Funcionarios del gabinete económico y los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) decidieron acelerar las negociaciones para cerrar un nuevo acuerdo con el organismo multilateral, el cual sería aunque sea en sus términos básicos la semana que viene, como un intento de serenar a los mercados financieros que volvieron a impulsar el dólar. Así lo aseguraron fuentes del Gobierno, quienes admitieron que se trabaja contra reloj para darle los “toques finales” al nuevo acuerdo, que contemplará varios desembolsos en el primer tramo, de hasta US$ 15 mil millones de dólares.
Precisamente, como se está muy cerca de ese acuerdo, según afirman en el Ministerio de Hacienda, se resolvió no concretar el desembolso de 3 mil millones de dólares que estaba previsto en el convenio suscripto en junio y sumarlo a envío inicial tras la revisión. “Estamos muy cerca de acordar y por eso resolvimos que ese desembolso se integre a los acumulativos que se van a concretar en breve”, resumió una fuente del gabinete económico.
Se esperaba que este lunes ingresarán US$3000 millones del FMI, pero el desembolso se postergó, hasta que se llegue al nuevo acuerdo con el directorio del organismo.
Cifra. Como ya adelantó PERFIL, el monto que se depositaría como desembolso acumulado sería de unos US$ 15 mil millones aproximadamente, cifra que en Hacienda consideran que es suficiente para cubrir los vencimientos del próximo año y además, tener cierta “libertad” para que el Banco Central pueda operar en el mercado cambio, con el fin de estabilizar la divisa en un valor, algo que viene siendo motivo de tensión entre la conducción económica y los burócratas del Fondo.
Pisos y techos. Precisamente, uno de los aspectos cruciales que están conversando con los enviados del FMI que se encuentran en Buenos Aires –misión encabezada por el economista Roberto Cardarelli– es fijar un parámetro en cuanto al tipo de cambio que deberá figurar en el nuevo acuerdo.
Por el momento trascendió que el FMI busca que el dólar en la Argentina no se ubique por debajo de los $ 40 por unidad.
A su vez, se están dando los retoques a los estudios sobre las proyecciones macroeconómicas actualizadas, ya que la situación cambió de junio hasta aquí. En principio, se fijaría una pauta máxima de inflación para todo este año de un 42,5% y una caída del nivel de actividad económica del orden del 2,5 por ciento. En cuanto al frente fiscal, se fijará la pauta de desequilibrio del 2,6% para este año y déficit cero para 2019.
Tic tac. Otro aspecto que se trabaja a toda velocidad es el esquema de desarme de Lebacs, el cual podría acelerarse en el transcurso de los próximos dos meses, de hecho ayer el Banco Central adelantó como será la próxima licitación (ver aparte), a la vez que se mantendría una elevada tasa de interés hasta fin de año. De hecho, el Banco Central admitió en la última semana que la tasa del 60% se mantendría hasta diciembre. Paralelamente, con respecto al BCRA, un tema que es motivo central de estas arduas discusiones que mantiene el gabinete del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne con los enviados del FMI es la libertad que tendrá la autoridad monetaria para intervenir en el mercado cambiario.
Resistencia. Ese es un punto donde los funcionarios del FMI muestran su resistencia, ya que consideran que “es peligroso” que el BCRA intervenga con dólares que provienen del organismo y que finalmente terminen en grupos de inversores, de bancos o en definitiva, de particulares. En el Gobierno aseguran que el comienzo de la próxima semana será muy importante, ya que se aspira a cerrar el acuerdo con el organismo multilateral y a la vez iniciar el debate del Presupuesto en consenso, con el fin de mostrar una foto que permita empezar a generar más credibilidad y de esa manera sacarle presión al tipo de cambio.
“Queremos estabilizar el mercado cambiario lo antes posible y de esa manera tomar medidas que conduzcan paulatinamente a una baja de la inflación y a una recuperación del nivel de actividad económica”, agregó otra de las fuentes consultadas.
Se desplomó el fondo de la Anses
El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) perdió unos US$ 17.691 millones en los primeros seis meses del año por el impacto de la crisis financiera que atraviesa la Argentina. El organismo dio cuenta que la cartera del fondo alcanzó un valor de $ 1,371 billones lo que implicó un crecimiento de 8,3% en el segundo trimestre de 2018 y del 14% en todo el semestre. Al tipo de cambio de $ 29,57 por dólar del 29 de junio, el FGS se ubicó entonces en el equivalente a US$ 46.364 millones cuando de acuerdo al propio organismo en diciembre pasado valía unos US$ 64.055 millones. En un contexto de clara aversión del mercado, el rendimiento del FGS no estuvo exento de esa volatilidad financiera. Si bien hubo una suba interanual en pesos, entre diciembre de 2017 y junio de 2018 el FGS perdió el 27,61% de su valor en dólares y si se comparan los segundos trimestres de cada año, la baja fue de 22,93%. Además de la devaluación, impacta la caída de las acciones.