ELOBSERVADOR
los medios y la irracionalidad politica

De la locura a la normalidad: hacer periodismo en la Argentina de hoy

El día previo a la asunción de Macri, se presentó el libro El final: de la locura a la normalidad, de Luis Majul. El autor, Jorge Fontevecchia, Carlos Roberts, Alfredo Leuco, Ricardo Roa y Fernando González debatieron el nuevo escenario.

Debate. Roberts, González, Leuco, Majul, Fontevecchia y Roa discuten sobre política, racionalidad y periodismo.
| Gentileza Margen del mundo

Cinco periodistas presentaron la obra de otro periodista, el día previo a una elección presidencial: Luis Majul recibió en su propio espacio editorial a colegas referentes para hablar de su último libro, en el que se postula el rol que desempeñó la irracionalidad –en el punto más extremo, la locura– en el último lapso, previo al 10 de diciembre. Jorge Fontevecchia, Alfredo Leuco, Carlos Roberts, Ricardo Roca y Fernando González analizaron la perspectiva ante la nueva etapa política ya abierta. La conversación, inevitablemente, no podía no ir hacia el sentido de informar en tiempos inevitablemente distintos, regidos por otro estilo. ¿A qué cuestiones hay que estar atentos? ¿Cuáles son los temas pendientes. Hablar de periodismo, se sabe, es, también, hablar de política. El fragmento de la discusión que sigue lo demuestra.

