demoraban las importaciones, y en la otra son unas máquinas para productos de belleza de uso medicinal”.
Ante una consulta sobre la existencia de la deuda de US$ 500 millones y el pedido de documentación extra, voceros del Banco Central dijeron “desconocer un número puntual” y que “la regulación no afecta el pago de importaciones”.
No obstante, Rubén García, presidente de la Cámara de Importadores (CIRA), señaló a PERFIL que “desde que salió la comunicación 6818 del BCRA se complicaron los pagos”. Esa norma reinstauró la regulación al acceso del mercado de cambios para los pagos de importaciones y otras compras de bienes en el exterior, y entró en vigencia el 1° de noviembre con el debut del cepo reforzado.
“Una vez que está la orden de importación, hay que ingresar el producto a los 90 días. Desde Oriente no hay forma que se cumpla ese plazo”, aseguró García. Tras el reclamo de cambios que presentó CIRA a esa norma, el dirigente comentó que “la comunicación A 6825 del BCRA flexibilizó un poco aunque solo para bienes de capital” pero “de todas formas, 270 días no alcanzan para comprar una línea de producción”.
“Los bancos, como son solidariamente responsables de lo que pasa a los importadores, están trabando las operaciones. Por cuidarse están demorando todos los pagos porque piden información firmada por presidentes”, señaló. La CIRA reclamó ante autoridades del BCRA como de Hacienda y Producción, pero “no se logró resolver” el problema.
El stock de reservas brutas al viernes quedó en US$ 43.768 millones
Reservas en alza
El Banco Central aprovechó a comprar dólares para engrosar las reservas. Desde el debut del cepo el 28 de octubre, adquirió US$ 2.427 millones. Así el stock de reservas brutas al viernes quedó en US$ 43.768 millones.
La liquidación de divisas del sector agroexportador en noviembre alcanzó a US$ 2.185 millones, o sea, un crecimiento de 10% frente a octubre, según informó la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
Así, el monto liquidado en lo que va del año suma US$ 21.496 millones. Tras el triunfo electoral de Alberto Fernández, el ritmo de liquidación se aceleró por el miedo del campo a un aumento en las alícuotas de las retenciones a las exportaciones.