El camino del crecimiento empresarial, profesional y personal pasa por resistir en los momentos críticos, con visión y foco orientados hacia el proceso sistémico. Los cisnes negros existen, con lo cual resulta imposible mantener el control definitivo.
Las empresas tienen mecanismos internos inasequibles o imposibles de alcanzar; algo natural ligado a su historia fundacional, propósitos iniciales, la misión y desviaciones sucesivas que se necesitaron generar. Estas variables actúan y van más allá de los organigramas y los sesudos planeamientos.
Inasequible no es sinónimo de inexistente. Cuanto más se tome en cuenta el concepto de inasequibilidad, las organizaciones dispondrán de mayor flexibilidad y capacidad de rápida respuesta.
Liderazgo: en las empresas no siempre prevalecen los más brillantes
Las organizaciones se agitan en tensiones permanentes por:
-
Procesos de aciertos y errores
-
Procesos de fracasos y éxitos
-
Procesos de pérdidas y ganancias
-
Procesos de ampliación de la visión.
-
Ampliación de la consciencia
-
Procesos que requieren aprender a escuchar a los que disienten (colaboradores incómodos, que las empresas quieren sacarse de encima. Estos fastidiosos deberían ser escuchados con otro oído. Se podría descubrir que estos están advirtiendo, proponiendo, anticipando. Ocurre que la mayoría de las veces, los que disienten esgrimen modos de comunicación impulsivos, precarios, incomodos…molestos)
Las organizaciones que dan lugar al disenso pueden transcribir lo que dicen los disidentes y transformar la disidencia en propuestas que pueden ser llevadas a los que definen los cambios.
Las empresas que lo hacen, son las que pueden asumir con coraje su futuro promisorio y creciente, tal como sucede con las llamadas Unicornios.
La urgencia del corto plazo
Las organizaciones al igual que la mayoría de las personas, actúan guiadas por la urgencia, el corto plazo. El supuesto básico para actuar así, es la necesidad de supervivencia. La imposibilidad de soportar perder (o no ganar).
Los que ganaron, son aquellos que pudieron esperar, perdieron en el corto plazo, para ganar y expandirse en el mediano y largo plazo.
No confundir este mensaje con el de aquellas empresas que perdieron el tren. Las que no se animaron a tomar la delantera, confiaron en que el éxito presente las haría indestructibles.
Las neurociencias explican que el automatismo, los hábitos, las reacciones impulsivas, son la manera más habitual de reacción humana. Un Instinto de supervivencia arcaico.
Frenar la impulsividad, no dejarse invadir por la ansiedad destructiva, son mecanismos superiores del cerebro. La mayoría podría acceder a esta herramienta superior. Solo deberían aprender y entrenarse.
Las empresas familiares ante un panorama tributario complejo
Se requiere acceder a la información que permita el desarrollo los lóbulos prefrontales:
-
Permitiendo un mayor control cognitivo (pensamiento, discernimiento)
-
Regular la atención
-
Sistematizar la toma de decisiones
-
Promueve la acción voluntaria, pensada, planeada
-
Estimula el razonamiento predictivo
-
Aumenta la flexibilidad de entendimiento
-
Posibilita la aceptación de opiniones diferentes
-
Promueve la ética y los valores
-
Aumenta la capacidad de tolerancia
Las empresas deberían entrenarse en el dominio de estos instrumentos que se nos ofrecen.
-
Los diferentes son aquellos que deciden romper con la cultura imperante. Cultura temerosa que impide la acción.
-
Las empresas que subsisten y se desarrollan, son las que promueven la creatividad, la innovación, dan lugar a nuevas prácticas, son las que se animan a escuchar a los rebeldes.
-
Las organizaciones que dan lugar al disenso, encontrando eficaces traductores que actúan entre los inquietos y los que definen los cambios, son las que asumen con coraje su futuro promisorio y creciente.
Lo descripto es el nuevo lenguaje ineludible, premisa del crecimiento y el desarrollo.
* Consultor. [email protected]