FONTEVECCHIA: La locura es argentina. Un país que tenía un general borracho que decía “Que venga el principito”, que tenía un presidente que decía “La Ferrari es mía, mía, mía”. El kirchnerismo es la causa de nuestros problemas, es nuestro problema. El kirchnerismo es apenas la consecuencia de la locura de 2002, es una locura que obviamente a cualquier sociedad le generaría un estrés postraumático y que hiciera plausible la locura. El tema no es que ella esté loca, el tema es que a la gente le guste que ella esté loca o que durante cierto tiempo le haya gustado a la gente que ella esté loca, de la misma manera que es loco tener un presidente de un partido que se fundó hace diez años, también es loco. (...)
Cuando hablamos de la locura, pienso en el Elogio de la locura de Erasmo. Erasmo decía que sin la locura no había vida. Ponía como primer ejemplo que todos los habitantes de todos los países creen que su país es mejor en algo. El amor es otro ejemplo, o sea, aquí la locura es necesaria. En nuestro caso, lo que lo hace patológico es el grado. Y nosotros siempre tuvimos una tendencia itálica, mediterránea, a un grado de locura mayor. Creo que perdura la herida de 2002, la herida del 89 también, la hiperinflación y el desengaño con Alfonsín. Hubo una serie de heridas que dejaron un estrés postraumático que los Kirchner aprovecharon, potenciaron, se aprovecharon. Pero yo nunca conocí un presidente normal. Normal es la campana de Gauss. O sea el criterio de normalidad en psicología. Normal o no normal no quiere decir enfermo. Normal estamos hablando de personas que están en el 80% de la campana de Gauss.
MAJUL: Debe haber siempre una suerte de patología.
F: Lo que arriesgás siendo presidente es tu familia, tu vida posterior… Tiene que haber. En el caso de Macri, se puede pensar en un Edipo que puede llegar a construirse positivamente, espero. Espero. Freud decía que los creativos eran los únicos que tenían pasaje de ida y vuelta a la locura porque en su obra se curaban y con su obra les servían a los demás. Pero yo creo que hay tipos de locura, grados de locura que pueden ser en determinado momento positivos. En el caso de Macri es una incógnita. El Macri de hoy que se ve es muy distinto del de hace cinco años. Es una persona que hasta los 45 años no leyó los diarios...
M: ¿Dónde se debe parar el periodismo? Porque uno se encuentra en la calle con la gente que te dice: “Hay que apoyar este gobierno”. Yo digo que no estoy para apoyar a este gobierno. Que le vaya bien, pero yo laburo de otra cosa. ¿Qué hay que hacer?
ROA: Ojo. Porque éste es un partido que ganó Macri y perdió el gobierno. No sé, incluso, qué poner primero. Si no lo perdió más el gobierno que lo ganó Macri. Ahora con el resultado mostramos todos los valores que están bien. Pero qué hubiese pasado si no iba Aníbal de candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. La otra cosa es que ha hecho una buena gestión en la Ciudad, pero la Ciudad está mal, ojo con el tema. Buenos Aires no es una ciudad que esté bien, cualquiera lo sabe, hay que hacer muchas cosas y cualquiera sabe también que el macrismo no pudo hacer más cosas porque no pudo, porque se lo impidió el gobierno pero no está bien la Ciudad. Y creo que una primera cuestión es hacer un buen diagnóstico de lo que está pasando. Le tenemos que, me parece, agradecer al kirchnerismo, entre otras cosas, que estos años nos enseñó a defender el periodismo. También nos enseñó a ver periodistas que no eran tales o que no lo defendieron.
M: Antes de asumir Fernando de La Rúa, Jorge Fontevecchia publicó que los hijos de éste se habían copiado en los exámenes y habían cometido un delito, ¿no? Y generó un rechazo entre los lectores fenomenal. A veces va contra el negocio, porque es un negocio el periodismo, es una industria. ¿Qué hacemos con informaciones como ésta? ¿Qué hacemos, Jorge?
F: Hay una audiencia que pide sangre. Pegue, pegue, pegue. No es lo mismo que la gráfica, donde vos te podés permitir llegar a una audiencia más reflexiva. Me parece que son responsabilidades distintas y una parte del periodismo tiene entretenimiento. Creo que aquellos medios que son muy masivos y tienen una audiencia muy grande tienen la necesidad de acomodarse al humor de la sociedad y tratar de hacerlo lo más dignamente posible.
LEUCO: Me parece que es una batalla, en la que tenés que buscar los puntos de equilibrio. En relación con el tema AFA, Segura hizo una declaración muy graciosa diciendo: “Tinelli hizo un abuso de poder de los medios de comunicación que tiene, fue al programa de Los Leuco. En cambio, yo fui a La hora del Bicho nada más”, dijo. Y la verdad es que uno de los elementos que ameritan una información o una entrevista no es solamente el equilibro de que hablen todos los sectores y todas las campanas. Uno de los elementos que amerita es el interés que despierte en la gente, que se llama rating en TV o en radio. Entonces un personaje que despierta interés tiene un atractivo periodístico mayor que una persona que es menos conocida como el caso de Luis Segura. Ese es un elemento que también lo tenemos que poner en el análisis a la hora de trabajar de periodistas con la mayor honradez y ecuanimidad posible. La luna de miel del Gobierno es con la sociedad, no con el periodismo. Siempre digo que me gusta tener una muy buena relación con los presidentes antes de que lo sean y después que lo fueron. De hecho, me ha ocurrido eso. Con Alfonsín he tenido una correcta relación antes de ser presidente, y después que dejó el poder recompuse la relación, pero cuando fue presidente fue durísima la relación. Con Menem ni te cuento… Y bueno, con los Kirchner no creo que se recomponga nunca más con Cristina, pero me parece que la mejor relación que podemos tener con los presidentes es antes que lo sean y después. Lo que pasa es que sí, hay que bancarse lo que dice Fontevecchia, yo he sido durísimo con el kirchnerismo y hay oyentes que llaman a la radio cuando le hago críticas. Ya le he hecho críticas a Macri en el último tiempo, como por ejemplo respecto del ida y vuelta con el tema de Ganancias. Algunos oyentes me acusaban de kirchnerista.
