El martes próximo la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur –la famosa Bienal Sur surgida en Argentina–, inaugura expo en Arabia Saudita. Un hecho que como sus organizadores saben, puede ser histórico, visionario, fundante e incluso polémico, según se mire teniendo en cuenta el hecho político-policial que en 2018 puso a ese país y a su líder Mohammed bin Salman en la mira internacional. También será la primera vez que una expo de artes visuales, ideada para converger con otras formas de pensar, se presenta ante el público saudí. Esta Bienal Sur no cuenta con un lugar fijo como las de Venecia o San Pablo, sino que se reparte en veinte países. Y el martes en el Museo Nacional de Riyadh abre Recuperando historias, recuperando fantasías, la muestra curada por la argentina Diana Wechsler. Para allanar prejuicios se supo que Arabia Saudita no puso objeción alguna a los participantes, ni a las obras que se expondrán. En su recorrido, esta bienal también hará escala en 2020 en los Museos del Vaticano luego de un par de reuniones entre el papa Francisco y Aníbal Jozami, director general de Bienal Sur.
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Como es lógico después de un triunfo electoral, las puertas de los despachos que en el Congreso tienen los legisladores del partido ganador parecen giratorias más que puertas vaivén: de cómo se abren y cierran para recibir gente que se acerca a saludar y a hacer lobby para ver si quedan de titular o en banco de suplentes. Daniel Filmus, quien abrió su casa para la guitarreada del día previo a la elección parece que se llevará su casaca titular. Caso dudoso es el de Diego Bossio, quien depende de la cintura de Sergio Massa para que se le levante la sanción –por decirlo de algún modo– que pesa sobre él por su brusco cambio de camiseta en 2016.
¿Sin receso?
La emergencia social vislumbra un enero de sesiones extraordinarias en el Congreso por eso muchos legisladores apuran y consumen fines de semana para descansar.
Recotizados
“Y... volvieron a sonar los teléfonos”. Así resumió un funcionario de María Eugenia Vidal que pasará al Congreso –y que se lleva muy bien con Rodríguez Larreta–, para graficar, el efecto que produjo el porcentaje que sacó Macri el 27. Muchos de ellos sienten que el resultado volvió a subirles el precio, sobre todo tras las PASO, cuando el silencio telefónico y whatsappero lo ocupó todo y “ni mojados tenían peso”. El porcentaje anticipa que, después de definir o delinear la interna que inevitablemente atravesará a Juntos por el Cambio, hay un caudal de apoyo social para ser una oposición con peso.
Pasado pisado
Por ahora, Roberto García Moritán no cursó invitaciones de su casamiento con Carolina Ardohain a ninguno de los integrantes del equipo que él formaba en la gobernación de María Eugenia Vidal.
