ECONOMIA
Análisis

Jubilaciones: bases a tener en cuenta para el diseño de la nueva fórmula de movilidad

Desde el gobierno aseguran que en diciembre estará la nueva fórmula de movilidad jubilatoria en la que trabaja la Anses. Qué variables debería considerar esta iniciativa.

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Jubilados | Agencia Telam

El año ya va cerrando y el debate sobre la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que regirá a partir del año próximo es el tema que sigue en la agenda de gobierno. Más allá de la fórmula precisa que se definirá en el Parlamento, lo importante son las bases que se deben tener en cuenta para su diseño.

La primera pregunta que surge es ¿para qué se actualizan las jubilaciones?

Existe un consenso generalizado en que los ingresos en el período pasivo de los individuos deben mantener una relación razonable con los salarios en su etapa activa, para lograr uno de los objetivos de la seguridad social que es la suavización intertemporal del consumo.

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Así, esta primera pregunta pone de manifiesto la primera variable que debería estar considerada en la fórmula de movilidad: los salarios. De hecho, las dos fórmulas que tuvieron vigencia en la última década (Ley 26.417 de 2008- gestión Néstor Kirchner- y la Ley 27.426 de 2017-gestión Mauricio Macri-) incorporaban las remuneraciones.

La nueva fórmula de movilidad jubilatoria estaría "antes de diciembre"

Un segundo factor que asoma en la discusión es la inflación. De las dos, la fórmula aprobada durante la gestión Macri tuvo en cuenta esta variable (el cómputo promediaba la inflación (70%) y la variación de los salarios de los trabajadores formales (30%)). Sin embargo, los recurrentes (e históricos) períodos de alta inflación en nuestro país hacen que la inclusión explícita de este factor sea al menos inoportuna.

De hecho, la combinación de aumentos sostenidos de precios junto con la actual situación recesiva lleva a que la fórmula de 2017 arroje un resultado explosivo e impagable. Un punto importante: lograr mantener la tasa de sustitución del salario no significa que necesariamente las jubilaciones deban ajustarse con la inflación, sino más bien exige seguir el comportamiento de las remuneraciones.

Como se sabe, los compromisos financieros del sistema jubilatorio son a largo plazo, por lo que otro factor que debería considerarse en el método de actualización es la inclusión de alguna variable que asegure que la fórmula es responsable en términos fiscales.

El cálculo que se aplicó durante 2009-2017 consideraba la variación de los recursos tributarios que se destinan a ANSES por beneficio y el cambio de los salarios en proporciones iguales (50%). La fórmula incluía además una restricción que se activaba si el cálculo anterior superaba en un 3% la variación de los recursos totales de ANSES por beneficio.

Así, ligar la recaudación de ANSES a los aumentos resultaría razonable en post de la sostenibilidad financiera del sistema previsional. Pero alerta, esto exige estabilidad en las políticas tributarias para no generar distorsiones en el sistema jubilatorio.

 

Anses trabaja en una nueva fórmula para la movilidad jubilatoria. 

Lo que queda es definir el rezago en las variables de la fórmula y la periodicidad de los aumentos.

No caben dudas que el rezago de seis meses que consideraba la fórmula de la gestión macrista ha sido desacertado. El nuevo cálculo debería considerar una brecha menor para que los aumentos reflejen más de cerca el comportamiento de la economía.

Ahora, ¿cuántas veces en el año se debería ajustar la jubilación? A mayor periodicidad, menor es la espera y, como sabemos, esperar no es una opción para los adultos mayores.

A modo de cierre, un repaso detallado de la experiencia pasada es vital para avanzar en los pasos futuros. Recuperar el espíritu de la ley de 2008 parecería ser el camino que debiera tomar el nuevo método de cálculo, pero eso sí, incorporando al cómputo los ajustes necesarios para adaptar la fórmula al presente, buscando mejorar en el futuro los resultados alcanzados en el pasado.

Las opiniones expresadas son personales y no necesariamente representan la opinión de la UCEMA.

Dra. en Economía, Profesora de Economía, UCEMA