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Moraleja

Cuatro historias para transformar nuestra mentalidad

Existe algo mágico en las historias o cuentos que leemos o escuchamos. Parece que nuestro cerebro se vuelve más permeable a recibir información y a recordarla cuando viene en un formato que activa nuesta imaginación y emociones.

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Digitalización | shutterstock

Hoy más que nunca la forma en la que nos relacionamos con personas, sea en su rol de alumnos, colaboradores, consumidores, ciudadanos o cualquier segmentación que quisiéramos definir, se convierte en un factor clave de éxito para vender una idea, motivar o transformar una realidad. La prestigiosa escritora, poeta, cantante y activista por los derechos civiles Maya Angelou inmortalizó una gran frase al respecto: “Las personas olvidarán lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir”.

Entre las historias que escuché, seleccioné algunas que pueden ser de especial interés para aquellos que tienen en sus manos llevar adelante el proceso continuo de transformación cultural, especialmente hoy, en donde los datos y el timming se convirtieron en dos recursos esenciales para los negocios que debemos saber gestionar con una nueva mentalidad, en busca de eficiencia e innovación.

Los datos y el timming se convirtieron en dos recursos esenciales para los negocios

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El frasco y las piedras: sobre la gestión del tiempo

Cuenta la historia que un docente estable explicando a sus alumnos sobre la gestión del tiempo. Para ilustrar la explicación tomó un gran frasco y comenzó a colocarle unas cinco piedras grandes hasta llegar al tope. El profesor le preguntó a sus alumnos “¿está lleno el frasco”, a lo que los alumnos contestaron que sí, ya que no había ninguna posibilidad de agregar una piedra más.

Entonces, el docente saca de su bolsillo un puñado de piedras más pequeñas, y comienza a colocarlas una a una en el frasco, mientras lo sacudía gentílmente para que estas vayan cubriendo cualquier espacio entre las piedras de mayor tamaño. Una vez llegado al tope, el profesor vuelve a preguntar si el frasco ahora estaba lleno. Entre dudas y murmuros, las respuestas fueron diversas.

“Hacen bien en dudar”, dijo el profesor, mientras sacaba de su mochila una bolsa con arena, la que comenzó a verter la mismadentro del frasco, ocupando cualquier pequeño espacio que hubiera quedado libre entre las piedras. Nuevamente, y tras haber hecho presión para la area cubriera todo el contenido, el profesor preguntó “¿está lleno el frasco?”. “ahora sí” dijo la mayoría, sabiendo que era imposible seguir agregando algo a ese recipiente. Entonces, el profesor tomó el vaso de agua que tenía sobre su escritorio y comenzó a verter el líquido dentro del frasco, para sorpresa de su audiencia.

La historia no se trata de que siempre podemos encontrar un lugar en nuestra agenda para hacer algo más, sino que se trata de priorizar lo importante.

La historia no se trata de que siempre podemos encontrar un lugar en nuestra agenda para hacer algo más, sino que se trata de priorizar lo importante. Si las cinco piedras de mayor tamaño no se hubieran colocado al principio, hubiera sido imposible colocarlas luego. Imaginen si hubiera llenado el frasco con arena como primera medida, ninguna piedra hubiera sido posible ser colocada.

¿Cuántos de los infinitos datos son útiles para ser considerados en nuestras decisiones? ¿cuáles de ellos son relevantes para nuestra gestión? ¿cómo los utilizamos y priorizamos para accionar?

Y, a medida que pasa el tiempo, nuestro frasco (que puede representar nuestra vida o tiempo en una organizacién) se va volviedo más pequeño a la vez que va siendo llenado por otros que -desconociendo este cuento- pueden estar afectando el resultado final de lo que buscamos lograr.

 

El efecto cobra: sobre los indicadores

Una famosa anécdota cuenta que el gobierno colonial británico implementó un plan en la India para combatir la gran población de cobras venenosas que asolaban a los ciudadanos de Delhi en aquel entonces.

