En el tercer día del paro agropecuario lanzado por varias organizaciones ruralistas, que afecta
principalmente la provisión de carne vacuna al mercado interno,
ingresaron hoy a Liniers solamente 1933 cabezas de ganado,
cifra inusual para una jornada de martes.
Del total de esos ingresos,
283 vacunos fueron aportados por productores privados y el resto
provino de los corrales del Ejército y de la Armada, a pedido del Gobierno.
Sin embargo,
desde el Ejecutivo se muestran confiados en que se podrá garantizar
el abastecimiento de carne durante los nueve días que dure la medida de fuerza iniciada el
domingo por Confederaciones Rurales (CRA), Federación Agraria (FAA) y la Sociedad Rural Argentina
(SRA). La cuarta entidad, Coninagro (cooperativistas) no adhirió, pero dejó a sus afiliados en
libertad de acción.
Las tres entidades que convocaron al paro se reunirán "en las próximas horas", para
analizar si "extienden" la protesta rural, prevista
inicialmente hasta el lunes 11 de este mes, inclusive.
En tanto, el jefe de Gabinete,
Alberto Fernández, dijo que las exportaciones del sector
ganadero igualarán o superarán en divisas a las realizadas en 2005, en un intento por responder al
argumento de los ruralistas que justifican la protesta en que el Gobierno limita las ventas al
exterior.
"Hoy en día están exportando más del 70 por ciento que antes (...), ahora si hablamos en
precio, están exportando lo mismo y más que el año pasado.
No es verdad que se les esté prohibiendo exportar", aseguró
Fernández en declaraciones radiales.
El ministro del Interior,
Aníbal Fernández, también expresó su opinión sobre la medida
iniciada el domingo y
justificó la posible acción del Gobierno ante eventuales cortes de
ruta.
En declaraciones a
Radio 10, Fernández sostuvo que desde el Gobierno se
inclinan "por no tener que actuar" pero, señaló:
"En este caso estamos hablando, entre comillas, de un lock out
patronal porque lo que están planteándose son fines que poco tienen que ver con la realidad
argentina".