La nueva composición del Congreso Nacional será clave para las negociaciones que busca llevar adelante el Gobierno para avanzar con las reformas de fondo que busca para la economía: tributaria, laboral y previsional. Hasta las PASO, estos grandes temas no formaron parte de las campañas. Pese a que el bolsillo manda, los críticas se centraron en otros factores de la economía como la pérdida de empleo, la baja actividad y los aumentos de tarifas y alimentos.
El nuevo esquema para los impuestos, en el que trabaja el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, podría llegar al Congreso este mismo año y tratarse en extraordinarias y apunta a bajar el “costo argentino”, uno de los temas en los que coinciden funcionarios y empresarios. Uno de los factores clave será la negociación con las provincias por el impuesto a los ingresos brutos, que se cobra en más de una jurisdicción sobre un mismo producto, además de Ganancias e IVA, entre otros.
La Cámara de Comercio (CAC) le presentó un trabajo al jefe de Gabinete, Marcos Peña, donde remarcó que “se debe trabajar en una baja del costo impositivo –el más alto de América Latina con el 34,6% frente al promedio regional de 21,7%– fomentando la creación de empleo en blanco”, algo que también le reclamó la Unión Industrial Argentina.
Otro de los puntos de debate es la reforma laboral. El Gobierno aseguró que busca una negociación “sector por sector” en lugar de la presentación de un proyecto ambicioso. De todas formas, deberá pasar algunas leyes. Uno de los puntos es un “blanqueo” o amnistía para registrar empleadores y la baja de las cargas patronales. “La Argentina que tiene un 40% de brecha entre el costo laboral total y el salario de bolsillo, por supuesto eso incluye también un seguro de salud”, sostuvo Dujovne en diálogo con PERFIL.
En el marco del crecimiento del cuentapropismo, el Gobierno también analiza incluir una simplificación y unificar las categorías de monotributo y autónomos, en el marco de un esquema para facilitar contrataciones pero también despidos, en la tónica del “comer y descomer” que planteó a principio de año el secretario de Empleo de la Nación, Miguel Ponte.
Pese a que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que el Gobierno no prevé avanzar con una reforma del sistema previsional tras las elecciones, sus asesores de confianza trabajan en un plan para llegar a un “acuerdo” amplio, con el ejemplo internacional de otros consensos con la oposición y trabajadores para establecer alternativas y extender la edad jubilatoria. Hasta ahora, un borrador plantea la posibilidad de una extensión optativa. Los debates sobre la sustentabilidad del sistema de reparto están abiertos mientras que el Ejecutivo deberá buscar la forma de incorporar más trabajadores en negro a la economía formal y agrandar así la base de aportantes.
