La semana en la que el dólar tocó su máximo valor histórico y el Banco Central debió subir otra vez las tasas de interés a casi el 60% no solo terminó de enterrar la “pax cambiaria”, sino que también podría haber funcionado como un tráiler de la película del año: prevén sucesivos “minishocks” cambiarios al calor del contexto internacional adverso para los mercados emergentes, la incertidumbre electoral profundizada por el calendario provincial y la tendencia de los argentinos a dolarizarse en cada año en que toca ir a las urnas.
“Estamos en un escenario de riesgo global constante, con la tensión entre China y Estados Unidos por la guerra comercial y sucesos como el Brexit que llevan a los inversores a desarmar carteras en mercados emergentes. Ante eso, la Argentina es muy débil y le impacta más que a otros países”, analiza Juan Ignacio Paolicchi, economista de la consultora Eco Go. Y agrega: “Por otro lado, en lo electoral el panorama es muy binario y nadie sabe a ciencia cierta quién va a ganar. Es esperable que los dos factores generen mucha volatilidad y van a verse varios shocks, porque es la tasa lo que van a usar para frenar el tipo de cambio”.
La analista de mercado Florencia Galván señala a las elecciones como fuentes importantes de volatilidad y marca que la de este domingo en Neuquén tiene una importancia estratégica por tratarse de la provincia del yacimiento de Vaca Muerta. “El argentino cuando quiere ahorrar por lo general se va a dólares. Entramos en una época de riesgo mayor al habitual. Tengamos en cuenta que estuvimos ante un sell-off de fondos globales con sus activos emergentes y como tenemos un mercado tan chico nos afectó de lleno”, describió.
Para el economista y ex diputado nacional Claudio Lozano, “la posibilidad de una minicorrida está clara”. “La banda de flotación encierra en sí misma una minicorrida, con una devaluación del 30% sin permitirle al BCRA intervenir. Lo de esta semana pasó cuando todavía ni siquiera estamos en el peor de los escenarios, que se va a dar a partir de mayo o junio por la incertidumbre electoral. En ese momento la tendencia a dolarizar carteras por parte de particulares y empresas va a ser más clara, y también por parte de esos agentes económicos que especularon con las tasas altísimas de estos meses”, opinó el dirigente. Y sostuvo: “Con el pasar de los meses, la tasa no va a poder resolver el problema cambiario, por lo tanto va a haber un deslizamiento ascendente del dólar”.
Precios y actividad. En el Gobierno por ahora no de-sesperan. Confían en que a partir de abril las divisas que ingresen al mercado local por las exportaciones de granos traerán calma. También cuentan con que desde mayo el Tesoro dispondrá de los dólares del préstamo del FMI para financiar sus necesidades en pesos. La venta diaria de esos recursos sería un instrumento en contra de las corridas y el tipo de cambio real alto estimularía a los exportadores a liquidar. “El BCRA posiblemente trate de que el dólar no se vaya de golpe a la banda superior, porque así se debilitaría el salario real, y esto es muy malo políticamente en el contexto electoral”, explica Paolicchi.
La mayoría de las estimaciones privadas ubican a la inflación de febrero cerca del 4%, impulsada por los aumentos en los servicios públicos, y a la de marzo llegando al 3%. “Se espera un número malo para marzo”, pronosticó Nicolás Alonzo, de la consultora de Orlando Ferreres. “Más allá del impacto de los bienes regulados, como el gas, también tenés un arrastre muy importante de febrero, que tuvo una aceleración grande en las últimas semanas. De todas formas, la suba del dólar de esta semana no creo que tenga mucho impacto en la inflación por la reacción rápida del BCRA”, puntualizó.
Pero las herramientas del Gobierno para frenar corridas van a atentar contra los modestos brotes verdes que había mostrado la industria en enero, en especial la construcción, según coinciden los especialistas. “Obviamente las subas en la tasa de interés resienten la actividad económica, elevando los costos y afectando la cadena de pagos”, dijo el economista Rodrigo Alvarez, de Analítica.
Y sumó: “El proceso de baja de tasas (de las semanas anteriores) se debió exclusivamente a un contexto internacional favorable sin una demanda genuina de dinero detrás, por lo que esperamos que se mantengan elevadas al menos hasta abril”. Después, si vuelven a descender, habrá otro interrogante: cuánto se moverá el dólar.
El mercado mira a Neuquén por el “factor Rioseco”
El calendario electoral afectará el mercado del tipo de cambio no solo por las decenas de encuestas, que circulan cada semana con la aprobación del Gobierno y las principales figuras de la oposición, que generan infinidad de análisis y escenarios posibles con su impacto en los activos financieros de la Argentina.
También influirá el calendario de las provincias que en su mayoría se desdoblaron de los comicios nacionales. El primer caso y que será seguido muy de cerca por los financistas es el de hoy en Neuquén. Una de las pocas provincias con crecimiento del empleo y la cantidad de empresas producto del boom de Vaca Muerta puede generar un cimbronazo, estiman financistas, si se impusiera el candidato Ramón Rioseco, apoyado por Cristina Kirchner, sobre Omar Gutiérrez, el actual gobernador. El candidato de la Casa Rosada, Horacio “Pechi” Quiroga, se encamina a salir tercero. “Un triunfo de Cristina en el distrito al que el Gobierno le puso más energía para su desarrollo sería una pésima señal para el mercado”, afirman en éste. Imagínense para el Gobierno: el lunes a la mañana estará el ministro Nicolás Dujovne en Houston con petroleros.