Edgardo Becher, Marcelo Borghi y Luis Montes de Oca se conocieron haciendo su residencia médica y soñaron una idea que empezó a tomar formar tímidamente. Lejos de la realidad de hoy, con 90 familias que dependen de CDU, esta empresa de salud privada dedicada a la urología que lograron armar con dedicación, músculo y mucha cabeza, porque ser empresario pyme en la Argentina es un trabajo que requiere formación.
El menemismo los ayudó a pegar el salto para tomar escala; la crisis del 2001 los dejó con deudas en el país y en el exterior; y en el 2020 les tocó la pandemia. Sin embargo, en el mes que cumplen 30 años siguen con la idea de emprender y logran metas sobresalientes en el área de la salud. De hecho, el 90% de las cirugías urológicas que realizan son en forma ambulatoria.
Una pyme de salud en la Argentina con 3 décadas en su haber merece un reconocimiento, no sólo por haberse repuesto a las crisis macroeconómicas cíclicas, sino por haber sorteado también una pandemia que los dejó huérfanos de pacientes durante casi un año. En una charla con Perfil anticipan que la reticencia de los pacientes en acercarse a sus controles durante el 2020 tendrá su correlato en cifras duras en el futuro, aunque aún es pronto para analizar.
Entre tanto, el Dr Becher recorre los comienzos y anticipa qué se puede esperar en el futuro de la salud urológica en el país.
Algo de historia de CDU
El Centro de Urología comenzó en los “dorados” '90 con el auge del 1 a 1. Hoy, 30 años después, el Dr Becher, explica que lo que surgió casi como una idea “soñadora” de tres amigos que se conocieron haciendo su residencia, pudo decantar en el mayor emprendimiento privado del área pero hubo que ponerle mucho "músculo y cabeza" a la idea. "Éramos tan solo 3 médicos, y aprendimos a ser empresarios", explicó.
¿Qué es el programa PyMEs verdes que impulsó el Ministerio de Desarrollo Productivo?
“Nos conocimos en el año 1984 en el Hospital de Clínicas, haciendo la residencia. Luego cada uno hizo su especialidad en el exterior y yo fui el último que regresó al país a fines de 1989, cuando comenzaba una política diferente. En los '90 nos reuníamos de forma totalmente informal y empezamos a sumar algo de tecnología, incorporando estudios además de consultas. Ya para 1991 decidimos formar el Centro de Diagnóstico Urológico SRL”, recordó.
En el '93 se trasladaron a un lugar más importante y ya en el 1999 se mudaron al edificio que hoy ocupan en la avenida Córdoba al 2400 de la Ciudad de Buenos Aires.
"De un pequeño consultorio, con mínima estructura de diagnóstico del comienzo, para fines de los '90 nos ampliarnos hacia el edificio que hoy ocupamos. Ya en el '99 terminamos de remodelar y cambiamos de ser tres médicos con algún ayudante haciendo estudios en un piso a tener un edificio con estructura quirúrgica propia", relató.
- Recién comenzaban a asentarse como empresa cuando llegó la crisis de 2001 ¿Cómo lograron sobrellevarla?
- En 2001 debíamos 3 millones de dólares, algunos en el país y otros de préstamos en el exterior. Nos cruzó de lleno una crisis enorme, pero despacio fuimos honrando las deudas contraídas y aprendiendo. Nos supimos asesorar. Hoy seguimos siendo los mismos socios y no tenemos inversiones extra médicos y logramos estar a la cabeza de la especialidad.
- ¿Qué características tiene el Centro hoy y en qué innovaron?
- Contamos con 4 quirófanos, 13 habitaciones de recuperación y salas de procedimientos. Hemos podido transformar la urología clásica “abierta” en cirugía de alta complejidad ambulatoria. Hoy más del 90% de nuestros pacientes logramos operarlos en nuestro centro con buena tecnología en forma ambulatoria, y para el resto operamos en los centros de salud donde los pacientes tienen convenios con sus prepagas con grandes cirugías robóticas.
- ¿Cuántos profesionales trabajan y en qué disciplinas?
- Hoy somos 22 urólogos porque cubrimos la urología general y tenemos especialistas en cada subespecialidad como la urología femenina, el tratamiento de incontinencia de orina, las disfunciones sexuales, la parte oncológica de la urología y la litiasis (cálculos renales), entre otras. Somos 40 profesionales, además hay anestesistas, especialistas en diagnóstico por imágenes y varios más. También hacemos estudios de diagnóstico y tratamiento de abordaje a ciertas patologías que han cambiado mucho en los últimos años.