ROBERTS: En plena campaña lo complicaste mucho. Escuché una entrevista que le hiciste a Macri en la radio. En aquellos días Macri llevaba unas 24 horas de demora en la presentación de la declaración jurada de bienes. Y le hiciste una pregunta extraordinaria. Macri dijo: “No, está atrasado”, “no, no”. “¿A cuánto ascendió tu fortuna?”. Empezó a hacer muñequitos en el aire, y se cortó la llamada de hecho. Contestando a tu pregunta, Luis, sobre qué tiene que hacer el periodismo: hacer periodismo. Hay que pasar de los periodistas militantes a la militancia del periodismo. Por supuesto la contemplación que uno tiene no vas a tener, como decía Alfredo. No estamos para tener una luna de miel porque no nos casamos con nadie. Pero la sensatez, el equilibrio, la razonabilidad nos hace pensar que uno no le pega igual a un gobierno que comete un error a los tres días que a los tres años…
L: ¿Cuándo fue que pasó? Faltaban dos o tres días para que terminara la segunda vuelta y, de pronto, alguien, Marcos Peña o Durán Barba, ordenaron guardarse y no salía nadie por la radio, no hablaba absolutamente nadie. Entonces yo dije: “Muchachos no hagan la plancha”. De la Rúa hizo la plancha. Tienen que dar la cara al periodismo y dar explicaciones a todo el mundo. Porque si no son capaces de dar explicaciones a un periodista que les hace dos preguntas, ¿cómo van a gobernar?
GONZALEZ: Tenemos que ayudarlo al nuevo presidente, y la mejor manera de hacerlo es marcando los errores. De entrada, desde el primer día. Nosotros en El Cronista estamos trabajando fuerte con el tema inflación, que no es responsabilidad de Macri, pero que es un tema que Macri tiene que manejar y resolver de alguna manera. O lo mismo las idas y vueltas que tuvo con el aguinaldo y el Impuesto a las Ganancias, ¿no? Que parecía que lo descontaba que después no lo descontaba y finalmente por presión de los gremios y viendo que la cosa se le ponía brava lo hizo. En esta primera etapa los diarios más chicos, no es el caso de La Nación o Clarín que han tenido en los últimos días un acceso muy fuerte a Macri y al resto de los ministros. PERFIL, nosotros y algún otro diario vamos a sufrir un poco; eso porque los veo deslumbrados a Macri y a los ministros y al equipo de comunicación con los medios grandes, como le sucedió a De la Rúa en la primera etapa de la Alianza, como le sucedió a Kirchner en la primera etapa del kirchnerismo. Ojalá que eso sea producto del deslumbramiento y después puedan empezar o volver a, digamos, al trabajo de pregunta y respuesta y de consulta y de tener información porque creo que entre las ventajas institucionales que tenemos con el cambio de gobierno, una debería ser la vuelta al periodismo como siempre lo hicimos. Venimos de ocho o nueve años donde el gobierno no contestaba los llamados, no daba información, te bloqueaba absolutamente y el deber en cuanto a la relación con la prensa de Macri y su gobierno es restaurar ese ida y vuelta con el periodismo. Se sorprenden los
periodistas jóvenes en el diario de que los funcionarios les responden las llamadas y les contestan algo. Es que así fue siempre. Bueno, no fue así en la última década; entonces habíamos perdido un poquito de timing. Ojalá Macri corrija este error de los primeros días de gobierno y de este deslumbramiento.
Cuando Macri habla de la asignación universal ha planteado justamente la ampliación en algunos sectores que están desprotegidos; me parece que no ha explicado que eso se contrapone con un abuso donde hay familias que tienen siete u ocho planes, sobre todo cuando está mezclado con la militancia y el favor político. Sobre todo en estos tiempos de campaña Macri ha querido mostrarse como que no iba a ser el ajustador serial que iba a terminar con los planes. Quiso dar esa idea y por eso es que planteó el tema de la ampliación de la
asignación universal como otras medidas así como están. Pero la verdad es que no ha explicado cómo va a financiarlas, cómo va a contrarrestar con el exceso que hubo en otros sectores con los planes sociales. Y es algo que está muy bien que nosotros se lo preguntemos y lo apretemos para que lo explique de una buena vez.
M: Apretar en un sentido figurado. Otro tema es el de la corrupción. La información que tengo es que el presidente electo mandó a un
operador suyo de la Justicia a reunirse y se reunieron esos jueces federales y le hicieron las siguientes preguntas, de las que me acuerdo: “¿Necesita algo el Presidente?”, le preguntó uno de esos jueces federales. Y parece que el operador le dijo: “No, no necesita nada el Presidente, necesita que se cumpla con la Justicia”. “¿Tiene algún interés el Presidente en que se aceleren algunas causas o que avancen algunas causas de corrupción del anterior gobierno?”. “No, el presidente electo dice que hagan lo que tengan que hacer de acuerdo al cumplimiento de la ley”. “¿Necesita alguna protección para sus ministros o funcionarios?”. “No”, es lo que el gobierno nacional les mandó decir a través de un emisario a los jueces federales. Sí las causas naturalmente van a avanzar; yo conociendo un poco, no conozco tanto comodoro Py, yo creo que van a avanzar naturalmente y algunas mucho más rápido que otras.
Lo que creen en el Gobierno es que va a haber un avance en causas judiciales como por ejemplo en el caso Boudou, en el caso Lázaro Báez; no creen ellos por de pronto que haya una tormenta judicial, no creen que Cristina vaya a estar. No están esperando un mani pulite y no están esperando que Cristina esté en el centro de la ofensiva, más bien en todo caso de abajo de ella.
R: Creo que el cuestionamiento ideológico a los gerentes, ministros, es básicamente un prejuicio. Yo no comparto. ¿A quién le daríamos Aerolíneas, a Mariano Recalde como el kirchnerismo o a Gustavo Lopetegui, que manejó LAN?, digo no hay duda de eso ¿no? Creo que si uno analiza muy por arriba o profundamente lo que ha pasado en las dos compañías, Aerolíneas y LAN, sabe cuál es la respuesta. Lo que pasa es que no se puede desvincular claramente lo que es la política de la gestión, como vos decís, porque cualquier avance que quiera hacer el Gobierno con la gestión necesita hacer política. Por ejemplo, desde negociar con los fondos buitre hasta cualquier cambio que plantee en el Estado. Van a necesitar leyes, modificar leyes, derogar leyes y todo eso es política. Por eso si hay un déficit a corregir en el gobierno macrista es precisamente el de la falta de figuras políticas que logren esos acuerdos.