Ese plan consideraba pagar una recompensa por cada cobra muerta que se entregaba a los funcionarios de la administración pública. La medida inicialmente pareció ser exitosa, ya que durantes los primeros días muchos valientes cazadores de serpientes se acercaban a reclamar sus recompensas y se comenzaron a ver muchas menos cobras en la ciudad.

Sin embargo, en lugar de disminuir con el tiempo, hubo un aumento constante en la cantidad de cobras muertas que se presentaron para el pago de recompensas cada mes. Nadie sabía por qué, mientras el gobierno seguía pagando recompensas.

¿Cuántas de las medidas que hoy toman los líderes pueden llevar a un “efecto cobra”, empeorando lo que se busca solucionar?

Al poco tiempo las autoridades se percataron de que muchos “emprendedores” comenzaban a criar cobras en sus casas para luego ir a cobrar la recompensa, por lo que cancelaron el programa. Esto hizo que los criadores liberaran a las ya sin valor serpientes a modo de protesta, lo que provocó que la población de cobras salvajes en la ciudad aumente, siendo peor que al inicio.

¿Cuántas de las medidas que hoy toman los líderes pueden llevar a un “efecto cobra”, empeorando lo que se busca solucionar? En una economía digital debemos ser muy asertivos a la hora de definir qué medidas implementamos, qué metas establecemos y qué indicadores gestionamos, ya que tendemos a actuar en función a lo que es medido, lo que no siempre conlleva al resultado esperado o, peor, puede dar lugar a medidas cortoplacistas que afecten el la sostenibilidad de la organización en el futuro inmediato.

 

El huevo, la zanahoria y el café: sobre el mindset digital

Este cuento se trata de un viejo hortelano muy humilde cuya hija se quejaba constantemente sobre su vida y lo difícil e injusto que le resultaba lo que a ella le sucedía. Ella estaba agotada y desganada, porque cuando lograba resolver un problema inmediatamente aparecia uno nuevo.

Al verla en esa situación, el padre llevó a su hija a la cocina de su sencilla cabaña y le pidió que tomara asiento mientras él llenaba tres recipientes con agua y los colocaba sobre fuego. Cuando el agua comenzó a hervir colocó en el primer recipiente una zanahoria, en otro un huevo y en el último algunos granos de café. Los dejó hervir sin decir nada mientras su hija esperaba curiosa e impaciente, y resignada.

Luego de unos quince minutos el padre apagó el fuego, sacó las zanahorias y las colocó en un plato, lo mismo hizo con los huevos y al final filtró el café dentro de una jarra.

Finalmente se dirigió a su hija y le preguntó con voz firme pero cálida “¿Hija mía, qué ves?”. “Una zanahoria, un huevo y café” respondió inmediantamente ella.

Inmediatamemte el hortelano le pidió que que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió a su hija que tomara el huevo y lo rompiera. Ella le sacó la cáscara y observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su taza. Luego de algunos segundos ella dijo: “no entiendo padre, qué significa todo esto?”

El mindset digital no tiene relación con el uso de tecnología, apps o herramientas digitales, sino que se basa en la forma de pensar, el afrontar los desafíos y la adaptación al cambio que, de ahora en más, será parte de nuestra vida.

Él le explicó que los tres productos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo; pero habían reaccionado en forma muy diferente. La zanahoria ingresó al recipiente dura, pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer con solo tocarla. El huevo, en cambio, había pasado de ser frágil, con una fina cáscara que protegía su interior líquido, pero después de estar en agua hirviendo su interior se había endurecido. El café, sin embargo, era un elemento único; después de estar en agua hirviendo, había transformado el agua.

