Roberto Gargarella opina que la creciente adhesión a Javier Milei no se corresponde, en lo ideológico, con el plan económico que llevará adelante si es elegido. "Quieren vocación por el cambio brusco, pero que no sea con un ajuste que afecte demasiado", sintetizó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿El fallo de la Corte, poniendo límites a las reelecciones, nos está anticipando algo más en cuanto al actual y el futuro gobierno?
Efectivamente, esto viene desde el pasado, estos miembros ya pronunciaron varias veces sentencias en relación a las reelecciones. Hay una tensión y conciencia generaliza al respecto de que hay un problema significativo del estado de la democracia.
Incluso los mismos jueces son conscientes de la débil legitimidad que ellos mismos tienen y, al mismo tiempo, que la tienen que reforzar. En el caso de Carlos Rosenkrantz es más claro, pero todos los miembros han preparado este terreno, saben que lo importante ya ocurrió. Allanaron el camino para que esta visión se extienda y profundice, lo cual me parece muy bien.
¿O sea que creés que cualquier reelección indefinida va a ser declarada inconstitucional?
Hay una clara decisión de asentar esto como uno de los compromisos fundamentales de esta Corte hacía el futuro. Aunque no sé si será en el caso inminente de Formosa.
Ellos han notado que esto tuvo una buena percepción social, lo cual es importante en este momento donde se ven con la legitimidad golpeada.
¿Cuánto hay del pensamiento de Nino en Carlos Rosenkrantz?
Me ponés en una situación difícil. El legado está muy firme, pero también es cierto que se desarrolló de manera autónoma de lo que era la visión de Nino, quien, en la Corte, hubiera hecho una jurisprudencia radicalmente liberal.
En el caso de Rosenkrantz, veo un enfoque más liberal-conservador en el modo de cómo interpreta la Constitución. Tiene esa idea de insistencia con el precedente y las tradiciones, pese a que puede ser muy problemático. Sin duda hay elementos presentes, pero no fue la marca distintiva de su jurisprudencia.
¿Creés que la Corte será más dura con un eventual gobierno de Milei que lo que podría serlo con una nueva gestión del Frente de Todos o, incluso, con Gildo Insfrán?
Es poco posible un gobierno de Milei. Los minutos que duró López Murphy como ministro son un indicativo de algo que reflejan las encuestas: la Argentina puede querer cambios súbitos pero si son de un cierto tipo.
¿Es decir, pensás que Milei puede ser electo, pero que inmediatamente después tendría que terminar renunciando porque sería inviable su gobierno?
La sociedad argentina no se traga cualquier cosa. Hoy leí algo sobre estas dos cosas, la vocación por el cambio brusco pero que no sea un ajuste que afecte, todo al mismo tiempo.
¿Cuánto de eso vale también para Juntos por el Cambio, en la idea de plantear reformas monetarias o modificaciones estructurales que impliquen, por ejemplo, captura de renta de depósitos?
Lo que veo como viable en nuestro país es una mesa de acuerdo muy extendida y la Corte avalando casi cualquier cosa que salga de ahí. La Corte está preparada para ser deferente de aquello que tenga un fuerte respaldo político, no la veo combatiendo.
¿Esta es la primera vez en Argentina que veo una Corte totalmente autónoma de uno u otro partido?
Veo una cierta insistencia con el camino procedimentalista, lo cual es correcto para el control judicial. Hace rato viene diciendo algo así como “sobre la cuestión sustantiva que se haga cargo la política, yo me encargo de la cuestión procedimental”. Hasta ahora es un control procedimental sobre el escándalo, y está bien como primer paso.
El voto de Rosenkrantz mostró la dinámica del proceso, porque empieza a demostrar que esto es importante controlarlo, empieza a golpear a las otras fichas. Hay un compromiso republicano: federalismo sí, pero atado a el respeto del principio de declaraciones, garantías y un sistema representativo republicano. Por una cuestión de prudencia, no sé cuánto van a avanzar, pero lo harán.
AO FM