Cuando aterricen en las oficinas de Martínez los directivos de Viacom, desplegarán un plan destinado a dotar de producción de la fragua de Telefe a su red en los EE.UU., donde debe terminar de definirse la fusión con la cadena CBS, de la que se escindió hace una década.
Como se informó aquí, hace cuatro meses los directivos de Viacom se reunieron con funcionarios del Ministerio de Comunicaciones y del Enacom, sólo para “interiorizarse” de las condiciones del mercado, sin mostrar ningún interés particular. Esta semana habrían cerrado con Telefónica la compra de Telefe, por unos US$ 385 millones, superando en ese caso las ofertas de Turner y del Grupo Cisneros. Hasta ayer, Telefónica se negó a confirmar la operación, aunque señalaban que, ciertamente, Viacom estaba más adelantado en su oferta por Telefe, un activo que ya en 2014 la empresa española había definido como no estratégico.
Aunque se definió entre Madrid y Nueva York, el estudio Bomchill de Buenos Aires fue quien trabajó con extremo sigilo la oferta por Viacom, una firma desconocida para el público argentino como tal, pero que es la quinta red de contenidos de los EE.UU. En su cartera figuran sí marcas emblemáticas como DreamWorks y Paramount Pictures, MTV Network, BET (Black Entertainment Television) y Nickelodeon. National Amusement y la familia Redstone son los propietarios de la cadena que también es dueña de CBS.
Como se explicó el domingo en PERFIL, Viacom viene a los tumbos en sus resultados, mientras que CBS ha tenido en lo que va del año buena rentabilidad, por lo cual los accionistas propenden una fusión de ambas empresas. En tal caso, estiman en el mercado que la preciada producción de ficción de Telefe podría alimentar de contenidos a CBS con destino al mercado latino de los EE.UU. Podrían chocar allí, sostienen las fuentes, con los sólidos intentos de Televisa de fortalecerse más en el mercado hispano de los EE.UU.
Alivio. Internamente, en las oficinas de Telefe se respiraba alivio por la definición de un proceso de incertidumbre sobre la venta, que viene siendo meneada hace meses. En primer lugar, se creía que Telefónica se inclinaría por Turner, que haría sinergia con sus ofertas de transmisión del fútbol que le había propuesto al Gobierno. Luego las apuestas iban por el Grupo Cisneros, quien, se afirmaba, estaba dispuesto a establecer una fuerte cabeza de playa en territorio sudamericana. Lo cierto es que el mercado lució desconcertado en los últimos días.
El jueves, las autoridades de Viacom, que acababan de estrenar nuevo CEO, mantuvieron un encuentro dentro de la agenda del road show de telecomunicaciones que encaró el gobierno argentino por Washington, Nueva York y Miami, que en su parte institucional concluyó anoche. Allí se mencionó la puja, el interés de Viacom por producir en el país, pero no se habló del resultado de la puja.
En el mercado, de todas formas, se especuló con que el precio de US$ 385 millones que trascendió de oferta lucía excesivo para la posición de Telefe en el mercado local. Podría ser razonable la objeción si sólo se tratara de una operación mirando a la Telefe que lidera la pantalla de una decadente –en materia de audiencias– TV abierta.
Pero Telefe ha desplegado una reconversión importante (ver aparte) en materia tecnológica que la colocó en punta para la producción de contenidos, sin contar con la red de distribución internacional de contenidos, formatos y filmes que hizo crecer en la última década.
De confirmarse esos números, se sellaría la apuesta a la Argentina como eslabón esencial para el proceso productivo de grandes conglomerados de medios, algo en lo que el derrotado Turner fue pionero.