Harvard impuso una sola condición: “Cenar vino y empanadas”. Así fue la invitación que le envió la universidad norteamericana a uno de los referentes de la izquierda más importantes del país, Jorge Altamira. Así fue como el pasado 26 de marzo, el dirigente del Partido Obrero pisó suelo norteamericano, país estandarte del capitalismo, para participar de las Charlas Presidenciales 2015, que organizan la Asociación de Argentinos en Harvard y el Club Argentino en el MIT, en donde exponen los principales candidatos presidenciales de la Argentina. Eso sí, después de la charla, según especificaba la convocatoria, tenía que compartir precisamente “vino y empanadas” con los alumnos.
Si bien es un ciclo que Harvard ya hizo en otras oportunidades, es la primera vez que invitan a disertar a un referente de izquierda. PERFIL entrevistó a Jorge Altamira, quien definió su experiencia como un buen síntoma: “Es una manifestación de que la izquierda está creciendo y despierta un interés por fuera de las fronteras argentinas”.
En la cumbre del capitalismo. Una de las preguntas que surgen al repasar la experiencia es qué impresión le generó conocer un país exponente del capitalismo. “Nuestra crítica al capitalismo –explica– es la crítica a un régimen de explotación que ha jugado un rol muy positivo para la humanidad por el impresionante desarrollo que imprimió. Nosotros reconocemos que sin este desarrollo capitalista las premisas para una sociedad superior no estarían reunidas. Pero creemos que ha llegado a su fase de agotamiento”, dice Altamira.
El fundador del Partido Obrero señala además que, en el país del Norte, una veintena o centena de monopolios tiene organizada y dirigida la vida de sus 300 millones de habitantes: “Todo el mundo está en un nivel parejo, explotado por cien monopolios. Si se suprimiera esa dominación monopólica, usted ya tendría un Estado socialista. Estados Unidos es el país que más ha reunido las condiciones para el socialismo. Si el socialismo no se desenvuelve en Norteamérica, lo que vamos a tener es esa cultura de lo descartable, donde se acelera la producción de cosas para crear nuevas necesidades completamente ficticias y, con eso, desarrollar todas las condiciones de una crisis monumental, como el fomento del crédito especulativo o el fomento de un crédito al consumo que no puede ser sostenido”.
¿Más liberal que los liberales? Uno de los momentos más polémicos de la intervención del líder del PO fue cuando habló del liberalismo: “Como Estados Unidos se considera un país liberal, en los diversos debates intenté demostrar que allí el Estado opera como un factor de confiscación económica y organizador de guerras. En algún sentido, la izquierda es más liberal que los liberales norteamericanos. La tradición liberal histórica de la Revolución Francesa la recoge hoy el marxismo, no Estados Unidos. El gobierno estadounidense ha rescatado a los bancos y ha provocado una tremenda desocupación mediante este rescate bancario, aumentando la deuda pública. A la hora de la crisis capitalista, ha sido furiosamente estatista. Y en lo político, para nada es un sistema liberal, como lo demuestra en el asesinato de negros por parte de la policía; como lo demuestra en las torturas en la cárcel de Irak y como lo demuestra con sus torturas en Guantánamo. También es importante pinchar el mito de que el imperialismo es liberal, es mentira”.
Populismo bancario. Después de la convocatoria internacional, la pregunta fue: ¿qué clase de propuestas está elaborando la izquierda que le permitió crecer? “Nosotros crecemos en el marco de un gobierno que pretende que él es la izquierda. Supimos dejar muy en claro hasta qué punto esto era falso, que era un gobierno que realizaba una gestión capitalista. El gobierno kirchnerista se jacta de seguir los mismos pasos que el gobierno de Estados Unidos, que son los créditos en 12 cuotas, el uso de la tarjeta de crédito, etc. Gran parte de lo que el Gobierno llama redistribución del ingreso no es otra cosa que créditos al consumo que han engordado los balances de los bancos. Bush y Cristina Fernández de Kirchner tenían en común la línea del populismo bancario”, sostiene Altamira.
Relaciones bilaterales. En caso de ganar las elecciones, ¿cuál sería la relación argentina con Estados Unidos? “Tendría una conducta soberana, pero enfocada en explicarle al pueblo norteamericano que los trabajadores de la
Argentina se emanciparon de la tutela del capitalismo. Yo me reuní con trabajadores en Boston y Nueva York, que van a hacer una huelga general por un reclamo de 15 dólares la hora como salario mínimo”. La humanidad procura producir un nuevo sujeto histórico para hacer frente a la mayor crisis que la sociedad capitalista ha tenido en toda su historia”.
