La salida de Eduardo Rodríguez Chirillo de la Secretaría de Energía generó distintas reacciones en el Coloquio de IDEA, en donde los empresarios esperaban señales de acercamiento entre el oficialismo y los aliados macristas. Los almuerzos secretos que organizó la entidad para un grupo selecto del establìshment sólo tomaron un costado público para dejar ver que en la designación de María Tettamanti en ese cargo clave de la economía surgió como un principio de entendimiento político, reclamado por el sector privado.
Luego de elogiar la gestión de Rodríguez Chirillo y de desestimar un conflicto interno como argumento de su salida, el secretario coordinador de Energía y hombre fuerte de IDEA, Daniel González, admitió que fue parte de la estrategia de la llegada de Tettamanti: “Yo acerqué su nombre”. Además, el funcionario libertario, quien participó de un almuerzo en un restaurante a la vera de la playa marplatense Las Toscas, aclaró que “no se trata de un cambio, sino de una ratificación del rumbo”.
La noticia se conoció en plena realización del 60º Coloquio de IDEA y fue el expresidente Mauricio Macri quien blanqueó un acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza como mar de fondo de la intempestiva salida de Rodríguez Chirillo. “Nos han pedido colaboración en términos de reforzar el equipo de Energía”, sostuvo el líder de la oposición dialoguista, quien, sin embargo, dejó críticas al Gobierno por la “falta de gestión” en algunas áreas clave. Esas definiciones fueron deslizadas en el almuerzo que mantuvo en un prestigioso restaurante del centro de Mar del Plata.
Despejar la sombra de la parálisis kirchnerista
Según fuentes empresarias, consultadas por PERFIL, la salida de Rodríguez Chirillo “se apuró en las últimas horas, porque estaba pensada para más adelante”. El CEO de una empresa energética confesó que “las charlas y las negociaciones del último tiempo estaban en manos de González”, aunque admitió que fue “sorpresiva” la renuncia, porque “también estaba al tanto de las negociaciones”. “No era el único que tomaba decisiones, pero estaba claro que debía compartir el poder con González, lo que demostraba que estaba perfilada la salida, pero aún tenía poder de acción”, sostuvo.
La movida del Gobierno generó “tranquilidad” entre los representantes de las empresas. Sucede que en los pasillos del Coloquio de IDEA muchos recordaban el “show de internas que paralizó al sector privado cuando se enfrentaron los camporistas y los funcionarios que respondían a (Martín) Guzmán y (Matías) a Kulfas”. “Fue una locura tener a funcionarios que se peleaban y que generaban tanta incertidumbre que era imposible planificar inversiones y dinamismo en un sector tan importante. Se perdieron años de desarrollo privado”, se lamentó la fuente consultada por este medio.
En las calles marplatenses corrían distintas versiones sobre la salida de Rodríguez Chirillo. Si había renunciado, si era una salida coordinada o si, en realidad, fue apresurada para despejar las internas. Su relación con el ministro de Economía, Luis Caputo, era tensa. Según dejaron trascender desde el sector privado, “existían diferencias sobre la velocidad para quitar los subsidios a los servicios públicos y su relación con el plan antiinflacionario del Ministerio de Economía”. “Toto no estaba dispuesto a tolerar un planteo que desalineara la planificación central para el orden macroeconómico”, dijo una fuente empresaria, con llegada al Palacio de Hacienda.
La política ordenó el tablero energético
El nuevo capítulo de renuncias en el Gabinete, a menos de un año de gestión presidencial, trajo más alivio que tensión en el círculo rojo. Sucede que detrás de la salida de Rodríguez Chirillo, quedó flotante el resurgimiento de un acuerdo político entre Macri y Milei. Ese punto fue parte de la agenda empresaria, que veía con malos ojos la tensión entre el oficialismo y la oposición dialoguista. “El orden macroeconómico que respaldamos se tiene que sostener políticamente, porque los ruidos internos pueden generar inestabilidad, a pocos meses del ingreso del año electoral clave para la nueva conformación del Congreso”, afirmó, off the record, uno de los ejecutivos de las empresas grandes que están en el Coloquio de IDEA.
El panel de los gobernadores encontró al catamarqueño Raúl Jalil, al entrerriano Rogelio Frigerio, al correntino Gustavo Valdés y al chubutense Ignacio Torres coincidiendo en la “necesidad de lograr consensos, a través de diálogos que lleven acuerdos sostenibles”. Hubo reclamos a la administración central, pero casi a coro reclamaron: “hay que darle la oportunidad de gobernar, porque estamos ante un momento bisagra”.
AM