Más de una vez hemos escuchado que el problema del país "es más político que económico", en tanto se requiere de un consenso generalizado en una gran mesa de concertación, para avanzar en cuestiones estructurales del país, entre ellas el empleo, la educación y la cuestión impositiva, entre tantas otras.
Y tal parece esta visión la comparten muchos empresarios de la Argentina. Al menos es lo que sobrevoló el conversatorio que tuvieron esta mañana el presidente de la CAME, Alfredo González, y sus pares de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Daniel Funes de Rioja y Natalio Mario Grinman, respectivamente.
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Vale recordar que los presidentes de estas tres cámaras empresarias de la industria, el comercio y los servicios se reunieron en CAME, en un encuentro bastante inédito - aunque promete no ser el último-, y allí debatieron sobre las problemáticas que enfrentan las empresas argentinas.
Claro que también buscaron evaluar soluciones, aunque dejaron bien en claro que quieren formar parte de la agenda de temas, pero no de la política. Incluso criticaron con dureza la "incapacidad absoluta" de la la dirigencia y se comprometieron a realizar acciones en conjunto para negociar con las autoridades.
Por qué no se habían reunido hasta ahora
Uno de los primeros temas en abordarse fue por qué no se habían reunido antes las tres cámaras. Aunque si hay más fluidez entre algunas de ellas, como la CAME y la CAC. De todos modos, el anfitrión de la jornada destacó más las cosas que los unen de las que los separan: "Tenemos más puntos en común que desencuentros. Y esta jornada es un punto de partida para llevar cuestiones en común a la mesa de negociaciones. Es un diálogo que se va a ampliar seguramente con el sector sindical", aseguró el titular de la CAME, respecto a las tres entidades.
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González se refirió también al tema político: "Hay una crisis política de credibilidad que complica a la actividad productiva. Necesitamos diálogo, porque los temas no se pueden debatir más en la televisión que en el Congreso. Creo que tenemos un problema político más profundo que el económico", aseguró.
A su turno de Funes de Rioja consideró como altamente relevante que las cúpulas empresarias trabajen en forma coordinada, sobre lo cual explicó que "significa un mensaje frente a la política, que es la que decide nuestra vida económica".
"Si queremos que haya diálogo político y que haya construcción de políticas de Estado, empecemos nosotros tratando de construir", enfatizó el dirigente que se refirió al "Libro Blanco" que elaboraron en la entidad que preside a fin de mostrar un aporte de hacia adónde se deberían dirigir los cambios. Además, señaló a la política como el meollo de los contratiempos. "El gran problema argentino es político. Es un tema de convivencia. Nos estamos peleando desde 1810", destacó.
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Por su parte, Natalio Mario Grinman. titular de la CAC fue más enfático. "Hay una incapacidad absoluta de la política", detalló. Y agregó: "Desde 1930 estamos cuesta abajo. Es que cuando la política busca responsables en otros lados permanentemente, refleja en realidad que los políticos son ineficientes. Siempre buscan un culpable", destacó,
Y en la línea argumentó: "Esperamos que se den cuenta de la importancia del diálogo, ya que nada se puede construir a través del enfrentamiento", remarcó.
Para el empresario, "no existe ninguna posibilidad de tener un país normal sin contar con un sector privado. Y eso no lo entienden desde la política".
En consecuencia, propuso que los empresarios trabajen juntos en los problemas que los aquejan. "El objetivo es acordar cosas entre las principales cámaras empresarias del país. Es una señal que enviamos a la política, cuya dirigencia deja mucho que desear", sentenció.
¿Un país a favor o en contra de los empresarios?
Durante el encuentro, más de una vez los dirigentes se refirieron al sesgo anti empresario que perciben en el país, en gran medida por las trabas a las que son expuestos tanto en materia impositiva como burocrática.
En eso Grinman fue categórico y reconoció que la Argentina es le país del no. "El Estado es la máquina de impedir", reconoció. Además, agregó: que "hay poca confianza" y expresó: "No se puede invertir y por eso queremos dar este mensaje: que se entienda que solo se puede construir a través del diálogo, no de la confrontación, no del pensamiento único".
También dijo que la Argentina "se transformó en un país planero y eso hay que acomodarlo. Hay que generar una política previsible a diez años de plazo para salir de esos planes sociales que se crearon hace 20 años", señaló.
LR