Deuda externa. Tema caliente. Hagamos foco en el principal fondo acreedor, BlackRock, conducido por Larry Fink, un hombre que tiene muchísima influencia en la Casa Blanca. Se trata del principal fondo de administración de carteras de inversión del mundo, con más de 7 billones de dólares, y además es el agente financiero de la Reserva Federal.
¿Por qué Black Rock tiene una posición tan dura en la negociación con nuestro país? En realidad, no es por el caso específico de la Argentina: es que el “caso argentino” pasa a ser testigo para el resto de las negociaciones de deuda que tiene pendiente este fondo.
¿Y por qué tiene esas otras renegociaciones pendientes? Porque la crisis global desatada con la pandemia, produjo crisis financieras en países y en empresas que contrajeron, respectivamente, deudas soberanas y deudas corporativas.
El modo en se negocie la deuda argentina va a ser el antecedente para otras 30 ó 40 renegociaciones que tiene pendientes. Por eso pasan a ser muy importantes las condiciones, tanto financieras (quitas de capital, bajas en las tasas de interés y estiramiento de los plazos) como legales, que hoy resultan centrales. ¿Por qué? Porque, en el caso eventual de un futuro default, esas condiciones van a determinar quién estará en mejores condiciones para negociar.
La Argentina plantea, en base al respaldo del Fondo Monetario Internacional y del Instituto Internacional de Mercados de Capitales, sujetarse a normas que ya son aceptadas a nivel global y que protegen a los deudores, surgidas tras el conflicto con los fondos buitres en 2015, durante la gestión de CFK. Ese es el punto central que hoy está trabando la negociación.
(*) Economista, periodista. La columna fue tomada del formato audiovisual.