- ¿Qué tratamientos cambiaron exponencialmente?
- Bueno, en especial lo que se llama el tratamiento focal del cáncer de próstata. Somos pioneros en Argentina en el uso de este tratamiento, con diferentes tecnologías, incluso robótica.
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- ¿Qué pasó el año pasado con la pandemia con los estudios de control?
- En su momento cayeron muchísimo. El año 2020 fue muy raro para la salud. Nosotros pudimos manejarlo bien. Nunca cerramos la clínica porque no le restamos recursos al sistema ya que no tenemos terapia intensiva y los respiradores son los de quirófano, con lo cual no dejamos de trabajar ni un día, pero el volumen cayó estrepitosamente. La cantidad de paciente que dejaron de controlar sus problemas oncológicos fue enorme y muchos la están pagando este año con progresiones de la enfermedad. No siempre es tarde, lo importante es que el paciente vuelva y se controle. Pero, en general, se ha perdido un año importante para la salud.
- ¿Se ve ya el impacto del 2020 perdido para el área de la salud?
- No...creo que nos va a llevar un par de años evaluar el impacto de los pacientes que no se controlaron o no concurrieron a la consulta el año anterior. Es temprano para sacar conclusiones pero uno ve esa tendencia.
- Entre tanto adelanto científico ¿Cómo fue la evolución de los tratamiento en el área?
- Cuando empezamos nunca soñamos que el hombre se podría operar la próstata por agrandamiento de forma ambulatoria. Era ciencia ficción y ahora los pacientes se operan con láser y a las 3 horas están en su casa. Ha cambiado de una manera inimaginable. También en la parte de disfunciones sexuales, antes pensar una pastilla para la erección era fantasía o bien el tema de los implantes. El cambio es increíble.
- ¿Hacia dónde apunta la medicina en el área?
- La urología tiene mucho que ver con la calidad de vida. Los pacientes que tienen problemas prostáticos la pasan mal y esto afecta claramente su calidad de vida. Al igual que las disfunciones sexuales, pero hay muchísimos tumores urológicos también. De hecho, el cáncer de próstata está en la segunda y tercer causa de muerte en varones mayores de 50 años. La investigación va mucho por ese lado, en especial por el diagnostico temprano para la sobrevida y la calidad de vida para las otras disfunciones.
Cuestión de empresas
Uno de los temas que el Dr Becher trae a la charla está relacionado con el tema de ser empresario, más allá de especialista de la salud. Y la necesidad que se plantea en economías como la Argentina, dominada cíclicamente por las idas y vueltas de la macro.
En la actualidad, el valor de las prestaciones desde las empresas de medicina pre paga muestra un atraso importante que complica la actividad de los centros de salud grandes y chicos.
"Nuestro trabajo en el instituto es 90% por financiadores de medicina prepaga. El trato con las coberturas es permanente y es sabido que los valores están muy atrasados. Entendemos que las prepagas deben navegar entre lo que le pueden cobrar a sus afiliados y lo que tienen que gastar; y las instituciones médicas tienen sus salarios ajustados de manera diferente a lo que tienen de sus coberturas, con lo cual hay una crisis enorme. En especial con las instituciones más grandes y hay coberturas médicas que pagan a los 120 días.
El tema ajuste de valores más la inflación es fatal, pero la idea es tirar para adelante. Hay momentos mejores y peores..
- ¿Tienen problemas para importar equipos?
- Permanentemente, aunque no lo hacemos nosotros sino los distribuidores de equipamiento en el país. Este año, por ejemplo, tuvimos un equipo para el tratamiento del cáncer de próstata parado 3 meses porque no llegaban repuestos. No se ponía de acuerdo el distribuidor con ANMAT, por las trabas para importar. Es increíble que haya trabas para importar insumos médicos. Cosas que no se producen en el país, no le sacan el trabajo a nadie. En la salud lo sufrimos el hecho de tener equipos parados y dificultad para ingresar lo que se compra.
- ¿Cuáles son las proyecciones?
Lo que ambicionamos es poder crecer acorde a la modernización de la tecnología. Es inevitable que esto va cambiando, que las nuevas tecnologías van cambiando la calidad de vida de los pacientes porque van facilitando los tratamientos que se tornan más efectivos y mas seguros. Como vivimos este cambio enorme, los que nos sigan verán estos cambios en forma exponencial. Es imparable el futuro y en nuestros países, con las limitaciones que tenemos, debemos tratar de incorporar lo que sea lógico. Necesitamos, al menos, si no hay apoyo, que no nos pongan trabas para traer esa tecnología.