A poco más de un año del inicio de la pandemia, un consenso emerge: la sustentabilidad necesita pasar al centro para atenuar las consecuencias de la realidad actual y evitar situaciones semejantes en el futuro. El desafío es inmenso y los recursos de algunos actores clave son escasos: mientras los Estados enfrentan los déficits sociales que dejó el Covid19, las grandes empresas, en un escenario de retracción económica, tienden a concentrarse en su propia supervivencia.
Por eso, el mundo necesita de nuevos jugadores cuyo foco sea resolver problemáticas de la realidad, pero a la vez logren generar impacto económico. El mundo necesita más emprendedores de impacto económico, social y ambiental.
De esta forma, una nueva camada de emprendedores que quieren hacer más que generar ganancia económica encuentra su oportunidad. En Latinoamérica, ya son muchos los que empezaron este camino. Un indicador es lo que está pasando con el movimiento de las empresas B. Hoy ya hay más de 680 compañías certificadas como B en la región. ¿Qué implica esto? Que estas organizaciones se propusieron ser las "mejores para el mundo" -en oposición a las que aspiran a ser las "mejores del mundo"- y así buscan resolver problemáticas ambientales y sociales mientras generan sustentabilidad económica.
Cinco emprendedoras que se reinventaron durante la cuarentena y hoy son un éxito
La vocación de incorporación tecnológica está cada vez más presente en muchos de los nuevos emprendimientos. La pandemia y los confinamientos mundiales confirmaron que la única manera de que todos puedan acceder a educación y seguir desarrollándose en términos económicos es a partir de una transformación digital integral, que permita llegar a todos a pesar de las restricciones.
Este punto es crucial. Una investigación reciente de la Universidad de Dartmouth probó que una parte de las diferencias que existen entre países pobres y ricos puede ser explicada por la velocidad con la que sus ciudadanos adoptan a la tecnología. Los investigadores Diego Comin y Bart Hobijn abren una esperanza: las naciones tienen la posibilidad de ponerse "al día", si sus habitantes tienen acceso a las nuevas tecnologías y pueden usarlas para resolver problemas en su comunidad, según consigna la revista Wired.
La oportunidad que se abre en Latinoamérica es que, a pesar de las desigualdades existentes, hay una buena penetración de la tecnología. Un dato concreto es que en términos de uso de dispositivos móviles, algunos países de la región figuran como líderes: el mobile representa el 87% del “tiempo digital“ en Brasil y México y el 86% en la Argentina, según la medidora internacional Comscore.
Emprendedores: 4 claves para impulsar el sector
El desafío es convertir mucho de ese tiempo en producción, más que en consumo de contenidos. Algunos lo logran: Latinoamérica es una zona reconocida mundialmente por el talento IT, que ha convertido varias compañías de desarrollo de software de la región en multinacionales.
La penetración de la tecnología mobile y la capacidad de estar a la vanguardia en términos de programación muestran que la región cuenta con los recursos para que más empresas de base digital se sumen al ecosistema. Esta oportunidad le calza perfecto a esta nueva camada de emprendedores de impacto económico, social y ambiental. Una puerta para alentar el desarrollo que necesita nuestra amada región de Latinoamérica para el mundo de la pospandemia.