Las cámaras empresarias no se vieron sorprendidas con las últimas restricciones que definió el gobierno para hacer frente a esta imparable segunda ola de COVID, aunque entienden que la menor circulación podría generar una caída para el comercio y temen, en especial, por la gastronomía. Piden al gobierno "cualquier herramienta de ayuda" que permita evitar más cierres de comercios.
Desde la CAME, Pedro Cascales, su vocero, manifestó que eran de esperar las medidas que limitan los encuentros sociales. "Por un lado, la restricción de reuniones sociales y eventos grandes tiene lógica en la situación de crecimiento exponencial de casos", dijo. Y la misma mirada tuvo Mario Grinman presidente de la Cámara Argentina de Comercio al indicar "las restricciones no fueron novedad".
De todos modos, tanto desde CAME como desde la CAC manifestaron una fuerte inquietud por la situación complicada que transitan bares y restaurantes. "Nos preocupa mucho el cierre de locales de gastronomía, porque es un sector que estuvo muy afectado, principalmente en el AMBA y sigue afectado, y esas restricciones deberían venir acompañadas de algún tipo de ATP número 3 para ayudar a esos sectores", indicó Cascales.
Por su parte, Grinman agregó: "Sin dudas el sector gastronómico va a estar más complicado, porque además fue el último al que se le permitió iniciar sus actividades con aforos, protocolos y saben que les va a llevar mucho más tiempo que a cualquiera recomponerse", recordó. Y habló sobre el tema de horarios. "Nos hubiese agradado que la restricción de las 23 comience recién a las 0 horas pero entendemos que se decidió llegar a un mix", expresó.
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Para CAME, la gastronomía no es el único rubro afectado, sino que algunos comercios siguen complicados con la falta de actividad. "Hay más de un 40% que aún no ha recuperado el nivel de ventas", expresó Cascales en diálogo con Perfil, al tiempo que agregó: "Habría que repensar el plan de ayuda porque ya el año pasado cerraron 90 mil locales en todo el país y el AMBA fue ha sido uno de los lugares más afectados", dijo.
Grinman, por su parte, recordó que para la CAC toda la población debe hacer un ejercicio de cuidado. "El miércoles previo a Semana Santa salimos con un comunicado pidiendo a todos que seamos responsables, que nos cuidemos, porque el gobierno tiene pocas herramientas para ayudar en estas circunstancias, por errores propios, ajenos, por expectativas que no se cumplieron, entre otras cosas", expresó.
"Como empresarios no somos suicidas, queremos cuidarnos, cuidar a la familia a los trabajadores, pero también somos conscientes que sin nuestras empresas y sin economía no hay vida. Cuando pedimos que seamos todos responsables es para evitar restricciones mayores", recordó.
Para el presidente de la CAC es difícil establecer cuál será el impacto económico para el sector. "No imaginamos que pueda haber mucha más caída de la que ya tenemos, a pesar de que ahora tuvimos un pequeño rebote, luego haber caído casi el 10%, por eso no es crecimiento sino rebote", aclaró. Y en la misma línea agregó: "estimamos que van a pasar dos años antes de estar en niveles de pre pandemia, pero las 27 mil empresas que desaparecieron en el país, no vuelven a abrir", aseguró.
Por otra parte, advirtió que otra cosa que ven con desagrado es "la pirotecnia verbal" en la clase política "El gobierno y la oposición deben dejar de lado estas peleas y pensar en el bien común. Pareciera que lo único que les interesa son los intereses personales y partidarios. La cosa no va por ahí, me parece que falta un poco más de grandeza", estimó.
Ayuda para la movilidad que generará un sobrecosto
Otro de los temas que preocupan a las cámaras y que se relacionan con las nuevas restricciones es el tema del transporte y los sobre costos que les va a generar a las empresas. "La movilidad es un costo adicional que van a tener muchas pymes, muchas empresas. Habría que instrumentar algún tipo de exenciones aunque sea en peajes y algún otro tipo de facilidades como para compensar el sobrecosto que van a tener muchas pymes por el traslado de personal en forma privada, que evidentemente es un gasto muy alto en especial cuando la gente vive lejos de sus lugares de trabajo", indicó Cascales.
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Entre otras cosas, manifestó que desde CAME ven con buenos ojos que la provincia de Buenos Aires esté estudiando una moratoria amplia para ayudar a soportar a las pymes que están dando el 70% del empleo privado de la Argentina.
De igual modo indicó que las entidades bancarias también deberán contribuir. "Los bancos van a tener que generar un sistema de financiamiento, porque si bien estas medidas son una restricción de 7 horas, creemos que también va a general algún tipo de freno de la actividad en general porque la gente va a circular menos y eso va a afectar al comercio en general, seguramente"; indicó.
Respecto a las ayudas oficiales, Grinman dijo: "Cualquier herramienta que ayude en estas circunstancia es aceptada, pero la verdad es que el gobierno ya dijo que no tiene más posibilidades de ayudar, ni lo vemos contemplado en el presupuesto. De todos modos, toda ayuda será bien recibida".
Finalmente, el presidente de la Cámara de Comercio recordó que el gobierno tiene dos batallas por librar: "la primera es la sanitaria y la segunda es bajar la inflación. Un informe del Banco Mundial dice que ningún país con un 20% no tiene posibilidades de crecer y nosotros hace muchos años que pasamos esos parámetros", dijo.
Y concluyó: "lo que hay que hacer se llama ajuste, y es una palabra que suena terrible. No hay manera de cambiar el futuro de la Argentina si no se empiezan a hacer los ajustes necesarios, como bajar el gasto público, reducir el déficit fiscal Eso es el ABC, ahora... ¿Quién se anima a hacerlo? Ese es otro tema", finalizó.