Si se aprueba la ley Bases en el Senado se eliminará la moratoria jubilatoria y se establecerá, en cambio, un mecanismo denominado “Prestación de Retiro”, que otorgará un proporcional a los aportes jubilatorios que una persona hizo hasta ese momento. Debido a los altos índices de trabajo sin registrar, en Argentina casi el 70% de los hombres y el 90% de las mujeres acceden a una jubilación por algún tipo de moratoria.
La nueva ley implica además un cambio en la práctica: que la mayoría de las mujeres no podría jubilarse antes de los 65 años –como sí sucede ahora a partir de los 60– porque no llegan a esa edad con los 30 años de aportes necesarios para hacerlo.
Es cierto que el tema de la sostenibilidad de los sistemas jubilatorios genera debate en todo el mundo. Ocurrió en Francia en 2023, cuando se decidió aumentar la edad jubilatoria de 62 a 64 años, lo que generó una serie de manifestaciones contra el gobierno de Emmanuel Macron. Francia era en ese momento uno de los países con menor edad jubilatoria en la región: en la mayoría de las naciones europeas el cambio se fue dando de manera gradual. En España, por ejemplo, la edad para jubilarse pasará a ser de 67 años en 2027.
Según la OIT, para el año 2050 la población mayor de 65 años se duplicará, lo que pone en jaque la sostenibilidad de los sistemas de reparto. Por eso, cada vez más países aumentan la cantidad de años de aportes necesarios y la edad para el retiro.
Pero la realidad de Argentina dista mucho de ser la de esos países que aumentaron progresivamente las edades jubilatorias.
El mejor posicionado del mundo según el ranking que elabora el Instituto Mercer CFA es el sistema de Países Bajos, que obtuvo 85 puntos. El índice evalúa ítems como suficiencia, sostenibilidad e integridad del sistema, y otorga un puntaje en base a estos grandes rubros. Allí la edad para retirarse es de 67 años y el sistema funciona como en Argentina: los trabajadores actuales financian las prestaciones de los jubilados.
Hay que decir también que el último dato de inflación de ese país fue del 2,7% interanual, que la tasa de desempleo es de 3,6% y que la tasa de actividad es del 76%. La esperanza de vida es de 81 años.
En 2050 la población mayor de 65 años se duplicará. Pondrá en crisis el sistema de reparto
Islandia, con 84,8 puntos es el segundo país mejor posicionado en este estudio. La edad jubilatoria también es de 67 años. La tasa de desempleo, según Trading Economics, es del 3,5%, y la de actividad supera el 81%. La inflación, en tanto, es del 6% interanual. La esperanza de vida al nacer, en este caso, es de 83 años. En este país existe un sistema privado voluntario para completar las pensiones mediante ahorros personales.
Dinamarca es el tercer país mejor posicionado, con un puntaje de 81,3 y una edad jubilatoria también de 67 años. Junto con Reino Unido se espera que sea la nación con la edad más alta, que llegará a los 68 años. La esperanza de vida al nacer es un factor determinante para ampliar la edad: en este caso es de 81 años, según los últimos datos del Banco Mundial. El último número de desempleo registró un total de 2,5% y la tasa de actividad del 74,7%. La inflación interanual, en este caso, escaló al 0,9%.
Israel ocupa el cuarto lugar en la lista, con 80,8 puntos. Según los últimos registros oficiales la tasa de desempleo es del 3,3%. La edad jubilatoria, con una esperanza de vida de 83 años, es de 63. La tasa de inflación es del 2,7% anual.
El peor posicionado en este ranking, en el puesto 47 de 47, es precisamente Argentina. El puntaje que obtuvo para fines de 2023 fue de 42,3, incluso menor que en 2022, que fue de 43,3. Hasta entonces fue creciendo y pasó de 37,7 puntos en 2016 a 41,5 en 2021, un dato que demuestra que las moratorias no fueron precisamente las que perjudicaron el avance en la calidad del sistema.
Según los datos oficiales la tasa de desempleo en Argentina es del 5,7%, pero el nivel de empleo no registrado es muy alto: apenas el 40% de las personas empleadas puede acceder a un trabajo pleno de derechos. La tasa de actividad es del 48,6%, muy por debajo del resto de los países mencionados, y la esperanza de vida de 75 años, también en niveles inferiores que los que presentan una edad jubilatoria mayor.
La inflación interanual, según los últimos datos oficiales, fue del 287,9%.
“La inflación también ha resurgido y dañado la confianza de la comunidad en la capacidad de los programas de pensiones para ofrecer beneficios de jubilación adecuados a largo plazo. Aunque la inflación puede estar disminuyendo en algunas economías, su resurgimiento ha destacado este riesgo para los jubilados actuales y futuros”, destaca el informe de Mercer CFA.
El documento asegura que “los sistemas de ingresos por jubilación en todo el mundo están bajo presión como nunca antes”, algo que afectará “su eficacia a largo plazo”.
Además de la inflación, que reduce el poder adquisitivo de las jubilaciones, otros asuntos importantes son el envejecimiento de la población y la baja en las tasas de natalidad. “La estructura demográfica de la mayoría de los países está cambiando significativamente a medida que las tasas de natalidad continúan disminuyendo. Este desarrollo tiene importantes consecuencias para los arreglos de pensiones de reparto, que dependen de la próxima generación de contribuyentes para financiar las pensiones pagadas a generaciones anteriores”.
Para mejorar la cobertura, el documento señala que el principal desafío es incluir en el sistema a trabajadores independientes y aquellos que se desempeñan en el mercado laboral informal. “En muchas economías, el mercado laboral se está fragmentando de modo que la relación empleador-empleado estable o estructurada está desapareciendo”.
Según explicó a PERFIL el abogado previsionalista Christian D’Alessandro, la gran mayoría de quienes acceden a una jubilación por moratoria en Argentina lo hacen por falta de cumplimiento de aportes de los empleadores y de controles del Estado. La nueva ley Bases y su modificación en el campo laboral flexibiliza aún más esos controles.
Hasta ahora, “nosotros tenemos algo que otros países no tienen, que es una alta tasa de cobertura previsional: 9 de cada 10 personas adultas mayores están jubiladas, a diferencia de los países de la región donde la mayoría de los adultos mayores no tienen cobertura previsional. Si uno ve por ejemplo los registros de Colombia, solamente el 11% tiene una cobertura jubilatoria, y por ende el resto vive de la caridad”, sintetizó.
