ECONOMIA
Interna empresaria

Intervención, aislamiento y vuelto político: las razones de una nueva interna en la UIA

La entidad fabril bonaerense acordó rehacer las elecciones para no judicializar la relación con Kicillof. Desconfían de una avanzada contra Rappallini, a la entrada del sprint final de la nueva conducción de la UIA.

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Martin Rappallini presidente de la UIPBA. | NA Twitter

La semana pasada, una decisión administrativa tomada por la Dirección de Personas Jurídicas de la Provincia de Buenos Aires volvió a poner en terreno irregular a la situación administrativa de la Unión Industrial Argentina bonaerense. Ese nuevo reproche, que suma otros dos antecedentes que obligaron a rehacer elecciones, volvió a poner tensión entre el gobierno de Axel Kicillof y ese sector de industriales provinciales, pero también desnudó las rispideces que subyacen las discusiones por la sucesión de la conducción en la UIA, la entidad gremial-empresaria más poderosa del país.

Fuentes del entorno del gobernador bonaerense despegaron a Kicillof de la intimación, que partió desde la dependencia del Ministerio de Justicia, y buscaron desacreditar la profundización de una pelea que se desató a poco del inicio de la actual gestión. Para los empresarios, detrás de la exigencia de volver a realizar la Asamblea General Ordinaria, que se realizó hace poco más de un año, existe una “intimidación” sobre el presidente reelecto, Martín Rappallini, quien tiene un fuerte peso en la mesa chica de la UIA y que podría estar en el menú de candidatos a suceder a Daniel Funes de Rioja en la comandancia de la entidad fabril, si es que el también jefe de la Copal decide no buscar su reelección.

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Es una cuestión técnica que Personas Jurídicas identifica, pero es una mera formalidad, que no entendemos cómo se hizo noticia. Pero (no hay) ningún problema. Se resuelve fácil”, afirmaron desde el Ministerio de Justicia bonaerense, ante la consulta de PERFIL. Sin embargo, la resolución 3177/2023 que había llegado sede de la UIPBA alertaba por una posible intervención, si en el plazo de 10 días no acataba la orden ministerial. La bomba se desactivó por la vía diplomática, luego de una serie de reuniones en donde pactaron bajar la espuma mediática y avanzar con una nueva elección, bajo parámetros compartidos.

La salida diplomática a la tercera objeción

Una fuente de primera línea de la UIPBA consultada por este medio descartó irregularidades. “Somos la entidad más ordenada del país, porque además de haber estado a derecho en todas las acciones administrativas, ya hubo dos impugnaciones anteriores a este reclamo. En todas se respondió a las exigencias presentadas”, afirmaron de la entidad bonaerense. Según pudo saber este medio, Personas Jurídicas aceptó el plan presentado por los industriales y le dará 30 días para la convocatoria a la nueva Asamblea General Ordinaria. Ese entendimiento evitó un mal mayor: una presentación ante la Justicia ordinaria, con denuncia de “persecución política” de por medio, que varios dirigentes le reclamaban a Rappallini.

A través de un comunicado de prensa, y luego de señalar de “sin sentido” a las impugnaciones, la entidad decidió: “Para terminar de una vez por todas con esta situación, y regularizar la situación de la UIPBA en la Dirección Provincial de Personas Jurídicas, hemos decidido no apelar la resolución del Director Provincial, y cumplir con lo ordenado por el Organismo de contralor. El pasado 2 de mayo del 2023, hemos presentado a dicho Organismo un plan de acción y cronograma, que ha sido aprobado por la Dirección de Personas Jurídicas, y a través del cual convalida todos y cada uno de los actos que llevaremos a cabo para celebrar dicha Asamblea”.

