Dogecoin es una criptomoneda cuyo origen se sitúa en el año 2013 de la mano de un programador de IBM, quien la creó con el objetivo de ironizar acerca de la fiebre que se vivía por las criptomonedas en aquel entonces.
En lo que lleva transcurrido del 2021 (year to day), evidenció un crecimiento exponencial en torno al 6500%, ubicándola en el selecto top 10 de las criptomonedas con mayor capitalización de mercado (USD 40B).
Dogecoin sube más de 5.000% en 2021
Sin embargo, es importante mencionar que Dogecoin tiene 2 importantes desventajas comparativas respecto de otras alternativas en el segmento cripto si se la compara con monedas como Bitcoin, Ethereum o Cardano:
- No posee un proyecto que justifique su origen; no tiene un fin real establecido, quitándole un argumento cualitativo que le otorgue valor
- No posee un límite preestablecido en la cantidad de minado que la deja expuesta a potenciales excesos de oferta que lleven a la baja su precio debido a la falta de argumentos cuantitativos originados en su expansión indefinida en materia de moneda circulante.
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Por lo tanto, si bien en mercados aún tan poco desarrollados en materia de análisis histórico como lo es el de las criptodivisas es muy complejo hablar de “burbujas” ya que dicha percepción aparece y desaparece virulentamente al compás de la volatilidad en los precios observados, la falta observada de valor real fundamentado tanto en aspectos cualitativos como cuantitativos invita a tomar una posición conservadora frente a esta criptomoneda tan particular.
* Gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores, miembro de TGS Global
