Influencers compran seguidores falsos para aumentar su popularidad
Un estudio de la empresa HypeAuditor reveló que el 34% de los influencers en Instagram han incurrido en fraude para aumentar sus números. También evidenció que sólo el 59% de las cuentas en la red social son reales.
El reporte publicado muestra que las cuentas que presentan más actividad fraudulenta son las más populares. |
Cedoc Perfil
HypeAuditor analizó las cuentas de pequeños y grandes influencers, con audiencias que van desde los 1.000 hasta más de 1 millón de seguidores. Se buscó detectar actividad fraudulenta en la forma de compra de seguidores, likes y comentarios falsos.
El reporte publicado muestra que las cuentas que presentan más actividad fraudulenta son las más populares. Un 61,5% de las cuentas de Instagram de más de 1 millón de seguidores registra irregularidades, especialmente en la forma de interacciones falsas como comentarios.
Los influencers que más compran seguidores para hacer crecer sus cuentas son los de audiencias medianas. El 25,86% de los influencers que tienen 20 mil y 100 mil seguidores presentan anomalías de crecimiento, y el 20,4% de los que tienen entre 100 mil y 1 millón.
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El fenómeno se conoce como “fraude del influencer”: usuarios de Instagram utilizan estas prácticas fraudulentas para hacer crecer sus números, convertirse en influencers y atraer inversión publicitaria de marcas importantes.
Si bien el estudio de HypeAuditor se hizo relevando cuentas estadounidenses, el fenómeno es global. En el mercado de habla hispana, controversiales sitios web como Comprar Seguidores Instagram ofrecen 100.000 seguidores a $590, permitiéndole a cualquier usuario convertirse en influencer de la noche a la mañana.
La publicidad a través de influencers o personas influyentes en redes sociales, y en Instagram en especial, es uno de los medios predilectos de las marcas para llegar a las audiencias. A pesar de la compra de seguidores, se espera que el mercado del marketing influencer crezca un 15% durante 2021.
Los seguidores y likes falsos son un problema que podría estar costándole a anunciantes 800 millones de dólares al año, y que afecta no sólo a Instagram sino también a todas las redes sociales más populares. Publicistas y anunciantes deben desarrollar métodos para detectar falsos influencers.
