El primer mes del ‘plan Sandleris’ cerró con el dólar en alza por el clima externo

Al cumplirse ayer el primer mes de gestión de Guido Sandleris en la conducción del Banco Central, el dólar cerró con una tendencia alcista en sintonía con un clima internacional adverso, aunque la noticia de la aprobación formal del acuerdo con el FMI atenuó la presión. El billete verde en el segmento minorista finalizó en $ 37,84, según el promedio elaborado por el Banco Central, o sea una suba de 6 centavos respecto del jueves, y un alza semanal de 31 centavos. Durante la semana, la divisa alternó jornadas de subas y bajas al ritmo del comportamiento de Wall Street, que también fluctuó.
En el terreno mayorista, el dólar cerró ayer en $ 36,84, es decir un repunte de 5 centavos frente al día anterior, y en la semana trepó 30 centavos. Gustavo Quintana, de PR Cambios, comentó que la divisa tuvo “fuertes fluctuaciones y marcada amplitud entre máximos y mínimos”. El operador precisó que el mínimo de $ 36,67 se registró “en el primer tramo de la jornada, cuando la oferta de dólares deprimió la cotización” pero “el contagio del complicado clima externo revirtió la tendencia de debilidad” y lo llevó a “un máximo de $ 37,02”, aunque al mediodía “la difusión de la noticia del acuerdo con el FMI diluyó la tensión, generando un recorte”. Fernando Izzo, de ABC Mercados, también vinculó el repunte del dólar “a un contexto financiero global complicado” que “contagió a toda la región”, pero remarcó que “al conocer los operadores del mercado la noticia del FMI descomprimieron la demanda”.

Leliqs. En la licitación diaria de Leliqs, el BCRA adjudicó $ 125.046 millones a una tasa de corte de 71,75%, inferior al 71,93% del día anterior. El economista Guido Lorenzo, de ACM, y el financista Christian Buleter advirtieron que vencían $ 135.644 millones, con lo cual quedó como saldo una expansión monetaria de $ 12.322 millones.  

Balance. Sandleris cumplió ayer un mes de gestión en el BCRA, donde implementó el 1º de octubre un nuevo plan monetario. Desde entonces, el dólar acumuló una merma de 9,63%. Los economistas consultados por PERFIL rescataron como “positiva” la calma cambiaria lograda, pero advierten que es a costa de una tasa alta que “no es sustentable en el tiempo”, y debería empezar a bajar a fin de año. De lo contrario, alertan por el riesgo “social y político”. El financista Christian Buteler planteó que “el tipo de cambio, que era lo urgente, logró controlarse a costa de la tasa” pero “el plan monetario es muy exigente, va a ser difícil de mantener en el tiempo por la presión social, porque esto genera una profundización de la recesión; el próximo debería ser bajar las tasas, acercarse por lo menos a 65%”.
Federico Furiase valoró que “se pudo estabilizar el dólar más cerca de la banda inferior que superior, cuando al principio del plan el mercado creía que iba a ir rápidamente al techo”, y dijo que el desafío es “una vez que la calma cambiaria baje las expectativas de inflación, reducir gradualmente la tasa sin que se escape el dólar y se acelere la inflación en segunda vuelta, y para eso es necesario que baje el riesgo país”. Guido Lorenzo, de ACM, también rescató que “se logró estabilizar, podría haber salido mal e irse al techo de la banda, pero ahora hacia fin de año debería empezar a bajar la tasa”.