Las cifras del INDEC para 2020 confirmaron lo que ya se sabía: la economía argentina se desplomó un 10 por ciento en 2020, como consecuencia de la pandemia y la cuarentena, que restringieron con fuerza el nivel de actividad económica durante gran parte del año pasado.
No llama la atención que el mayor retroceso haya ocurrido en el rubro de hoteles y restaurantes, con una caída del 47,1 por ciento. El segundo lugar entre las categorías que se derrumbaron lo ocupó la de transporte y comunicaciones, con un descenso del 19,2 por ciento.
La economía argentina en el laberinto
Sin embargo, la caída general no fue mayor, merced al desempeño de la actividad financiera, que creció un 11,2 por ciento, de la mano de la bancarización forzada que impuso la cuarentena.
La recuperación operada en el segundo semestre, por su parte, se reflejó en un aumento en el total del año tanto del comercio como de la industria y la construcción.
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Cabe señalar que los países que optaron por priorizar la continuidad de las actividades económicas tuvieron también retrocesos en sus economías, pero de menor magnitud.
Mientras la Argentina registró una caída del 10 por ciento, en los Estados Unidos sería de sólo el 3,5 por ciento; en Brasil, del 4,7 por ciento, y en Chile, del 6 por ciento, todas naciones con tasas de mortalidad por COVID-19 superiores a las de nuestro país. Un caso particular lo constituye el Reino Unido, que padeció una de las mayores tasas de letalidad y junto con una de las más importantes caídas de su producto bruto interno.
Víctor Beker
Director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano