Darío Epstein se convirtió en el tercer integrante del Consejo Económico de Asesores de Javier Milei. Junto a los ex funcionarios menemistas Carlos Rodríguez y Roque Fernández, diseñará la hoja de ruta del líder de La Libertad Avanza en caso de que logre imponerse en las elecciones presidenciales.
De larga trayectoria en el mundo de las finanzas y los mercados de capitales, Epstein también incursionó en el sector público como director de la Comisión Nacional de Valores (CNV) entre 1992 y 1994. Durante el auge del menemismo, formó parte de los equipos que pergeñaron la ingeniería financiera de las privatizaciones que caracterizaron a la década del 90.
Recién cruzó destinos con Milei hace un par de años cuando lo invitó a participar de un evento para recaudar fondos con el objetivo de asistir a niños huérfanos. Desde entonces, forjaron un vínculo profesional que redundó en su incorporación al equipo del precandidato a presidente.
"Darío se suma al consejo desde su expertise financiera. A partir de los desafíos financieros que dejará planteado el actual gobierno, y sumada a mi férrea convicción de terminar con la inflación y extirpar el riesgo de hiperinflación, profundizaremos los trabajos en términos de avanzar hacia la dolarización", explicó el diputado nacional en un documento público.
En diálogo con Perfil, el analista financiero contó que selló su adhesión a la causa en una reunión de cuatro horas con el dirigente libertario en la que se discutieron los principales lineamientos del programa por etapas que implementaría de consagrarse ganador de los comicios.
En tal sentido, el ex titular de la CNV dejó varias definiciones acerca de las chances concretas de efectuar una dolarización de la economía argentina, el destino del Banco Central en una hipotética presidencia de Javier Milei, la gestión económica del Frente de Todos y el horizonte de posibilidad de una hiperinflación en los próximos meses.
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-¿Por qué decidió sumarse al equipo de asesores de Javier Milei? ¿Qué puede sumarle?
-La invitación que me hizo fue interesante. Él armó un tándem muy bueno al que yo admiro mucho: tanto Carlos Rodríguez como Roque Fernández. Son dos economistas extraordinarios con antecedentes muy buenos en la función pública. Mi expertise es financiero. No solamente hice un MBA en Estados Unidos sino que trabajé siempre en finanzas. Tengo un paso por el sector público y creo que le agrego algo al grupo: una perspectiva desde otro ángulo. Sobre todo desde en un país que está tan asfixiado por la deuda y le falta dólares y le sobra pesos.
-¿Cómo funciona el Consejo Económico de Asesores?
-Esto está operativo. El 10 de diciembre si Javier gana invitará a sus ministros, que no necesariamente saldrán de este Consejo. Carlos y Roque vienen trabajando hace rato. Yo me acabo de incorporar ayer. Es ad honorem. Me gusta remarcarlo porque hay 0 pesos. Solamente hay ideas y ver cómo se implementarían, en qué plazo y dónde hay que tocar. Hay mucho por hacer y hay que bajarlo a tierra.
-¿Cuál es su mirada sobre una eventual dolarización?
-Para dolarizar, se precisan 35 mil millones de dólares. Ese es el primer escollo. Sin ese monto, una dolarización limpia es muy complicada. Si bien creo que es un objetivo de él inmediato, lo que surgió de la charla de ayer es que su prioridad en el día uno es bajar el gasto público en un 5% del Producto Bruto Interno (PBI). Esos cinco puntos no son caprichosos. Juntos, son el déficit operativo más los intereses que se pagan por la deuda. Si se logra ese equilibrio bajando cinco puntos, tenés margen de maniobra.
-¿Cómo se realizaría ese recorte?
-Con una reforma del Estado que implica reducir el gasto público e impuestos. Caída 5% del déficit. Es necesario eliminar regulaciones para facilitar que la gente pueda trabajar, comerciar y abrir mercados. Rápidamente reforma laboral para adelante y precisas una apertura comercial unilateral. Eso implica eliminar muchas de las distorsiones actuales de precios. Y ahí pongo dolarización también. Argentina hoy tiene totalmente cerrado el acceso a los mercados internacionales de deuda. A ningún precio. Ni al 50% de tasa anual. No tiene acceso. Entonces tenés que reinsertarte si querés fondos.
-¿Cuáles serían los rubros apuntados para el ajuste público?
-Milei apunta a obra pública, a algunos subsidios, a reducir los ministerios y pasar a ocho, a jubilaciones de privilegio y a las empresas públicas que tienen un déficit muy grande. Me dijo que sobra mucha gente en el Estado y hay muchos planes sociales. Pero cuando sea presidente, si tenemos un 50% entre pobres e indigentes dijo que no puede entrar con un hacha a sacar gente. No es su prioridad entrar y hachar gente del sector público ni cortar los planes sociales desde el día uno porque entiende que ante una crisis económica, es necesario.
