La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte (AAETA) emitió un comunicado en el que vuelve a advertir sobre el colapso del sistema de transporte automotor de pasajeros en la región del AMBA.
A esta situación se llegó con el cúmulo de varios problemas que el sector viene denunciado desde hace meses como: contexto de inflación acelerada, atrasos respecto a la inflación en el cálculo de compensaciones y tarifas, y mora persistente en el pago de estos fondos por parte del Estado en sus tres jurisdicciones (CABA, Nación y PBA).
“No ha sido decisión de los operadores congelar la tarifa durante 3 años, hasta alcanzar en términos reales su valor más bajo de la historia. Tampoco ha sido nuestra decisión que los cálculos que utiliza el Estado para determinar el nivel de subsidios utilicen precios de insumos (gasoil, repuestos, etc.) del mes marzo 2022, con más de 30% de inflación”, consigna el comunicado del organismo.
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Este problema ya había sido abordado por PERFIL en varias ocasiones al hablar con Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte quien advirtió: “El problema está en los cálculos hechos por el Gobierno porque la tarifa está congelada desde marzo de 2019. Los subsidios también están calculados con precios de septiembre de 2021. Para el día de hoy ya tienen más de un 30% de inflación encima. Pero además de eso, los subidos se están pagando a destiempo. Hay subsidios que desde octubre y noviembre (2021) todavía no se pagaron”, explicó.
Asimismo, el comunicado apunta a que el reciente ajuste tarifario que se comenzó a aplicar el 1 de agosto no alivió la situación: “El reciente ajuste tarifario del 40% no cambia nada en las economías de las empresas, ya que todo ajuste de tarifa el Estado lo descuenta luego de los subsidios que representa casi el 90% de nuestros ingresos, que además de calcularse mal, se pagan tarde (un mes de mora promedio)”.
Cuál es el estado del servicio de transporte hoy en día
“Los operadores de transporte del AMBA vienen realizando los mayores esfuerzos para darle continuidad a los servicios, endeudándose por encima de sus capacidades en este contexto de ingresos congelados, atrasos en el pago de subsidios e inflación desatada”, explica el comunicado.
“Este sector, que históricamente funcionó sin subsidios, pagando impuestos, y atravesando todas las crisis económicas de este país desde su privatización hace más de 60 años, tiene experiencia e ideas para aportar. Los operadores para funcionar necesitan una Tarifa correctamente calculada de manera de ofrecer servicios seguros y de calidad, siendo el Estado el que define la proporción entre Tarifa y Subsidio”, agrega el documento.
Comunicado de A.A.E.T.A. pic.twitter.com/Tp1vskl175
— aaeta (@aaeta_arg) August 21, 2022
Sobre esto, Fusaro comentó en diálogo con PERFIL: “Cómo el subsidio es el 90% el ingreso de las empresas de transporte, al interrumpirse, las empresas tienen que ajustar el servicio a los recursos disponibles. Entonces se comienza a dejar de invertir, se racionaliza el servicio, se tienen peores frecuencias, algunas comienzan a pagar los salarios en cuotas a los choferes, por eso hay paro, ese es el gran problema que tenemos hoy”.
“Es realmente una situación muy, muy difícil la del sector hoy. Desde el Gobierno la respuesta es que no tienen los fondos para pagar la deuda de subsidios; que lo que pueden pagar esto ($2.100) millones que se acreditaron el viernes 12 de agosto y bueno seguir conversando”, señaló el dirigente, sin antes reconocer que “no hay mala voluntad de parte del Gobierno, pero la realidad es que no han tenido mayores herramientas para solucionar el problema”.
¿En dónde radica el problema?
“La responsabilidad de transportar personas, requieren de inversiones y costos que no pueden eludirse sin correr graves riesgos por discontinuidad o faltas de seguridad. Llamamos la atención de las autoridades sobre las implicancias de esta situación, ya que no fue nuestra decisión llegar a esta situación extrema que se ha agravado con los años”, agrega el comunicado de AAETA.
“Los cálculos que hace el Gobierno se vienen normalizando con varios meses de atraso, por lo que la resolución del 12 de julio ya nació obsoleta. Ese es el reclamo, ya que además de obsoleta está impaga. De esa resolución el monto de subsidios es de 20.000 millones de pesos”.
Entonces, acá, sostiene Fusaro, hay dos problemas: los cálculos del Gobierno están mal hechos y atrasados y encima impagos. “Es como si a una persona no le aumentan el sueldo, pero cuando se lo aumentan no se lo pagan”, ejemplificó el dirigente.
“Entendemos la coyuntura fiscal y el momento crítico de la economía de este país, pero también entendemos y comprendemos las necesidades de nuestros usuarios que demandan servicios y frecuencias que con las actuales condiciones económicas que definió el regulador son insustentables e imposibles de cumplir”, sostiene el texto.
El deterioro del servicio de transporte
Para sobrevivir, el sector del transporte, según comentó el dirigente transportista a este medio, tiene que dejar de invertir, racionalizar los servicios, retrasar los salarios o pagar en cuotas a los choferes, lo cual deriva en un servicio con peores frecuencias y en paros como los que se viven por estos días.
Asimismo, a la situación crítica que vive el sector hay que sumarle el encarecimiento de los insumos o la escasez de algunos de ellos a lo largo del año, como por ejemplo las cubiertas y el gasoil, las restricciones a las importaciones y al dólar. “La disyuntiva de muchas empresas es: si salen a trabajar o no salen a trabajar para no gastar y no comprometer la vida útil de un neumático o recortar las frecuencias para economizar el gasoil”.
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Desde AAETA sostienen que: “Lejos de buscar conflicto alguno. Toda reducción de servicios que se produzca en lo sucesivo es por consecuencia de esta situación que nos es ajena. Nuestra responsabilidad nos obliga a señalar la causa de esta crisis, ya que operar y hacer kilómetros requiere asumir fuertes costos en gasoil, repuestos, neumáticos, salarios que, no pueden ser cubiertos (y esto es objetivamente demostrable) con las actuales condiciones normativas de tarifas y subsidios”.
Asimismo, el comunicado que anunció el aumento del gasoil en 7,5% termina de empeorar la ya crítica situación del sistema de transporte. “Lamentamos las consecuencias que esta situación sobre los usuarios. Por eso insistimos con la necesidad de atender el tema, y si el Estado no tiene las herramientas fiscales, que considere las propuestas sectoriales para garantizar que los usuarios accedan a los servicios que merecen”, concluyó el comunicado de AEETA.
SE / LR