El veto a la ley que buscaba evitar los tarifazos llegó justo a tiempo de que se cumpla el plazo que el Gobierno se había puesto para darle malas noticias a los ciudadanos en materia económica. El Mundial de Rusia está a la vuelta de la esquina y serán semanas de distensión y distracción para los argentinos. Una vez que se cumplan los noventa minutos de juego y un equipo se consagre campeón, en Argentina comenzará la campaña presidencial de 2019.
La oposición parlamentaria buscó adelantar unas semanas ese tácito inicio de campaña. Le dio al peronismo una bandera detrás de la cual unirse, y también nuevas esperanzas de alcanzar el sillón de Rivadavia cuando parecía que el segundo mandato de Mauricio Macri estaba asegurado. Falta mucho y no hay candidatos fuertes que aglutinen a los que están en la vereda de enfrente del PRO. Sin embargo, es posible empezar a analizar lo que podría suceder en octubre de 2019.
En lugar de medir intención de voto, en Ipsos trabajamos con otros aspectos fundamentales de la política: aprobación de gestión, evaluación de la economía y si el Presidente está dispuesto a presentarse a una reelección o nombrar un sucesor. Con estos tres datos se ve si la coyuntura favorece al oficialismo o a la oposición.
La premisa principal es que el Presidente en el cargo tiene dos veces y media más chances de ser reelecto (2,64) en comparación con las que tiene su delfín, es decir, un sucesor dentro de su mismo partido. Si lo cruzamos por aprobación presidencial, el titular tiene un 78% de posibilidades de ser reelecto cuando la buena evaluación de gestión está en 45 puntos, mientras que un sucesor solo tiene un 14% de posibilidades en el mismo nivel de aprobación. Para llegar a esta conclusión Ipsos analizó más de 450 elecciones en 35 países del mundo durante treinta años.
El modelo funciona mejor cuando la elección tiene dos partidos o candidatos principales, pero igualmente podemos confirmarlo con las elecciones más recientes de Argentina. Néstor Kirchner deja el cargo con 71% de aprobación y logra que su sucesora, Cristina, llegue a la presidencia. Ella, a su vez, finaliza el primer mandato con 64% y es reelecta, pero en 2015, con 52% de evaluación positiva, Scioli es derrotado.
No al Plan V. En la última encuesta de Ipsos Argentina un 41% aprueba la gestión de gobierno de Mauricio Macri. Bajo este escenario, el Presidente tendría 55% de probabilidad de ser reelecto. Mientras que las posibilidades de María Eugenia Vidal, a quien muchos ven como presidenciable, se reduce a 6%. El Plan V sería una derrota casi segura.
Para mejorar sus chances, Macri debería lograr que más de la mitad de los argentinos considere buenos sus años de gobierno. La tendencia es a la baja desde noviembre del año pasado. Luego de las elecciones de medio término todas fueron malas noticias y mayo no fue la excepción. En el último informe vemos un fuerte descenso en todos los indicadores de evaluación de gestión: cayó 14 puntos la proporción de encuestados que consideran que Argentina está en la dirección correcta, nueve puntos la evaluación positiva de la economía y cinco puntos los que dicen que la economía mejorará en el futuro cercano. Con 37%, esas expectativas llegaron al mínimo histórico de la gestión Macri. Un dato significativo considerando que la correlación entre aprobación de gestión y expectativas ha sido fuerte desde que asumió en diciembre de 2015.
Más de la mitad ubica la inflación de 2018 en más de 20% y ocho de cada diez afirman que en los últimos meses tuvo que recortar gastos para llegar a fin de mes. A su vez, una mayoría absoluta evalúa como “caras” las tarifas de servicios públicos, llegando a 79% en el caso de la luz.
Los álgidos días de mayo en materia financiera también tuvieron su impacto en las percepciones de los ciudadanos. El 69% afirma estar preocupado por el precio del dólar y el 41% se muestra en desacuerdo con que es conveniente mantener buenas relaciones con el Fondo Monetario Internacional. La necesidad de un ajuste, aunque puede ser entendible por algunos, no es bien recibida por la opinión pública. La intención de recortar gastos en obra pública podría afectar la satisfacción de la política pública mejor evaluada.
Medio término. La victoria electoral de medio término quedó lejos y el oficialismo no pudo aprovechar ese capital político: en noviembre ya empezó la caída en la evaluación de los indicadores económicos.
Si Macri no logra mostrar éxitos en su gestión, o al menos recuperar la idea de que las cosas estarán mejor en el futuro gracias a las medidas antipopulares que desde el oficialismo dicen que se vieron obligados a tomar, el escenario electoral de 2019 podría abrirse. Messi dice que la Selección no llega a Rusia como favorito, quizás Macri tampoco llegue como favorito al 2019.
*Directora de cuentas y comunicación de Ipsos Argentina.