ECONOMIA

Deuda: una negociación clara y rápida favorecería a los privados

Algunos economistas creen que los pasos que dio el gobierno son lógicos pero pobres. Esperan que la negociación sea rápida para no generar más incertidumbre en los privados.

Martín Guzmán
Martín Guzmán | Cedoc

Los pasos que viene dando el gobierno Nacional, en tanto informó sobre su voluntad de reestructurar la deuda, han sido lógicos pero magros. Con gusto a poco. “Hasta ahora los pasos a seguir han sido formalmente correctos”, dijo en diálogo con Perfil.com el analista económico Christian Buteler, pero indicó que ve al gobierno Nacional un tanto lento, siempre que siga en línea con lo que dijo inicialmente de que esta es una negociación de deuda y no una propuesta unilateral. “Tal vez uno esperaría más velocidad sobre todo si se autoimpusieron como meta el 31 de marzo, porque estamos casi en febrero, se supone que hay muchos bonos en cartera y la negociación para llegar a un acuerdo –si es que hay una negociación- puede tener varias idas y vueltas hasta la aceptación final”, reconoció. Y el tiempo vuela.

Por su parte, David Miazzo que es Economista Jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) también lo ve con incertidumbre. “Lo que hemos visto hasta ahora es desordenado en el sentido de que lo único que se ha dicho es que se quiere renegociar, pero no hay líneas que clarifiquen”, indicó. Algo así como buena voluntad pero sin plan. Y los acreedores tampoco parecen estar tan desesperados por negociar ya.

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Respecto del combo que se puede esperar para la renegociación hay varios factores que se barajan y en distintas proporciones, entre ellos las quitas de capital e intereses y la prórroga de plazos de pago. Todos juntos. O separados. O un mix de los tres. Para Buteler, de Buteler Servicios Financieros, lo ideal sería ir por un estiramiento de plazos. “Los inversores en general a las quitas de capital las ven mal. Si se habla de un estiramiento de plazos con un par de años de gracia, como trascendió en los primeros momentos, creo que los inversores estarían bastante flexibles a tomar esa propuesta”, admitió.

Para David Miazzo cabría esperar una combinación aceptable con quita de capital baja, quita de interés baja y un alargamiento de plazos para que los bonistas se sienten a negociar. “Los bonos hoy están a paridades del 50% de su valor nominal y si hay algo de bueno en eso es que los va a llevar a sentarse a negociar (a los tenedores). Si los bonos estuvieran en los valores de fines de 2018, creo que sería mucho más difícil que quisieran negociar”, argumentó. Por otra parte indicó que la posición de los bonistas dependerá lisa y llanamente de la propuesta efectiva que les termine haciendo el gobierno. “Necesitan una propuesta para analizar. Luego se verá si satisface o no sus requerimientos y si la aceptan o no, pero el primer paso es ver la oferta”, dijo. Algo que por el momento brilla por su ausencia. 

Paralelamente cabría esperar que el gobierno clarificara sus cuentas fiscales para ir mostrando solidez. “Está diciendo que en marzo quiere tener las negociaciones avanzadas, pero debieran tener un plan. Ir dando señales que muestren la situación de las cuentas fiscales ordenadas para llevar una política de deuda sustentable. Uno muestra como país que se va a mantener ordenado para poder pagar. Esa parte todavía no se ve. Sale un ministro a hablar pero no dice nada, manda una ley al congreso que tampoco dice nada”, comentó. Los plazos a fines de marzo no son al azar. Ya en ese mes vence el bono DICA, en mayo comenzarán vencimientos fuertes y para junio se espera el vencimiento del Bonar 24 (el de mayor deuda). “Debieran tener la negociación resuelta antes para no entrar en default, y si van pagando los intereses no se llegaría a esa situación”, argumentó Miazzo.

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Con el presidente de la Nación Alberto Fernández en plena gira por Europa, y el ministro Martin Guzmán por los Estados Unidos, todo indica que la plana mayor del gobierno salió a buscar apoyos internacionales para enfrentar la situación de la deuda. De acuerdo a la mirada de Buteler,  “Si estas giras internacionales llegan a generar encuentros con tenedores de bonos son muy positivas. Por su parte, los apoyos de presidentes, del Papa y demás son más para la prensa y la negociación con el Fondo Monetario Internacional. El inversor lo analiza desde otro lado”, dijo.

Tras la situación de la deuda, los bonistas y el default, entra otro actor a escena. Mas allá de la renegociación, que a modo de eufemismo podríamos considerarla como el "árbol"; no estamos viendo bien el "bosque", que en este caso son los privados. La deuda es apenas un capítulo de lo que tiene a futuro el gobierno. Como bien analiza Miazzo es importante solucionar el tema deuda porque toda empresa argentina que quiera invertir para seguir creciendo deberá enfrentar como primer escollo el riesgo país, que es la referencia de lo que está pagando el Estado Nacional. “Es importante que el Estado haga una renegociación rápida y clara”, admitió, porque para los sectores productivos esta situación le genera mucha incertidumbre. “Hacia el segundo semestre, cuando los privados sacaron los depósitos en dólares, al campo –como a otros sectores productivos- se le cortó todo el financiamientos en dólares. Si pensamos en inversión para ampliaciones de fábricas, para comprar equipos o para generar más empleos, en fin para generar más actividad económica, se necesita créditos y certezas”, explicó. En líneas generales hoy todos hablan de renegociar, pero el motor de la economía debe seguir adelante para que genere empleo, producción, exportaciones, economía en general. Y si las empresas no comprar o invierten, la economía no avanza, y sin actividad económica, tampoco será factible honrar deudas en tiempo y forma.