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El mosaico de una época oscura

Así definió Jorge Fernández Díaz, el prologuista de El final: de la locura a la modernidad, las crónicas de Luis Majul, que componen el libro que fue presentado.
En la presentación, Majul agradeció a su editor: “Nacho Iraola, editor de Editorial Planeta, fue el que me convenció para hacer este libro. Ustedes saben que yo tengo una editorial que se llama Margen Izquierdo, pero no iba a usar mi editorial para publicar textos no sólo inéditos, sino textos que ya fueron publicados, y Nacho Iraola, que debe ser, para mí, uno de los grandes editores de la Argentina y el editor al que casi nadie le puede decir que no, me convenció con argumentos lógicos y contundentes de que tenía que hacer este libro”, que resume sus crónicas en medios periodísticos. “La primera misión es tocarles el culo a los poderosos”, como dice Leuco en el prólogo.

 

La realidad corpórea del papel

Jorge Fontevecchia también habló de cómo el material impreso sigue teniendo un lugar importante en el mercado: “El papel tiene perfume, es un objeto aurático... La diferencia entre el papel y los otros medios de comunicación es que tiene algo corpóreo. Lo decía Walter Benjamin en La obra de arte en la era de la reproducción técnica: hay un aura que sólo tienen los medios que poseen cuerpo. La diferencia entre La Gioconda y una serigrafía de La Gioconda, es algo que tiene un aura que le da un valor especial y el libro tiene un aura. El libro es el primer medio gutenbergiano y el primer medio audiovisual de la segunda ola que logra vencer a internet. Hoy en día, la curva de venta de libros ha torcido la caída y la cantidad de libros que se consumen por internet no logra ser una amenaza. Yo creo que ahí hay una diferencia central entre un libro y lo que nosotros hacemos, yo creo que la música también va a estar salvada y el cine también.
Para lo cual internet va a ser un potenciador; el problema que nosotros los periodistas tenemos es que no nos consideran una obra terminada; un diario, una revista no es una obra terminada como una película. Nadie quiere a una película cambiarle el final o a una canción cambiarle el final o el estribillo. Entonces se consume una ópera como una obra terminada. En el caso de los libros e inclusive el de la música está ocurriendo un fenómeno, que ya empieza a crecer nuevamente la venta de música digital, las películas. Internet multiplica la cadena de comercialización”.