El Indec difundirá el próximo miércoles el dato de la inflación de mayo, que, según las consultoras, rondará entre el 3,3 y el 4%, registrando una leve desaceleración con respecto a abril, cuando trepó a 4,1%. Sin embargo, el nuevo dato tendría un sabor agridulce, ya que los alimentos lideran, una vez más, las subas de los precios.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) recopilado por el Banco Central indicó una inflación de 3,6% para el mes pasado, según el promedio de los economistas, consultores y bancos de inversión consultados. Para Orlando Ferreres y Castiglioni Tiscornia, la inflación de mayo se situó en torno al 3,3%. Por su parte, Ecolatina la estimó en 3,4% y Analytica previó que será de 3,8%.
Guido Lorenzo, director ejecutivo de LCG, explicó a PERFIL los aspectos positivos y negativos que, en su opinión, arrojarán los datos de mayo: “Nosotros tenemos que cerró en el orden de 3,5%. Sería una buena noticia porque se habría desacelerado bastante respecto a lo que fue hasta el momento la inflación mensual, siempre por encima del 4%. La dificultad es que eso se logró en parte gracias al desalineamiento de algunos precios, por ejemplo tarifas, tipo de cambio y salarios. que se siguen atrasando”.
Mientras que mayo arrojaría un valor entre 3 y 4%, la medición de junio de la consultora dirigida por Lorenzo permite prever que la tendencia inflacionaria tampoco se detendrá este mes. Los analistas coinciden en que la aceleración de los precios continuará en alimentos y bebidas. De hecho, LCG reportó que los productos lácteos, los panificados, los huevos y las pastas encabezaron los aumentos entre los alimentos en las últimas cuatro semanas. Por su parte, el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) reflejó que los precios de los distintos cortes de carne registraron en mayo un aumento del 6,1%
El capítulo Alimentos y bebidas no alcohólicas, el de mayor ponderación en la estructura del IPC, viene mostrando en los últimos meses incrementos superiores al nivel general, debido a que los servicios tienen en su mayoría precios y tarifas administrados o congelados.
Golpe a los bolsillos. La suba de los precios de alimentos tiene una mayor incidencia en los sectores de menores ingresos. LCG informó que en la segunda semana de junio las principales alzas de precios entre los alimentos se concentraron en los aceites, con una suba del 4,6%, y los productos lácteos y huevos con el 3,6%.
“La desaceleración
se logró gracias al
desalineamiento
de tarifas, tipo de
cambio y salarios.”
De esta forma, “en la segunda semana de junio la suba de precios de los alimentos promedió 1,59%, acelerándose 1 punto porcentual respecto a la semana anterior”.
Pero si se toman las últimas cuatro semanas, la lista pasó a ser liderada por Productos lácteos y huevos, con el 6,5%, en tanto en segundo lugar se ubicó el rubro Productos de panificación, cereales y pastas, con el 5,7%.
En el tercer puesto de los incrementos de alimentos estuvo el rubro Bebidas e infusiones para consumir en el hogar (4%), seguido por Azúcar, miel, dulces y cacao (3,5% y Verduras (3,1%).
En el primer cuatrimestre del año, la inflación acumuló una suba de 17,6%, dato que augura que superará holgadamente el 29% estimado por el Gobierno en el Presupuesto para todo el año.
Debutaron los precios Súper Cerca
Para paliar el creciente aumento de los alimentos, el Gobierno lanzó un nuevo programa de precios, llamado Súper Cerca, que incluye una canasta de setenta productos de consumo masivo, acordada con 24 grandes empresas que tienen distribución propia y por lo tanto garantizan que los artículos lleguen a los comercios de cercanías de todo el país con un precio fijo hasta fin de año.
La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, afirmó que “el programa tiene que estar presente en las góndolas hasta fin de año”, al tiempo que explicó que contará con “fiscalización y monitoreo desde la Secretaría de Comercio Interior y desde los municipios y las provincias”.
La funcionaria destacó que la canasta incluye “47 productos de alimentos y bebidas, de los cuales 10 son lácteos”.
Respecto a los precios que deberán estar impresos en cada paquete, Español señaló que la negociación “no fue fácil”. “Llevó cierto tiempo la cuestión de la etiqueta porque tiene un costo de logística, pero para nosotros era un elemento central del programa”, agregó.