El presidente Mauricio Macri tuvo una curiosa celebración tras el contundente triunfo de las elecciones legislativas en las que, si bien no se presentó, fue uno de los grandes vencedores del domingo a la noche. Tras realizar un discurso cerca de las doce en el búnker de Cambiemos en Costa Salguero, el mandatario se fue de cena familiar.
Macri salió a cenar con su mujer, Juliana Awada, la hija de ambos, Antonia, y Valentina, la hija de Juliana con su anterior pareja. El restorán elegido por la familia presidencial fue el tradicional "Platitos", de la Costanera Norte, ubicado sobre la avenida Rafael Obligado frente al Parque de la Memoria.
Su llegada causó una gran sorpresa tanto entre los mozos como los comensales del local, aunque tras el primer impacto luego el ambiente se calmó. Macri se descantó por una de las especialidades de la casa: un lomito de cuadril.