Reformas estructurales: fiscal, laboral, financiera, legal –para proteger la propiedad intelectual– y liberalización comercial. Ese es el combo para el crecimiento que marcó la candidata europea a suceder a Christine Lagarde en el FMI, la economista búlgara Kristalina Georgieva que el viernes logró la aprobación de la Unión Europea.
“El impacto de las reformas depende del tamaño de las economías”, aclaró Georgieva, ex comisionada europea de Ayuda Humanitaria. Y dijo que “los efectos son mayores cuando las reformas se hacen juntas”.
“Las economías emergentes tuvieron resultados mixtos al implementar políticas industriales. Las que estaban protegidas por altos aranceles se mantuvieron como una carga para el Estado y la economía”, señaló en un foro sobre desarrollo en Beijing. “El debate es cuánto deben involucrarse los gobiernos en la política industrial. Cómo y con qué herramientas, y dónde puede funcionar más efectivamente el mercado”, agregó y sostuvo que la competencia “mostró ser un fuerte driver para la eficiencia”.
La presentación de candidaturas en el Fondo sigue abierta hasta septiembre y el board definirá quién será su nuevo director o directora gerente en octubre. La regla no escrita es que el FMI lo dirige una europea –mientras que al Banco Mundial un estadounidense– por lo que con la nominación allanada, se dio por descontado que la nueva titular del organismo sería Georgieva.
La actual CEO del Banco Mundial agradeció la nominación –la votación fue apretada– en Twitter. Kristalina podría pasar a ser un nombre pronunciado de forma cotidiana en la Argentina por la próxima década. La economista –que habla búlgaro, ruso, inglés y francés– sería la primera de Europa del Este en llegar a la silla del FMI.
Visitó Buenos Aires en diciembre del año pasado, cuando participó de la Cumbre del G20. Antes ya se había reunido con Mauricio Macri, en junio, durante una reunión del G7 en Charlevoix, Canadá. Egresada de la escuela de economía de la Universidad de Sofía y con posgrados en Harvard, Georgieva –como Lagarde– trabaja sobre temas de género y lo conoce a Nicolás Dujovne de su paso por el Banco Mundial.