Los desafíos nos llegan a todos. Algunas personas, aunque parecen fuertes, son debilitadas como ocurrió con la zanahoria. Otros, ante una situación difícil o de dolor se vuelven duros, como el huevo, y así permanecen aunque por fuera se sigan viendo igual. Mientras que hay otros que son como el café, que transforman aquello que les causa dolor, molestias, desafíos. El café alcanza su mejor sabor cuando el agua llega a su punto de ebullición. Las personas “café”, cuando las cosas se ponen peor, reaccionan mejor y hacen que las cosas alrededor mejoren.

El mindset digital no tiene relación con el uso de tecnología, apps o herramientas digitales, sino que se basa en la forma de pensar, el afrontar los desafíos y la adaptación al cambio que, de ahora en más, será parte de nuestra vida.

 

Los pavos no vuelan: sobre la cultura

Un campesino encontró en el medio del campo un gran huevo que nunca antes había visto. Decidió llevarlo a su casa para mostrárselo a su familia. Se preguntaban si era de un avestruz, pero el abuelo dijo que no era tan grande como esos. Ante la inquietud, el campesino decidió colocarlo debajo de una pava que estaba en ese momento empollando sus propios huevos en el granero, a la espera de poder incubar tambien a este extraño huevo.

Al cabo de unas semanas nacieron los pavitos y un extraño integrante. La familia y el granjero lo observaban, pero no podían reconocer a qué especie pertenecía: era notablemente más grande que los otros hermanitos, su plumaje era más oscuro y devoraba la comida que le colocaban con notable velocidad.

Ya un poco más crecido, este raro integrante se comunica con su madre pava y le dice “mamá, es tiempo de levantar vuelo!”. La madre pava le dijo “los pavos no vuelan”.

En el mundo digital todos tenemos un rol. No hay personas ni habilidades buenas o malas sino adecuadas o inadecuadas para cada momento y lugar

Un par de días después volvió a aparecer ese deseo, así que – sin que se enterara su madre – le dijo a sus hermanitos “vamos, salgamos a volar!”. Ante tal manifestación todos los hermanos pavos respondieron “no digas eso! Los pavos no vuelan. Solo podemos caminar, comer y dormir. Ese es nuestro destino”.

Haciendo caso a sus hermanos y su madre, el extraño integrante hizo lo que debía hacer: resignarse y actuar como pavo.

Un buen día el granjero llega acompañado de un veterinario que había ido a revisar a su caballo, y a quien le había contado de ese extraño huevo que había encontrado, pidiéndole su opinión profesional sobre el ave. En cuanto la vió el veterinario no dudó: “esto es un cóndor!”.

Aunque el cóndor nació para volar a más de 4000 metros de altura, este no lo hacía porque terminó siendo influenciado por las opiniones y paradigmas de su entorno.

Cuando hablamos de transformación digital hablamos de una nueva cultura, no de un cable, una conexión, un nuevo dispositivo o una App. Hablamos de un nuevo mundo en donde dato

En el mundo digital todos tenemos un rol. No hay personas ni habilidades buenas o malas sino adecuadas o inadecuadas para cada momento y lugar, y es importante crear cultura interna basada en la riqueza del máximo valor que una persona puede aportar más allá de su cargo o educación formal. Podemos tener personas que piensen como nuestro cliente, creativos en funciones rutinarias que tengan mucho que aportar, perfiles que pueden contribuir con una etapa de la transformación, para luego dar paso a otros que sumen su valor a una diferente.

Cuando hablamos de transformación digital hablamos de una nueva cultura, no de un cable, una conexión, un nuevo dispositivo o una App. Hablamos de un nuevo mundo en donde datos, relacionamiento, oportunidad y nuevos modelos abren nuevas posibilidades, en donde los cambios permanentes nos exigen más resiliencia, innovación y espíritu emprendedor.

*Ingeniero especialista en estrategias, innovación y transformación digital, autor del libro Inspiración Extrema, Head of Innovation & Digital de Stefanini Argentina y conferencista. Miembro de la Comisión Directiva del Buenos Aires Tech Cluster.