Ledesma es una empresa agroindustrial argentina con 115 años de historia, líder en la producción de azúcar y papel, sumado a una importante participación en los mercados de frutas, jugos críticos, alcohol, bioetanol, carne y cereales. El Gerente General, Javier Goñi, cuenta los principales desafíos que tuvo la empresa en los últimos años y anticipa las nuevas producciones que se vendrán en 2024.
-Ledesma cumplió en mayo 115 años de historia. ¿Cuáles son las fortalezas que le permiten a una empresa alcanzar ese recorrido?
-Convicción, consistencia y resiliencia. Son tres conceptos en los que insisto mucho. En Ledesma trabajamos con planes estratégicos a largo plazo, con objetivos concretos de corto y mediano plazo; pero también con mucha flexibilidad para adaptarnos a los entornos cambiantes y aprendiendo de nuestros errores. Hace cinco años, por ejemplo, trazamos un plan al que llamamos GÉNESIS XXI para mejorar la competitividad de Ledesma, e iniciamos un proceso de transformación integral con tres grandes ejes: transformación digital, transformación cultural y la innovación. Ese plan tuvo, por supuesto, modificaciones, pero nos dio un norte y fuimos cumpliendo los objetivos. Desde que pusimos en marcha GÉNESIS XXI, con la pandemia y la sequía de por medio, tuvimos muchísimas adversidades, pero fuimos aprendiendo de ellas y salimos fortalecidos. Hoy somos una empresa más sólida que hace cinco años atrás bajamos los costos, diversificamos nuestros productos y crecimos en los negocios en los que queríamos crecer. Todo ello, con la mirada siempre puesta en la sostenibilidad.
-¿Cuáles son las expectativas y proyectos de Ledesma para 2024?
-Como indiqué, nuestro plan estratégico de largo plazo está basado sobre 3 ejes: la transformación digital, la transformación cultural y la innovación. En esa línea, y como hito para este 2024, pondremos en marcha una planta con equipamiento que nos permitirá producir vajillas descartables para reemplazar el plástico de único uso, todo hecho con la misma pulpa de bagazo de caña de azúcar, con la cual hace más de 60 años venimos haciendo papel. Este producto que complementa nuestro negocio de papel de la línea Ledesma NAT, además de reemplazar importaciones, después de utilizarlo se puede enterrar y a los pocos meses desaparece. Vamos a producir 50 millones de unidades al año a partir de marzo y tenemos pensado duplicar la fábrica si comenzamos a caminar bien. Esto es coherente con lo que mencionaba antes de la sostenibilidad como prioridad.
-¿Cuáles considerás que son los principales problemas estructurales que deberá enfrentar el próximo Gobierno?
-Si estás en la actividad empresaria en Argentina, no hay otra opción que ser optimista, y yo lo soy sin dudas. Cuando empieza un nuevo gobierno, siempre se abre una oportunidad. De todas formas, eso no significa dejar de reconocer la compleja situación en la que estamos. En primer lugar, es necesario estabilizar las variables macroeconómicas, a través de tener un gasto público equilibrado. En segundo lugar Argentina tiene que fortalecer las instituciones y lograr una seguridad jurídica con reglas claras y un marco predecible para la actividad empresarial. Por último, reducir la presión impositiva para apuntalar la competitividad de las empresas. De esta forma, seremos más atractivos a inversiones que generen empleo genuino de calidad y consecuentemente desarrollo sustentable para la gente. En el Coloquio de IDEA nosotros presentamos 20 propuestas para promover el desarrollo. Para trabajarlas, nos organizamos en distintos grupos. Yo, por ejemplo, integré el grupo que buscó iniciativas para reducir el gasto público; nos enfocamos en reordenar el sistema previsional para que sea sostenible y equitativo, en racionalizar los subsidios a la energía haciendo foco en la electricidad y el gas, y en la necesidad de revisar el gasto de las empresas públicas. Todo, por supuesto, desde una perspectiva realista, entendiendo la problemática social, que requiere una solución urgente a los niveles de pobreza altísimos que hoy tenemos. La UIA también ha presentado su Libro Blanco, que también tiene una serie de propuestas para la Argentina. Desde nuestro lugar buscamos aportar cosas positivas a la sociedad.
-¿Y cuál te parece que es el principal desafío para las empresas argentinas?
-Creo que tenemos que mejorar la competitividad para ser más eficientes y poder generar desarrollo. El país necesita tener empresas que sean competitivas, y no solo en el mercado argentino sino con una perspectiva global. Obviamente hay condiciones naturales que permiten que haya sectores más competitivos que otros, pero siempre hay formas de hacer mejor las cosas, con creatividad e innovación, que son dos aspectos que están muy presentes en nuestra gente.
