Según The Economist, hay un número muy elevado de acontecimientos que pueden desencadenar la desparición del euro, desde la quiebra de un gran banco a la caída de un Gobierno.
En otro artículo, la revista añade que “el riesgo de que la moneda se desintegre en semanas es alarmantemente elevado”.
El semanario afirma que “mes tras mes” la crisis de la zona euro se ha ido moviendo “de la periferia a su núcleo”, y recuerda “que primero fue Grecia, luego Irlanda y Portugal, y a continuación Italia y España”.