El Índice Bondi que mide la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) volvió a reportar números distintos a los calculados por el Ministerio de Transporte; lo que -de acuerdo a su análisis- se traduce en pérdidas para las compañías que prestan el servicio comprometiendo la calidad del mismo, las frecuencias de las líneas, la seguridad para los pasajeros y la renovación de las unidades.
El Ministerio de Transporte de la Nación cifró en $28.676,1 millones el costo del transporte público en el AMBA en la resolución 443/2022 publicada en julio en el Boletín Oficial. Y para la AAETA, lo que la cartera a cargo del ministro Alexis Guerra reconoce no contempla la inflación actual, por lo que las compañías prestadoras el servicio continúan en crisis.
“Cuando uno observa la nota técnica, lo que se ve es que el Gobierno ajustó los precios con el índice de inflación de precios mayoristas (SIPM) de marzo, cuando tendrían que haber utilizado el de junio. Con esto se comieron tres meses que representan casi 20% de inflación (entre abril, mayo y junio)”, señaló Luciano Fusaro, vicepresidente de AAETA, en diálogo con PERFIL.
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“Entonces esto da como resultado un desfasaje que explica la cifra de $7.875,7 millones de diferencia que nos da a nosotros porque ponemos los precios actuales, no los de marzo. Y esto es sólo una parte de la diferencia entre los cálculos del Gobierno y los que hacemos en la Asociación”, agregó.
“Otra diferencia más es que, el Gobierno pone todos los precios sin el Impuesto al Valor Agregado (IVA) pero nosotros compramos los insumos con IVA que, a diferencia de cualquier otra actividad privada; nosotros no le pagamos IVA a la AFIP porque el IVA de los costos nuestros es mayor que el IVA de la venta que le cobramos a los clientes por tarifa, porque es muy baja. Entonces nos queda un saldo a favor nuestro que la AFIP nos tendría que devolver y no lo devuelve”, comentó.
“Si no lo quiere devolver, lo que tendría que hacer el regulador es incluir los precios con IVA en el cálculo que hace el Ministerio de Transporte para cifrar el costo del transporte público en el AMBA, que esto tampoco lo hace. Esto es un problema que se ha venido agravando año tras año porque cada vez el peso del boleto es menor, por lo que el costo del boleto mínimo incremente del 41,50% llevando el mínimo actual de 18 pesos a 25,50 pesos, no representa nada para el sector”, lamentó.
La raíz del problema
Para Fusaro, el problema radica en la interrupción y la demora del pago de los subsidios por parte del Ministerio de Transporte a las empresas de transporte público. “Los subsidios no se pagan en tiempo y forma. Esto genera un doble problema, puesto que además está atrasado el cálculo, el subsidio mal calculado se paga a destiempo”, señaló.
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Fusaro explicó el cálculo que hacen en la AAETA: “Haciendo un número a vuelo de pájaro, la recaudación hoy es de 3.000 millones de pesos (más o menos). El número de pasajeros oscila entre los 240 y los 245 millones, por $13 pesos de promedio que cuesta el boleto, me da 3.000 millones de pesos, si yo le aumento el 40%, que es lo que va a pasar dese la primera semana de agosto, me da 1.200 millones de pesos. En estas magnitudes no representa nada, cuando tenemos un desfasaje de $7.875,7. No mueve la aguja, es lo que perdemos en un mes de inflación”, advirtió.
Además, $1.200 millones cuando se tiene una deuda de 15 mil millones no representa mucho. “La única solución que nos han dado al problema es que la Provincia de Buenos Aires aportó $3.000 millones a la deuda que tiene el Estado con el Transporte Público, eso alivió un poco esa deuda, pero no alcanza, menos con estos índices de inflación en los que la plata se desvaloriza muy rápido y cuando te la pagan ya no vale lo mismo”.
La situación del transporte público hoy
La situación al día de hoy del transporte público continúa siendo crítica. “Continúa la reducción de servicios, hoy tal vez no se siente tanto porque la gente está de vacaciones, pero en la primera semana de agosto se va a notar cuando comience a aumentar la demanda. No hay perspectiva de solución, hoy las empresas están operando de acuerdo a los fondos que tienen. Hay algunas que están de paro, otras que funcionan al 50%, otras al 60% y otras al 70 u 80%”.
El transporte público en el AMBA continúa perdiendo líneas y cada vez más se deteriora el servicio para los pasajeros. Además, “la primera semana de agosto hay que pagar los sueldos y no están los fondos. Al día de hoy, las empresas no saben cómo van a pagar a los conductores. Esa es la realidad”.
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Cómo algo positivo, Fusaro destacó que el Ministerio de Transporte “es consciente” y tiene una actitud “constructiva”. Además, la cartera a cargo de Guerra “reconoció el problema” y admitió que los reclamos del sector están fundamentados. Por su parte, Fusaro también reconoce que todos los sectores están con problemas graves. “En ese contexto, ellos nos dicen que hacen lo que pueden y nosotros les decimos que hacemos lo que podemos, pero lamentablemente, en el medio quedan los usuarios”.
El costo real del boleto
Entonces, el cálculo del boleto real que hace el Índice Bondi sale de hacer una división sobre los $36.551,8 millones que AAETA reconoce como costo real del mantenimiento del sistema. Ese monto dividido por 245 millones de pasajeros da como resultado $149. Lo que considera la organización de trabajadores del transporte debería ser el valor real del boleto en el AMBA.
“Estamos hablando de menos de 50 centavos de dólar por pasajero. Lo que prácticamente lo convierte en boleto de transporte más barato del mundo”, señaló Fusaro, que agregó. “Un litro de cerveza está más de $200 pesos, por lo que un boleto a $149 sigue siendo muy barato”.
“Santiago de Chile, Montevideo, San Pablo, en Brasil, son ciudades que tienen subsidios, como acá, pero en esas ciudades, el boleto vale más de un dólar”, agregó.
Más problemas para el sector: gasoil y neumáticos
“Tuvimos con problemas con las entregas de gasoil. Sin embargo, hoy no hay un problema que no se pueda manejar”, comenzó diciendo Fusaro. “No es un problema extremo. A veces hay atrasos y hay que hacer cada vez más esfuerzos para asegurarnos el suministro”, señaló.
El gran problema ahora son los neumáticos. “Cómo hubo una disparada del dólar, los proveedores empiezan a esconder los repuestos o empiezan a pasar los precios que quieren, es muy difícil. Cuando hay una corrida cambiaría como la de ahora, los proveedores se sientan encima del producto y no lo quieren vender y si venden, lo hacen a precios exorbitantes”, lamentó.
LR