La pandemia ha significado un punto de inflexión en el mercado laboral. Las personas en general, pero más acentuado en los más jóvenes, desestiman trabajos o buscan salir de los entornos y ecosistemas empresariales, tradicionales, rígidos e incompatibles con los valores y creencias más profundas de lo que aspiran.
De continuar esta tendencia, creo que estamos transitando un cambio de paradigma profundo en relación a la oferta y demanda del mercado laboral.
Por un lado, observamos el movimiento y reactivación que presenta el mercado laboral.
El año 2020, producto de la crisis del Covid-19, fue un año donde, salvo posiciones esenciales y core para los negocio o áreas como sistemas, nuevas tecnologías, ecommerce y rubros como logística, fueron pocos los procesos de búsquedas activos ya que las empresas tenían sus operaciones restringidas y la gente se encontraba “aferrada a su silla hasta que la crisis pase”, o al menos hasta tener mayor grado de certidumbre.
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El 2021 presentó mucho más movimiento, sobre todo en el segundo semestre, y muchas empresas tuvieron que redoblar sus esfuerzos para retener a sus talentos, puestos y personas claves, conscientes de que, si en contextos adversos se perdían puestos y recursos difíciles de sustituir, la dificultad sería aún mayor.
El comienzo del 2022 es un año con un fuerte movimiento en el mercado laboral, lo fue desde el comienzo del mismo, incluso siendo una época atravesada por recesos y vacaciones.
Cambio de paradigma también para los empleados con el Work & Life Balance
Por otro lado, algo similar sucedía con los colaboradores que, frente al contexto de incertidumbre, se encontraban “fuertemente aferrados a sus sillas” y lentamente el 2021 les fue permitiendo “animarse a mirar” qué ofrece el mercado laboral y a escuchar las ofertas.
Más allá del salario, que es el factor motivacional por excelencia, la crisis del Covid-19 también potenció algo que las nuevas generaciones venían impulsando muy fuertemente, que es la valoración del Work Life Balance. Estos aspectos son cada vez más importantes para las personas a la hora de elegir una propuesta por sobre otra o decidir cambiar de empleo.
Uno de ellos es el esquema de trabajo, es decir, si la modalidad es presencial, remota o esquema híbrido. Aquellas empresas que están trabajando de forma presencial (hablando de posiciones que puedan trabajar de forma remota), corren una fuerte desventaja para la atracción y retención de candidatos, incluso con salarios muy competitivos.
Atracción y retención de talento: crece la cantidad de empresas que "dolarizan" sus salarios
Esto se debe a que muchas personas pudieron ver que aquello que hacían en la oficina, podían hacerlo desde su casa con los mismos o mejores resultados, pero ahorrando tiempo, mayor calidad de vida y dinero.
El horario flexible es otro aspecto dentro de las prácticas de Work Life Balance que es altamente valorado por los colaboradores a la hora de escuchar propuestas. Por supuesto, depende del tipo de negocio y posición, pero la flexibilidad en términos generales es muy valorada, con orientación más a resultados y objetivos.
Se han visto también algunos casos donde la crisis los ha impulsado a desarrollar proyectos propios, decidir trabajar de forma independiente o cambiar el rumbo de vida. Muchas personas se han ido de las grandes ciudades, han vuelto a sus lugares de origen en el interior del país o han adoptado los espacios verdes y casas de fines de semana como lugar de vivienda más permanente, y ante el regreso a la oficina, han tenido que poner en la balanza si hacerlo o cambiar / renunciar a sus empleos (o renegociar las condiciones de contratación si fuera posible).
En este nuevo mercado laboral, ¿Cuáles son los mayores desafíos para las empresas? Comprender que el paradigma cambió y que hoy ya “hay recetas” viejas que no funcionan, que deben “escuchar el susurro de los vientos de cambio” antes de que pierdan personas y talento clave para sus negocios.
Por supuesto que algunos aspectos no son posibles en todos los rubros ni posiciones y cada organización deberá hacer un delicado balance, pero comprendiendo el cambio social que esta crisis trajo aparejada y verlo, al igual que a la digitalización y transformación digital, como una gran oportunidad.
*CEO de Hucap