La relación entre Kicillof y la UIPBA fue tensa desde el primer momento. A cuatro meses de asumido en la Gobernación, llegó la primera impugnación a la Asamblea Ordinaria que coronó a Rappallini. Ese mismo mecanismo se repitió en 2021 y en 2022. En los hechos, administrativamente la Provincia nunca reconoció la gestión de quien es, también, tesorero de la UIA. Uno de los rivales internos es el dueño de Marolio y presidente de la Unión Industrial de General Rodríguez, Juan Fera, quien mantiene un vínculo aceitado con Kicillof. Además, sobre el jefe de la UIPBA pesa la desconfianza política de mantener vínculos con sectores de Juntos por el Cambio. Sucede que uno de sus hermanos, Matías, es actual intendente de Maipú por JxC; y el otro, Aníbal, había comandado antes ese municipio del Interior bonaerense, en representación del radicalismo.

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El presidente de la UIPBA había quedado envuelto en una causa judicial, que investigaba la presunta participación del Grupo Alberdi, que preside Rappallini, para quedarse con el contrato de la concesión de la autopista Ezeiza-Cañuelas, supuestamente beneficiado por relaciones políticas con el exdirector de Vialidad Nacional Javier Iguacel. Su nombre había aparecido a partir de una declaración del denunciante Fabián De Sousa, pero el industrial nunca fue imputado, ni llamado a indagatoria, por falta de pruebas que lo liguen al delito investigado. De hecho, desde su entorno adelantaron que trabajan en un pedido para que se lo quite de la causa, ante la ausencia de argumentos jurídicos. Esa denuncia coincidió con los tiempos electorales de la UIA, en donde el ceramista logró sumarse a la mesa chica y en medio de las peleas internas, que involucró cruces entre el actual secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren, y el grupo Techint, por un presunto veto a su participación como vicepresidente en la entidad madre de los industriales.

Tensiones subyacentes en la UIA

Para algunos empresarios bonaerenses, la avanzada jurídica de la administración bonaerense “esconde la necesidad de embarrarle la cancha” a Rappallini, justo cuando comenzaron las reuniones para rearmar el cuadro de conducción de la UIA. El dueño de Cerámicas Alberdi es un socio de la multinacional Techint, que comanda Paolo Rocca, dentro del armado de la gremial-empresaria. Esa vinculación le generó resistencias en un sector interno de la entidad, que busca ponerle límites a la “voracidad de poder” que quieren ejercer la T, junto con otros dos tanques, Ledesma y Arcor, según afirman sus detractores.

Martin Rappallini 20230510
Rappallini participó de la reunión con el Papa en el Vaticano

Hubo un dato que llamó la atención de algunos integrantes de la mesa directiva de la UIPBA. Rappallini fue parte de la comitiva de empresarios que visitó el viernes pasado al Papa Francisco en el Vaticano, con un discurso antigrieta, bajo el paraguas del Instituto del Diálogo Interreligioso (IDI), que integran los credos católicos, musulmán y judío. Sin embargo, no apareció en ninguna foto, ni fue nombrado por ninguno de sus compañeros de viaje cuando se hizo el recuento mediático de la actividad. Casi en soledad, compartió en sus redes sociales su participación en el cónclave religioso. Un comunicado oficial de la UIA, sin embargo, destacó que "el presidente, Daniel Funes de Rioja, el secretario de la entidad, Miguel Ángel Rodríguez, y el tesorero, Martín Rappalini, encabezaron la comitiva que representó a la institución". La lectura desconfiada habla de una “acción deliberada de aislamiento”, para debilitar su poder en la entidad fabril.

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En los próximos días se profundizarán las negociaciones para encaminar la reelección de Funes de Rioja en la UIA, según pudo saber este medio, pero deberán atravesar los vetos que podrían pesar sobre algunos de los actuales representantes sectoriales y territoriales que integran la conducción actual. En principio, la continuidad presidencial sellaría la unidad, pero existe cierta incertidumbre sobre los cargos a ocupar en los casilleros de la mesa chica, en donde podría crujir la calma, a partir de las tensiones que subyacen, entre desconfianza y denuncia de “operaciones políticas”.

AM / ED