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-¿El plan implica el levantamiento del cepo cambiario?
-Milei está pensando en una apertura comercial casi inmediata. No hablamos del cepo ni del tipo de cambio ni de devaluación. Son temas que quedaron pendientes para una próxima charla. Pero si lo vi con la idea fija de bajar el gasto público 5 puntos.
-¿Hablaron sobre la posibilidad de eliminar el Banco Central?
-Lo que realmente quiere eliminar si o si es la emisión monetaria. El juego que hace el Banco Central financiando al Tesoro con la excusa de la política monetaria. Para él, esa es la causa madre de la inflación y si o si hay que eliminar eso urgente. Después hay otras funciones del BCRA de las que no hablamos pero que entiendo que podrían quedar. La Superintendencia de Bancos, que es la que regula el funcionamiento del sistema financiero y hace la fiscalización, no tendría por qué desaparecer. Incluso el rol de interlocutor con el FMI orgánicamente. De lo que él está hablando básicamente es el rol que tiene hoy el Banco Central emitiendo plata para financiar al Tesoro. Eso es lo que lo irrita. El BCRA sigue emitiendo pesos que la gente rechaza porque el peso no sirve para nada y lo ocurre es que hay inflación, que daña siempre al que menos tiene.
-¿Se baraja la posibilidad de modificar la ley de movilidad?
-No en el corto plazo. Hoy tenés unos 6 millones de empleados privados y una gran cantidad de empleo informal. Si se hace una reforma laboral hacia adelante, probablemente se pase de 6 millones de empleados en blanco a entre 10 y 14 millones. Y aún bajando los impuestos al trabajo, deberías recaudar mucho más. Hoy hay un déficit previsional que puede estar en el orden de 3% del PBI. Si se estabiliza, probablemente se recomponga la jubilación de la gente.
-¿Está a favor de la privatización de empresas públicas?
-Ahí tenés un 1% del PBI de déficit anual. No sé si la palabra es privatizar o cerrar. Claramente es un tema a resolver. No se puede seguir subsidiando empresas deficitarias. ¿Para qué? ¿Cuál es el objetivo? Son temas que hay que resolver. La gente no puede con sus impuestos seguir pagando empresas que pierden plata. No tiene sentido. El rol del Estado no es de empresario.
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-¿Qué piensa en términos políticos del proyecto de Javier Milei?
-Lo veo desinteresado en su situación personal. Él quiere sacar esto adelante. Si gana, estará un término y, si hace falta, una reelección. Después se va a su casa. No lo veo con una fijación de eternizarse en el Estado.
-¿Usted volvería a ocupar un cargo público en caso de que Milei sea presidente?
-Lo veremos el 10 de diciembre. En su momento, cuando asumí, estaba solo. Hoy tengo una familia y tengo tres hijas. Entonces ya no es una decisión mía solamente. Así que eventualmente si llega una oferta para ser funcionario activo del Gobierno, lo tendrá que charlar con mi familia esta vez. Ya no es más una decisión personal.
-En cuanto a la gestión del Gobierno, ¿cómo evalúa la gira de Sergio Massa por China?
-La veo lamentablemente necesaria. Ojalá no lo hubiera sido. Está llegando el fin del mandato de Alberto Fernández muy apretado de dólares. Si no consiguen acuerdos como el que trataron de hacer con Brasil, China o el FMI, va a repercutir mucho en el comercio exterior y potenciar una recesión que sería inconveniente a esta altura del camino.
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-¿Qué piensa sobre la renovación y el uso del swap chino?
-Es una idea creativa que permite comerciar con crédito. Usan una moneda de cambio que le sirve a China, que está buscando desplazar al dólar como moneda de intercambio mundial. Argentina, como contrapartida, consigue algo de crédito por lo menos para importar productos, cosa que en este momento necesita. Desde esa perspectiva, sirve para todos. Pero hace que la herencia sea bastante más pesada porque seguimos debiendo plata, ya sea stock privado o público.
-¿Cómo ve la negociación con el Fondo Monetario Internacional? ¿Lo discutió con Milei?
-Con Javier no hablé del FMI. Por mi trabajo, me toca interactuar con Estados Unidos y veo que el Fondo tiene voluntad o vocación de ayudar a que la transición llegue a un buen puerto.
-Por último, ¿ve factible la posibilidad de una espiralización de la suba de precios que termine en hiperinflación?
-La dinámica inflacionaria está acelerándose. El riesgo más grande que estamos enfrentando se ve en las internas políticas. Una chispa puede disparar una hiper porque las condiciones económicas están ahí. Hay que ponerle un poco de cabeza fría a la situación y estas internas que estamos viendo muestran una ausencia de poder importante, tanto en el partido gobernante como en la oposición. Espero que se solucione pronto para evitar cualquier chispazo.
mf / lm / ds