Un grave incidente sacudió a la comunidad de Fengyang, en la provincia de Anhui, al este de China, cuando parte del techo de la histórica Torre del Tambor colapsó repentinamente el lunes 19 de mayo por la tarde. Cientos de tejas se desprendieron estrepitosamente del tejado del monumento, generando una gran nube de polvo y dejando a los turistas presentes en estado de shock.
Según confirmó la Oficina de Cultura y Turismo del lugar, el derrumbe se produjo cerca de las 18:30 hora local (10:30 GMT). Aunque el evento fue impactante, no hubo víctimas que lamentar. Videos del momento se viralizaron rápidamente en redes sociales chinas como Weibo, donde los usuarios expresaron su preocupación y enojo por lo ocurrido. “Estas tejas son como queso tofu”, escribió un usuario en tono de burla, evidenciando el descontento por la mala calidad de la restauración.
El colapso ocurrió apenas dos meses después de que concluyera un ambicioso proyecto de renovación que costó cerca de 2,9 millones de yuanes (unos 473.000 dólares). El objetivo de las obras, que se desarrollaron entre septiembre de 2023 y marzo de 2024, era reforzar la estructura y conservar el patrimonio arquitectónico de una de las torres de tambor más emblemáticas del país.
La Torre del Tambor fue construida originalmente en 1375, durante la dinastía Ming, y su base aún conserva elementos de esa época. Sin embargo, la parte superior fue reconstruida en 1995, luego de que la estructura original sufriera daños graves durante la dinastía Qing en 1853. Desde 1989, la base fue declarada reliquia cultural clave de la provincia.
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Testigos presenciales relataron al medio estatal Yangcheng Evening News que la caída de tejas duró alrededor de uno o dos minutos. “Se escuchaba el crujido de cada teja al caer”, dijo un comerciante de una tienda cercana. Otro testigo aseguró: “Si hubiera pasado más tarde, habría niños jugando en la plaza. Fue un milagro que no haya heridos”.
Las autoridades locales actuaron rápidamente tras el incidente, evacuando a los visitantes y acordonando la zona. Además, se creó un equipo de investigación para esclarecer lo ocurrido. Se citó a las empresas responsables de la restauración tanto de diseño como de ejecución y se convocó a expertos independientes para colaborar en la verificación técnica del daño.
La Oficina de Cultura reconoció que desde 2017 se venían registrando caídas esporádicas de tejas y problemas estructurales, lo que motivó la restauración reciente. Sin embargo, el nuevo colapso generó fuertes cuestionamientos sobre la calidad de los materiales utilizados y la supervisión del proyecto.
La etiqueta “Colapso de la Torre del Tambor de Fengyang” se convirtió rápidamente en tendencia en Weibo, donde las reacciones oscilaron entre la indignación y el llamado a la resiliencia:“Si esto hubiera ocurrido en tiempos antiguos, rodarían cabezas”, expresó un usuario con ironía.“Caemos pero nos levantamos más fuertes. Es momento de demostrar el espíritu de Fengyang”, escribió otro con tono esperanzador.
Mientras tanto, la torre permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. No se informó una fecha estimada de reapertura, pero se espera que los trabajos de reparación se inicien pronto bajo una vigilancia más estricta. La población local y los defensores del patrimonio cultural piden respuestas claras y medidas concretas para evitar que una joya arquitectónica como esta vuelva a correr peligro.
