El 90% de los trabajadores informales en Latinoamérica podría estar en situación de pobreza relativa a causa de la crisis generada por el Covid-19. Se trata de 140 millones de personas que sufren una caída de sus ingresos medios a menos de la mitad, según detalló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entre las recomendaciones de política el organismo apunta a transferencias directas del Estado que permitan paliar la caída de los salarios por las medidas de aislamiento social obligatorio, medida que el Gobierno tomó en marzo, cuando presentó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). La implementación se demoró y hay beneficiarios que todavía no lo cobraron. "Es difícil calcular el impacto en la pobreza, aunque no hay dudas de que creció", reconoció el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
"El Ingreso Familiar de Emergencia evitó una caída transitoria de 2.1 millones de personas en la pobreza y 2.7 millones en la indigencia”, dijo el ministro de Economía Martín Guzmán durante su presentación de ayer en la Universidad de Columbia. La ayuda, de $ 10 mil por grupo familiar a la que aplicaron unos 10 millones de argentinos y que cobrarán cerca de 9 millones, está por debajo de los ingresos necesarios para no ser indigente. Según la medición de marzo del INDEC, una familia tipo necesita $ 17.400 pesos por mes para cubrir las necesidades alimentarias básicas.
Daniel Arroyo: "Es evidente que la pobreza está aumentando"
"Morir de hambre o por el virus", plantea la OIT, que esta semana, en una conferencia conjunta con la Organización Mundial de la Salud advirtió, de todas formas, que el retorno a la actividad debe ser gradual y controlado para evitar la vuelta de la cuarentena. "La pobreza de los trabajadores informales aumentará hasta un 56% por la pandemia", indicaron sobre la dicotomía ingresos o actividad.
Los riesgos se intensifican en América latina por los altos grados de informalidad y los ingresos "día a día" de casi el 50% de la población. "Las medidas de contención no pueden ser aplicadas eficazmente porque estos trabajadores necesitan trabajar para alimentar a sus familias. Esto compromete los esfuerzos de los gobiernos dirigidos a proteger a la población y luchar contra la pandemia y pueden convertirse en fuente de tensión social en países con una importante economía informal", detalló la organización a cargo de Guy Ryder.
El 75% del empleo informal a nivel mundial tiene lugar en empresas con menos de 10 trabajadores, incluido el 45% de trabajadores independientes que no cuentan con otros empleados a cargo.
Los recursos contra la violencia de género durante el aislamiento
Trabajadoras. Una vez más las mujeres están entre los grupos de trabajadores más perjudicados. Para los 67 millones de trabajadores de casas particulares del mundo, que en su mayoría mujeres, más del 70% también está en la informalidad. Muchos no han podido trabajar, bien sea por solicitud de su empleador o por cumplir con las medidas de confinamiento. En la Argentina, las trabajadoras deben seguir cobrando aunque no puedan concurrir a los lugares de trabajo.
El escenario de precariedad para los trabajadores migrantes existía antes de la pandemia y se complica aún más. Según los datos de Amnistía Internacional Argentina, más del 80% de las personas migrantes no accedieron al Ingreso Familiar de Emergencia. Los datos provienen de una encuesta que agrega que casi la mitad no pudo registrarse y a un 30% que pudo hacerlo, no le fue otorgado el IFE.